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Análisis

La Argentina incierta

Ahora viene una etapa en la cual iremos despejando las X de la nueva etapa de Argentina. 

La fórmula presidencial que asumirá el 10 de diciembre: Javier Milei y Victoria Villarruel.
La fórmula presidencial que asumirá el 10 de diciembre: Javier Milei y Victoria Villarruel.
Maximiliano Aguiar 30 noviembre de 2023

A varios días de las elecciones generales y a pocos días de la asunción del gobierno de Javier Milei la ecuación de esta etapa argentina tiene muchas X que despejar. Sin embargo, en este panorama incierto pueden realizarse algunas reflexiones para entender lo que puede suceder en nuestro país. 

El mensaje de las urnas

Los argentinos hablaron en cada una de las instancias electorales y expresaron mensajes diversos en cada etapa, repartiendo el poder de manera inédita entre las diversas fuerzas políticas. Es claro que existe una sociedad desencantada, que manifiesta enojo con la situación actual y que atribuye diversos niveles de responsabilidad a los partidos políticos tradicionales y a las figuras que llevaron adelante la política argentina durante las últimas décadas. Los argentinos expresaron claramente una voluntad de cambio, que tiene condimentos ideológicos y expresivos, y que modifica la agenda temática y el debate ideológico de los últimos años.

Queda clara la disposición a cuestionarlo todo, aún aquellos acuerdos que parecían incuestionables en nuestra democracia. Esto convive con una impaciencia propia de aquellos que sienten que las modificaciones y las soluciones deben llegar ya mismo. 

Lo que no queda tan claro es la disposición para tolerar nuevos sacrificios que aparecen como imprescindibles para superar la compleja realidad actual. En resumen, "que ajusten todo, menos a mí".

El desafío de Milei

En ese contexto, la cómoda victoria de Milei en el balotaje plantea una serie de desafíos para el Presidente electo. Tal como se esperaba, deberá gobernar con minoría en ambas cámaras lo que requerirá de cintura política y de tomar la iniciativa de manera permanente. Esto requerirá de capacidad de negociación a fin de qué las iniciativas legislativas no fracasen y de astucia para generar alineamiento ciudadano detrás de sus propuestas. 

Su principal desafío será pasar del discurso dogmático a la realpolitik, aquella que requiere de acuerdos, pactos y concesiones para poder cumplir objetivos.

 También requerirá ampliar su base de sustentación política, generando espacios de participación para otras figuras, fuerzas y actores sociales de tal manera que solidifiquen un gobierno que nace débil en términos institucionales. 

Esto requerirá una rápida transición desde la crítica a la práctica con una capacidad de generación de agenda que le permita mantener la iniciativa política. La gira a EE.UU. parece un primer intento en ese sentido.

También requerirá construir un equipo de gobierno para el que se requiere figuras con capacidad, experiencia y trabajo. En ese contexto se vienen observando una serie de inconsistencias y torpezas políticas iniciales propias de una figura recién llegada a la política , de un partido prácticamente inexistente, de los procesos políticos de puja por espacios de poder propios de cualquier conformación de un gobierno. En este sentido, y ante la ausencia de una masa crítica de funcionarios preparados para gobernar, será fundamental la capacidad de articulación del propio Milei con otros liderazgos, como por ejemplo el de Mauricio Macri, con el desafío fundamental de poder sumar fuerzas sin perder identidad.

El enigma de Juntos por el Cambio 

En primer lugar cabe hacer una pregunta, ¿existe Juntos por el Cambio? Este espacio que parecía destinado a ganar el gobierno hace tan solo un año, ha quedado herido de muerte por un resultado que se generó por sus propias carencias, limitaciones y la evidente falta de una estrategia y voluntad para priorizar lo colectivo sobre el individual . 

Se encuentra ahora en un proceso de re configuración de fuerzas que más parece una implosión que una metamorfosis. 

¿Qué parte de Juntos por el cambio se alineará con el gobierno de Milei? ¿Qué parte será parte de una nueva oposición? ¿JxC se dividirá entre aquellos más asociados al republicanismo y aquellos más asociados al liberalismo? 

Difícil saberlo por ahora, pero con una fuerza tan importante en ambas cámaras y con una gran cantidad de gobernadores e intendentes en todo el país, la respuesta a esta pregunta sería importante no sólo para JxC, sino para prever el nivel de estabilidad que tendrá el próximo gobierno.

¿Qué pasará con el justicialismo? 

La amalgama de tres liderazgos en pugna, el de Cristina Fernández, más los elementos que aportó Sergio Massa y la inexistente gestión de Alberto Fernández, compusieron un Frankestein que fracasó de manera rotunda en la gestión pero que, sin embargo, logró ser competitivo en las elecciones generales y acceder al balotaje. 

Esta será claramente una etapa de reconfiguración de espacio político y de potencial surgimiento de nuevos liderazgos o re acomodamiento de los existentes. Hay que recordar que la resolución de estas pujas es sumamente importantes en un espacio político que desde su nacimiento se ordena desde los liderazgos. 

Queda claro que este será un espacio opositor al gobierno de Milei, lo que resta definir son los interlocutores y el tono de esa oposición. ¿Se parecerá al colaboracionismo de los dos primeros años de Macri?, ¿O será frontal desde el comienzo?

El cordobesismo y el peronismo federal 

A pesar de haber hecho una buena elección, es un enigma lo que sucederá con Schiaretti y compañía en un escenario en el que podrían partirse, integrarse al gobierno de ley de manera permanente o transitoria. Este espacio, que obtuvo una cantidad de votos relevante en la elección general, tendrá una representación legislativa respetable en el actual contexto y la posibilidad de reinventarse y construir tanto dentro de la puja del peronismo como en el espacio del oficialismo. Algunos de sus actores son activos partícipes de la pugna por espacio de estas semanas.

¿Y la sociedad? 

En una situación como esta, restringir al análisis a los partidos políticos sería un error. A partir de posibles reformas que pondrían en cuestión un ordenamiento social que lleva décadas, las diversas fuerzas sociales serán fundamentales para configurar esta nueva dinámica. 

Podemos pensar en la difusa opinión pública y la necesidad de Milei de conseguir niveles de apoyo que le permitan encarar las reformas. También los sindicatos y las organizaciones sociales jugarán un papel relevante en la posible conflictividad social que muchas de estas medidas pueden generar. Por último, los factores de poder económico (grandes empresas cámaras y empresarios de distintos sectores) también jugarán su papel dando o quitando el apoyo político a un gobierno en el que está todo por verse. 

Ahora viene una etapa en la cual progresivamente iremos despejando las X de esta compleja ecuación que marca la nueva etapa de Argentina. Una ecuación donde el común denominador es la incertidumbre.

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