La relación entre el presidente de la Nación, Javier Milei, y los gobernadores se muestra cada vez más tensa desde la caída de la Ley Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos.
El deterioro en las relaciones se hizo notorio cuando el Ejecutivo nacional publicó una lista de "traidores" con los nombres de los legisladores que votaron en contra de la Ley Ómnibus, y acusó a los gobernadores de "extorsionar al pueblo para mantener sus privilegios".
En especial, Milei cargó contra Martín Llaryora, gobernador de Córdoba, y Maximiliano Pullaro, de Santa Fe.
En ese sentido, luego del fracaso del proyecto en el Congreso, el presidente decidió darle la espalda a las provincias afirmando que exhibiría "frente a la sociedad" a quienes decidieran "no acompañar los cambios", para así exponer "sus negociados, privilegios y corrupción".
La respuesta del Gobierno a esa falta de acompañamiento fue la de acentuar los recortes en las provincias: desde la Casa Rosada, decidieron cortar el envío de fondos para sostener el transporte público en el interior del país.
De esa manera, La Libertad Avanza busca equiparar el esfuerzo que está realizando el presidente al que debieran hacer los gobernadores, para que entonces el ajuste no quede sólo en manos del Ejecutivo Nacional, sino que también se extienda hacia los gastos de los gobiernos locales.
"Entendemos perfectamente la situación compleja que tienen los gobernadores en las provincias, es la misma situación compleja que tiene el presidente administrando la nación en su conjunto", explicó el ministro del Interior, Guillermo Francos.
En ese mismo sentido, el presidente aseguró que "los problemas de las provincias son de las provincias", y que es responsabilidad de los gobernadores "girar la plata" a quienes corresponda. Además, cuestionó el hecho de que Nación tenga que "estar financiando permanentemente" a los distritos.
Sin embargo, el argumento encuentra algunas ambigüedades. El gobernador de Córdoba destacó esos matices subrayando que "la Nación no produce nada". "Milei dice 'yo no voy a dar plata'. No, vos no das nada. Las que producen son las provincias", planteó Llaryora.
En el marco de una importante distancia entre el presidente y las provincias, donde la economía y los ingresos son el eje de los conflictos, se introduce una nueva cuestión en el debate sobre la repartición de fondos, vinculado con la discusión sobre quién es el verdadero dueño de los recursos.
Gobernadores fortalecidos
La liga de gobernadores de Juntos por el Cambio se presentó como el principal frente de diálogo entre Nación y los distritos.
Con la unión de los reclamos, los mandatarios lograron mantener la unidad en el espacio y moverse en forma de bloque, negociando mano a mano con la Casa Rosada varios artículos de la Ley Bases.
El hecho de que los jefes provinciales hayan alzado la voz cuando lo consideraron necesario, marca un antecedente importante teniendo en cuenta que la pulseada por los fondos con Nación continuará incrementando sus niveles de tensión.
Entre ellos, se destacaron el chubutense Ignacio Torres, quien llevó las críticas por los capítulos pesqueros y petroleros ante Francos; y Pullaro, que presentó sus reclamos respecto a la intención de subir retenciones.
A esa tensión también se suman los gobernadores de Unión por la Patria. Las posturas más intransigentes son las de Axel Kicillof, desde Buenos Aires; y Ricardo Quintela, gobernador de La Rioja. Ambos desafían a la Casa Rosada, siendo que el primero advirtió que dará la pelea por los fondos que le corresponden a su distrito, y el segundo incluso lanzó su propia moneda provincial.
En tanto, el mandatario de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, y el de Catamarca, Raúl Jalil, mantienen cierto diálogo con el Gobierno. El fueguino busca que se respete el régimen de promoción industrial que rige en la provincia, mientras que el catamarqueño busca mayores inversiones en el sector minero, especialmente vinculado al litio.
Osvaldo Jaldo, por su parte, llevó a la realidad el temor del sector. El tucumano rompió con Unión por la Patria y fundó un bloque propio llamado "Independencia", que consta de tres diputados.
De esa manera, sus legisladores votaron en favor de la Ley Ómnibus, mostrándose así cercanos a La Libertad Avanza. Sin embargo, la adhesión no es total, ya que previamente había logrado que el Gobierno diera marcha atrás con la desregulación del sector azucarero y del citrus.
