Con un PIB de US$ 17 billones, y siendo uno de los países más poblados del mundo (1.400 millones de personas), China representa un mercado trascendental para la mayoría de los países.
Prueba de ello es que, en las últimas semanas, importantes líderes, como Emmanuel Macron, Vladimir Putin, Lula da Silva y Pedro Sánchez, han visitado China o se han reunido con el presidente Xi Jinping. Y ahora es el turno de Uruguay, que envió a su canciller Francisco Bustillo al Gigante Asiático.
Este lunes, el Canciller uruguayo destacó el "excelente estado de los vínculos bilaterales" entre China y Uruguay durante el encuentro que mantuvo con el presidente de la Asociación de Amistad del Pueblo Chino con el Extranjero, Lin Songtian.
Los dos funcionarios coincidieron en la necesidad de "continuar transformando la confianza mutua existente en nuevos instrumentos y beneficios tangibles para ambos pueblos".
El principal objetivo de Bustillo es profundizar la relación bilateral y avanzar sobre las negociaciones para un Tratado de Libre Comercio entre ambos países.
Aunque esto está prohibido por el Tratado de Asunción, desde hace varios meses, y ante la negativa del bloque, Uruguay ha comenzado a negociar con el Gigante Asiático de forma unilateral.
Actualmente, para Uruguay, al igual que para Brasil, China es su principal socio comercial: en 2022, el 28% de las exportaciones de bienes de la nación sudamericana fueron hacia el país asiático.
El año pasado, el comercio entre ambos rondó los US$ 7.500 millones y, en comparación a las cifras de 1988, fue 60 veces más grande. Solo desde 2017, el comercio entre ambos países creció un 50%.
Durante su visita a China, Bustillo también se reunirá con el canciller de ese país, Qin Gang, y con el viceministro de Comercio y representante adjunto de Negociaciones Comerciales Internacionales, Wang Shouwen.
