En una jornada histórica para Japón, el Banco Central de este país les puso fin a ocho años de tasas de interés negativas.
La medida representa la primera subida de tipos de interés de Japón en 17 años, aunque el país asiático todavía mantiene los tipos estancados en torno a cero.
"Volvimos a una política monetaria normal centrada en los tipos de interés a corto plazo, como ocurre con otros bancos centrales", dijo el gobernador del BoJ, Kazuo Ueda, en referencia a lo que han hecho otras entidades, como la Reserva Federal de EE.UU.
"Si la inflación tendencial aumenta un poco más, eso puede llevar a un aumento de las tasas de corto plazo", agregó Ueda, sin dar detalles sobre el ritmo y momento de las probables subidas.
Así, el BoJ fijó la tasa de interés, que permanecían hasta ahora en el -0,1 %, hasta el 0,1 % para controlar la inflación de más del 2%.
El banco también abandonó el control de la curva de rendimiento (YCC), una política vigente desde 2016 que limitaba las tasas de interés a largo plazo a alrededor de cero, y suspendió las compras de activos de riesgo.
Sin embargo, aclaró que seguirá comprando "más o menos la misma cantidad" de bonos gubernamentales que antes y aumentará las compras en caso de que los rendimientos aumenten rápidamente, subrayando su enfoque en evitar cualquier aumento perjudicial en los costos de endeudamiento.
Además, en una clara señal de que las futuras subidas de tasas serán moderadas, el BoJ comunicó que espera que "por el momento se mantengan condiciones financieras acomodaticias".