Este miércoles 23 de agosto no será uno más para India: su sonda Chardrayaan-3 intentará ser la primera en aterrizar en el polo sur de la Luna.
La misión india fue lanzada el pasado 14 de julio con este objetivo. Sin embargo, todo se "complicó" cuando un par de semanas después Rusia envió su propia misión, buscando llegar primero a esa región.
Pero, para el alivio de Nueva Delhi, la sonda rusa Luna-25, que iba a alunizar el pasado lunes, se terminó estrellando un par de horas antes de iniciar el descenso, lo que ahora le da a India la posibilidad de hacer historia.
Además, si logra alunizar, se convertirá nada menos en el cuarto país en lograrlo tras lo hecho por Estados Unidos, la Unión Soviética y China.
India, un país en ascenso en todos los sentidos, ha visto cómo su sector espacial ha cobrado gran impulso gracias a las medidas tomadas por el primer ministro, Narendra Modi, quien privatizó los lanzamientos espaciales y busca abrir el sector a la inversión extranjera, ya que apunta a quintuplicar su participación en el mercado global de lanzamientos en la próxima década.
En este sentido, si Chandrayaan-3 tiene éxito, los analistas esperan que el sector espacial de India aproveche su reputación de ingeniería competitiva en costos.
Por ejemplo, la Organización de Investigación Espacial de la India (ISRO) tenía un presupuesto de alrededor de US$ 74 millones para la actual misión, mientras que Rusia destinó unos US$ 200 millones para Luna-25.
En comparación, la NASA está en camino de gastar aproximadamente US$ 93.000 millones en su programa lunar Artemisa hasta 2025, el cual planea enviar astronautas nuevamente al satélite natural.
Por otra parte, además de Rusia e India, Estados Unidos y China ya han declarado su interés por explorar el polo sur de la Luna, ya que se cree que allí hay agua congelada.
En la década de 1960, antes del primer alunizaje del Apolo, los científicos habían especulado que podría existir agua en la Luna, aunque las muestras que los equipos devolvieron para su análisis a fines de la década de 1960 y principios de la de 1970 parecían estar secas.
Pero, en 2008, investigadores de la Universidad de Brown revisaron esas muestras lunares con nueva tecnología y encontraron hidrógeno dentro de pequeñas gotas de vidrio volcánico.
Y, tan solo un año después, un instrumento de la NASA a bordo de la sonda india Chandrayaan-1 detectó agua en la superficie lunar.
