Las proyecciones de crecimiento de la economía brasileña se venían recortando en las últimas semanas y la irrupción del coronavirus agudizó esa tendencia. Según la mediana de los pronósticos de los analistas del mercado que recopila semanalmente el Banco Central de Brasil para elaborar el informe Focus, la suba del PIB en 2020 pasó de 2,17% a 1,99%. En el caso de la producción industrial, el ajuste fue de 2,41% a 2%.
A su vez, se espera que el Indice de Precios al Consumidor Amplio tenga una variación de 3,20% este año y por lo tanto cumpliría holgadamente con la meta de inflación cuya tasa central es de 4%.
En ese contexto de estabilidad, el mercado espera que a fin de 2020 el dólar se cotice a 4,25 reales a pesar de que la semana pasada cerró a 4,63 en un contexto global muy volátil que castigó a las monedas de los países emergentes.
Está claro que los analistas estiman que el escenario internacional tenderá a normalizarse y que el real podría apreciarse en los próximos meses. Por otra parte, no se prevén cambios en la tasa Selic que se mantendría en 4,25% hasta fin de año. De todas maneras, no son pocos los analistas que consideran que el Comité de Política Monetaria del Banco Central podría hacer un recorte de un cuarto de punto la semana que viene en línea con lo que están haciendo las entidades monetarias de otros países.
En el frente externo, los cambios fueron mínimos y se estima para este año un desequilibrio de US$ 58.650 millones en la cuenta corriente y un superávit comercial de US$ 36.400 millones, apenas inferior al del Focus anterior. Los números fiscales se mantuvieron inalterados, con un déficit proyectado de 1,10% del PIB para el resultado primario y 5,50% para el nominal.
Para Argentina, el menor crecimiento de Brasil es una mala noticia pero que se inscribe en un contexto más global de desaceleración del nivel de actividad, y de recesión en algunos casos, como consecuencia de las medidas adoptadas para el enfrentar el coronavirus.
