Aunque él mismo ya lo había confirmado en varios medios, el fin de semana Lula da Silva lanzó oficialmente su candidatura presidencial de cara a las elecciones de octubre.
Lula, que se presentará a los comicios con la coalición “Vamos juntos por Brasil”, se mostró muy crítico de Jair Bolsonaro y dijo que “nuestra soberanía y democracia son constantemente atacadas por la política irresponsable y criminal del actual gobierno. Entregan el patrimonio del pueblo brasileño”.
“Es más que urgente restaurar la soberanía (…) defender nuestra soberanía es también recuperar la política activa que elevó a Brasil a la condición de protagonista en el escenario internacional”, agregó.
En este sentido, volvió a defender la idea de una Patria Grande y dijo que habrá que fortalecer tanto la integración en América Latina como en el Mercosur y la CELAC.
Por otra parte, se refirió a la actual suba de los precios de los combustibles y explicó “que somos autosuficientes en petróleo, pero pagamos una de las gasolinas más caras del mundo, cotizada en dólares, mientras que los brasileños reciben sus salarios en reales”.
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Además, también mencionó la actual deforestación de la Amazonía y dijo que “defender la soberanía es defender la Amazonía de la política de devastación del actual gobierno (…) es garantizar la posesión de sus tierras a los pueblos indígenas”.
Quien no estuvo junto a Lula por dar positivo de coronavirus fue el exgobernador de San Pablo Geraldo Alckmin, quien será su candidato a vicepresidente.
- Actualmente, la mayoría de los sondeos le dan al líder del PT una intención de voto de aproximadamente el 43%, seguido por Bolsonaro con el 36%.
El acortamiento de la brecha se debe a algunas tensiones en el lulismo (como en el FdT en Argentina, tiene una sector más ortodoxo y otro más radicalizado y no todas las medidas caen siempre bien) y, también, al final de la campaña de Sergio Moro, que generó un direccionamiento de votos hacia Bolsonaro.
Hacia adelante, la tendencia central será la economía. Si las medidas de Bolsonaro logran mejorar los ingresos de los brasileños, el actual Presidente puede tener chances de seguir acercándose a Lula y eventualmente, ganar. Si eso no ocurre, el regreso de Lula será muy probable.
