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Dos PASO y un balotaje

Milei no es el líder de una coalición, sino un político convencido de que tiene una idea que debe ser ejecutada.

¿Milei marca el comienzo de una recesión democrática en Argentina o un líder de extrema derecha que acepta las reglas del juego democrático?
¿Milei marca el comienzo de una recesión democrática en Argentina o un líder de extrema derecha que acepta las reglas del juego democrático?
Ernesto Calvo 21 noviembre de 2023

La del domingo 19 es una elección de la que hablaremos por mucho tiempo. En algunos casos, para dilucidar quiénes son los votantes de Javier Milei (el inclusivo aquí no aplica dado que el número de varones que votaron a Milei en las primeras dos rondas casi duplicaron el número de mujeres)

Otras discusiones que tendremos en los próximos días tendrán que dilucidar la llamativa estructura territorial del voto de La Libertad Avanza, que a pesar de ser una fuerza política nueva tuvo su mejor rendimiento en los distritos provinciales de la región SanCor, NOA, NEA y Patagonia. Esto es llamativo, dado que todas las fuerzas políticas nacionales tuvieron en sus orígenes mejores resultados en las provincias más grandes y competitivas, comenzando por el radicalismo en el 1916, siguiendo con el peronismo en 1946 y llegando hasta el PRO hace 16 años. 

Una tercera discusión importante que tardará en ser definida en los próximos años es si Milei es una bisagra que marca el comienzo de una recesión democrática en Argentina o un líder de extrema derecha que acepta las reglas del juego democrático. Es fácil decir "viva la democracia" cuando se gana la elección, como dijo en su discurso del domingo 19 de noviembre. Mucho más difícil es mostrar credenciales democráticas cuando las dificultades para implementar su plan de gobierno se hagan evidentes. 

Milei ha repetido de muchas formas distintas que el suyo no es un gobierno de coalición, aun cuando su triunfo se debe en gran medida al más de 90% de votos de JxC que lo eligieron a él en el balotaje. Es decir, Milei es un presidente de derecha que obtuvo 30% de los votos propios y más de 20% de votos de JxC. Sin embargo, ese votante no fue mencionado en el discurso del domingo a la noche. El triunfo fue entendido como un espaldarazo que valida sus intenciones programáticas de reducir el Estado a su mínima expresión posible, así como un apoyo a sus objetivos de privatizar, dolarizar y reformar el sistema de cobertura social de la Argentina. 

Milei no es el líder de una coalición, sino un político convencido de que tiene una idea que debe ser ejecutada. En este sentido, no habla de su presidencia como un acto de representación de los argentinos sino como un mandato para ejecutar su programa. Eso es un problema.    

Sobre votantes y mandatos

El discurso de Milei del domingo a la noche casi no mencionó a los votantes argentinos. Es tradicional en estos discursos el agradecer a los que fueron a votar, a los que aun sin haber confiado en el candidato en las elecciones previas decidieron optar "por nuestra fórmula" y dar a entender a todos aquellos que no votaron por uno que el ejercicio de la Presidencia se hace al servicio de todos los votantes. 

En cambio, Milei agradeció tan sólo a su partido, mencionó el apoyo sin ataduras que fue presentado por Mauricio Macri y Patricia Bullrich, y mencionó a los argentinos como repositorios de los beneficios de su programa. Podríamos pensar que eso es lo que hacen los políticos tradicionales y que Milei no es un político tradicional. 

Sin embargo, el no agradecer a los votantes y afirmar su intención de representarlos es, a mi juicio, algo que veremos en forma repetida, dado que Milei habla como el último Presidente del Siglo XIX y no como el recientemente electo Presidente argentino del Siglo XXI.  

Dado que Milei percibe que fue elegido para implementar su plan libertario para la Argentina, y no para responder a las demandas de los votantes, su Presidencia no requiere aliados sino staff. Eso también anticipa problemas para poder manejar este gobierno, dado que tiene un muy exiguo número de senadores y diputados, y carece de apoyos orgánicos entre los gobernadores e intendentes. Gobernar para el ciudadano del Siglo XIX puede ser viable si Milei controlara los resortes políticos de la democracia Argentina de hoy, pero un programa radical que es ejecutado en soledad desde la Casa Rosada tiene pocas probabilidades de ser exitoso. 

Menem y Milei comparten ciertas similitudes en su capacidad para captar la atención y el respaldo popular.
 

Muchos han comparado la política pública propuesta por Milei con la de Carlos Menem. Sin embargo, es importante destacar que aun cuando el menemismo emitió una extraordinaria cantidad de Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU), la política de reforma del Estado estuve legalmente asentada en dos leyes ómnibus Reforma del Estado y Emergencia Económica, las cuales fueron aprobadas por el Congreso. Darle un cheque en blanco a Milei es algo que difícilmente quieran hacer los diputados y senadores de JxC. 

Las dos PASO y el balotaje

A la base de los conflictos políticos que veremos en los próximos meses están dos interpretaciones diferentes del resultado del pasado domingo. La tasa de votantes de JxC que optó por Milei en el balotaje es la que uno espera en una interna de un partido bien consolidado. Tanto el análisis del recuento de votos como las encuestas nos muestran que más de 90% de los votantes de JxC optaron por Milei. Una encuesta de nuestro laboratorio, el iLCSS, estimó que este número fue de 92%. Estos números son más altos que los observados en la transferencia de votos de Horacio Rodríguez Larreta a Bullrich o las transferencias de Juan Grabois a Sergio Massa.

Visto desde los votantes, tuvimos dos primarias abiertas, una el 13 de agosto que definió la interna de todos los partidos y otra el 22 de octubre que definió la interna de la centroderecha en favor de su sector más extremo representada por Macri y Milei. En la primera elección, los votantes de esos espacios eliminaron a Larreta y votaron por las opciones más extremas, Bullrich y Milei. En las segunda PASO, los votantes de este espacio eliminaron a Bullrich y eligieron al candidato más extremo. 

Milei y sus nuevos aliados: Macri y Bullrich
Milei, Macri y Bullrich

Sin embargo, Milei no es el líder de la coalición JxC-LLA y JxC no necesariamente aceptó su propuesta política. En los próximos meses, la tensión entre el apoyo otorgado por JxC y el estilo de gobierno que ya anticipa Milei va a ir en aumento. JxC es a Milei lo que el radicalismo fue a Cambiemos. Y, sin embargo, JxC va a tener diputados, senadores y gobernadores como para rebelarse si Milei los excluye. La gobernabilidad de los próximos meses depende de cuan democrático sea Milei para aceptar su soledad y cuán dispuesto esté el aparato de JxC de estar al servicio de un Presidente que no los incluye. 

Los políticos de JxC no deberían sentirse ofendidos. Es claro que Milei tampoco tiene en mente incluir a las y los votantes argentinos.

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