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Industria automotriz: un plan de empresas y sindicatos

“Los que producen, invierten y trabajan deben conciliar para hacer crecer al país”, dijo Fernández en Smata en la presentación de un ambicioso programa para aumentar la producción y exportación de autos

18 diciembre de 2019

El presidente Alberto Fernández encabezó ayer el acto de presentación del Acuerdo Social y Productivo para el sector Automotor 2030, que apunta a promover el desarrollo y la sustentabilidad de esta industria mediante la concertación entre sindicatos, cámaras empresarias y el Estado. Esta iniciativa comenzó a elaborarse en febrero a instancias del secretario general del Smata, Ricardo Pignanelli a la cual se sumaron rápidamente las terminales.

El Jefe de Estado realizó el anuncio en la sede del Smata junto al ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y el ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Exterior y Culto, Felipe Solá. También estaban presentes otros dirigentes sindicales como Hugo Moyano y Antonio Caló. Luego de la presentación de Pignanelli, habló el titular de Adefa y presidente de Ford, Gabriel López que dejó en claro la visión coincidente que hay sobre el futuro de la industria automotriz entre todos los integrantes de sus cadena de valor. Por eso también participan de la iniciativa los concesionarios nucleados en Acara, los autopartistas representados en Afac y Adimra que expresa a los industriales metalúrgicos.

“Este encuentro sintetiza lo que estamos proponiendo a los argentinos, un modo en el que los que producen y trabajan concilien intereses para hacer crecer a Argentina”, remarcó el Presidente. “Han dado el puntapié inicial del nuevo contrato social argentino”, le dijo al sector automotriz. Y pidió que en esa mesa sectorial le reserven un lugar al Estado para que pueda hacer su aporte.

En esa línea, apuntó a la necesidad de “autos accesibles a precios accesibles para todos”, y añadió que “la riqueza se genera con empresarios que dan trabajo”.

“La Argentina que se inicia es la que valora al que invierte, al que trabaja y que valora el consumo y el desarrollo económico en desmedro de la Argentina de la especulación”, subrayó el Presidente.

El sector automotor es uno de los grandes afectados por la crisis económica: según los últimos datos de Adefa, en noviembre apenas de ensamblaron 27.099 vehículos, 14,9% menos que en octubre y 26,2% menos que en igual mes de 2018. Comparando once meses del 2019 con respecto al mismo período del año anterior, se registró una caída de 32,7%.

Según resaltaron las cámaras el sector se encuentra en riesgo, no sólo por la transformación tecnológica global, sino por los nuevos acuerdos comerciales, y en particular el de libre comercio entre Brasil y México, competidores directos de inversiones en la región. Uno de los temas que aborda el trabajo es el de la presión impositiva que supera ampliamente a la de esos países. Sin embargo, en ese punto, el contexto no ayuda porque el Gobierno está impulsando una suba de impuestos mientras que la suspensión del Pacto Fiscal que les permitirá a las provincias restablecer algunas cargas que afectarán a los sectores productivos.

“El Plan Estratégico es una expresión del acuerdo social que impulsa el Gobierno con el fin de generar un horizonte de innovación que permita delinear el futuro de la industria hacia 2030”, dijeron desde la nueva administración.

La iniciativa propone declarar a la industria automotriz como un sector estratégico para el desarrollo de la economía argentina y crear un Instituto de la Movilidad que diseñe políticas que tiendan a la modernización y a la mejora de la competitividad de la actividad.

Argentina es una de las 28 economías mundiales que cuentan con esta industria, que tiene una participación del 6,6% en el PIB industrial. Además, es el cuarto productor mundial de pickups medianas, lo que podría ser el futuro intento para un desarrollo especializado en este tipo de vehículos.

El Plan Estratégico proyecta incrementar hacia el año 2030 la producción de 1,8 millón de unidades por año (desde las 315 mil actuales), llevar la exportación de 1,4 millón de unidades (ahora 225 mil) y la generación de 1,3 millón de empleos directos e indirectos mientras que en este momento llegan a 650 mil.

La iniciativa permitirá crear puestos de trabajo de alta calificación, promover nuevas inversiones y exportaciones de alto valor agregado, incorporar innovaciones tecnológicas a la cadena de valor, fortalecer el desarrollo del autopartismo potenciando de la integración local y modernizar la educación técnica profesional con la incorporación de inteligencia artificial y robótica, sostienen en el sector.

En la industria creen necesario que este Plan se plasme en una ley que asegure que asegure la continuidad de las reglas de juego. Por otra parte, Fernández se refirió a la importancia que tiene el Mercosur algo que los empresarios del sector tienen muy claro porque saben que el futuro de la industria sólo puede pensarse en relación con Brasil. No es la primera vez que se intenta armar un proyecto de largo plazo para el sector, pero las frustraciones anteriores demuestran que su cumplimiento no es sencillo, más en un momento en el cual el mercado de Brasil crece poco y hay capacidad instalada ociosa en todo el mundo.

En las terminales pronostican que 2020 será mejor que 2019 y creen que la producción y las ventas se irán recuperando, pero de manera gradual. Incluso hay quienes consideran que las restricciones cambiarias podrían impulsar la compra de autos como ocurrió en el pasado.

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