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Ucrania iniciará conversaciones para una muy improbable adhesión a la Unión Europea

Para la sorpresa de muchos, el bloque comunitario aceptó formalmente iniciar negociaciones de adhesión con Ucrania. Para Kiev, que parece estar perdiendo apoyo de EE.UU., esto representa un gran triunfo diplomático. Sin embargo, parece muy difícil que logre unirse al bloque.

Ucrania iniciará conversaciones para una muy improbable adhesión a la Unión Europea
Damián Cichero 15 diciembre de 2023

En un rápida y muy sorprendente victoria, este jueves los líderes de la Unión Europea aceptaron iniciar negociaciones de adhesión con Ucrania.

Aunque la idea rondaba por Bruselas desde hace semanas, el principal obstáculo a superar era la oposición del primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, ya que la decisión debía tomarse por unanimidad.

Sin embargo, para sorpresa de muchos, Orbán abandonó la sala minutos antes de que se llevara a cabo la votación, permitiendo que los demás 26 líderes siguieran adelante.

De todas formas, el propio Orbán dejó en claro que esto era una "mala decisión", aunque no explicó qué podría recibir exactamente a cambio de su "concesión".

Entre algunas de las medidas que podrían haber ablandado a Orbán se encuentra la decisión de la Comisión Europea de reestablecer el acceso de Hungría a 10.200 millones de euros en reembolsos para proyectos económicos después de descubrir que había cumplido las condiciones sobre la independencia de su poder judicial.

"La postura de Hungría es clara: Ucrania no está preparada para que iniciemos conversaciones sobre la membresía en la UE. Pero 26 estados miembros insistieron en que se debía tomar esta decisión, por lo que Hungría decidió que deberían seguir su propio camino y Hungría no desea participar en esta mala decisión", explicó. 

Como era de esperar, cuando ya está confirmado que la contraofensiva ucraniana ha fracasado, quien celebró la decisión fue el presidente Volodímir Zelenski: "Esta es una victoria para Ucrania. Una victoria para toda Europa. Una victoria que motiva, inspira y fortalece". 

"Felicito a todos los ucranianos en este día. La historia la hacen aquellos que no se cansan de luchar por la libertad", agregó. 

Un largo camino que recorrer

Sin dudas, en un momento en el que el Capitolio de Estados Unidos se niega a aprobar un nuevo paquete de ayuda para Ucrania, la actual noticia es una gran victoria diplomática para Kiev.

No obstante, esto no significa que el país de Europa oriental esté cerca de unirse al bloque ni mucho menos, ya que las negociaciones llevarán años. 

Hasta antes de empezar la guerra, Ucrania tenía una población de 44 millones de habitantes (por la migración se estima que actualmente son unos 25 millones) y es geográficamente más grande que cualquier miembro de la UE.

Su PIB per cápita es menos de un tercio del promedio de la UE en términos de poder adquisitivo. Por lo tanto, en el caso de unirse al bloque, se convertiría en un receptor neto de fondos para igualar el nivel de vida y apoyar su enorme sector agrícola.

Según un estudio interno de la UE, si Ucrania fuera miembro ahora, recibiría 96.500 millones de euros en el marco de la Política Agrícola Común del bloque durante siete años y otros 61.000 millones de la política de cohesión del bloque, la cual busca igualar los niveles de vida entre los miembros. 

Pero, si Ucrania recibiese dicha cifra, esto significaría que muchos países que ahora son receptores netos de fondos se convertirían en contribuyentes netos, mientras que los contribuyentes netos actuales tendrían que pagar más. 

En este sentido, también debe tenerse en cuenta que una membresía de Ucrania implicaría que el mercado laboral de la UE se abriría a millones de ucranianos que cobran peores sueldos. Justamente, una de las causas del Brexit fue que en 2004 Polonia se unió al bloque y miles de trabajadores polacos inundaron el Reino Unido. 

A esto se suma que Ucrania es una potencia agrícola: actualmente, vende la mayoría de sus productos a la UE, pero, en el caso de llegar a ser miembro, pasaría a formar parte del mercado único sin aranceles ni cuotas.

Por lo tanto, es esperable que sus productos inunden otros mercados, provocando un gran malestar en los agricultores de toda la UE, como es el caso de los franceses, los cuales también se oponen a la firma del Acuerdo Mercosur-UE por el mismo motivo. 

Así, actualmente, cuando el mundo atraviesa una severa crisis económica, parece muy difícil que haya quórum a la hora de aceptar a Ucrania.

Pero, aunque todos estos resultan motivos más que suficientes para no aceptar a Ucrania, hay uno que es casi condenatorio: al igual que sucede en la OTAN, la UE tiene un artículo que habla de defensa colectiva.

El problema de la defensa colectiva

Aunque Rusia invadió Ucrania por diferentes motivos, entre los que se destacan cuestiones culturales, el presidente, Vladimir Putin, ha dejado en claro que el ataque es consecuencia de la expansión de la OTAN y la UE hacia Europa oriental.

Según Putin, EE. UU. y Bruselas rompieron su promesa de que no iban a aceptar países que en algún momento estuvieron bajo la órbita de la Unión Soviética, como Hungría y Polonia. 

Por ello, tras varios años de acercamiento hacia Kiev, Moscú decidió actuar porque esta era una línea roja que no estaba dispuesta a tolerar, ya que implicaría la llegada de la OTAN o la UE literalmente a sus fronteras. 

Y es aquí donde aparece el mayor problema: en el Tratado de Lisboa, el artículo 42.7 aclara que, cuando un Estado miembro de la UE "sea objeto de un ataque armado en su territorio, los demás Estados miembros deberán prestarle ayuda y asistencia con todos los medios a su alcance". 

Por lo tanto, teniendo en cuenta el conflicto entre Ucrania y Rusia, una posible adhesión de Kiev representaría una declaración de guerra de Bruselas contra Moscú, algo que ningún miembro estaría dispuesto a tolerar.

Incluso, este mismo problema puede observarse en la OTAN, la cual ya ha dejado en claro que Ucrania no pasará a formar parte de la alianza transatlántica hasta que la guerra acabe.

Pero, cuando la OTAN se explayó, aún se creía que Kiev podía recuperar los territorios perdidos a manos rusas, algo que hoy parece imposible, ya que el Kremlin controla firmemente una sexta parte de Ucrania. 

Por eso, incluso aunque la guerra terminara, también es improbable que Ucrania sea aceptada en cualquier bloque si no controla el 100% de su territorio o, en otro caso, debería renunciar a sus reclamos, algo que también parece imposible. 

Justamente, aunque la OTAN oficializó en 2008 que Ucrania podría convertirse en su miembro, las conversaciones casi no avanzaron desde 2014, año en el que Rusia anexó la península de Crimea. 

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