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Volatilidad: ni los expertos coinciden en las apuestas

Economía informó que realizó una buena licitación: le ofrecieron más de un billón de pesos

Hoy, el Indec informa el IPC de noviembre
Hoy, el Indec informa el IPC de noviembre
Luis Varela 15 diciembre de 2022

Con los precios de casi todo sumergidos en una altísima volatilidad, el dato más distintivo que puede sintetizar lo que está pasando con los negocios financieros a nivel global puede ser una movida que hicieron ayer mismo dos de los principales bancos de inversión del mundo. 

Mientras BlackRock decidió vender su participación en Iberdola, una de las mayores empresas de electricidad del mundo, Goldman Sachs decidió comprar lo que vendía, y el paquete accionario de esa firma líder en energías renovables quedó con los árabes de Qatar Investment como mayor accionista con el 8,7% del paquete total, con GS como segunda con el 6,18%.

Ese movimiento que identifica un verdadero desquicio, con movimientos opuestos entre los que más saben, mostró también ayer de qué modo los principales índices de la Bolsa de Nueva York viajaron ayer con subas mayores al 1% durante toda la primera parte del miércoles, para darse vuelta y terminar todos para abajo después de que el titular de la Reserva Federal, Jerome Powell, confirmó que subió la tasa corta de EE.UU. en otros 50 puntos básicos, avisando además en sus siempre muy escuchados comentarios finales que la inflación del 7,1% anual que mostró noviembre en la economía norteamericana sigue siendo amenazante, por lo que debe esperarse para 2023 un horizonte de tasas cortas que pueden escalar hasta 5,25% anual, en algo que se irá viendo según vayan apareciendo los datos de inflación y la reacción de la actividad económica.

Un escenario interno

En realidad, en una frase muchas veces repetida en el Mundial de Fútbol que estamos siguiendo todos, la pelota está en el aire, nadie sabe cuál puede ser el resultado, ¿o alguien hubiera imaginado hace un mes que Marruecos iba a terminar jugando la semifinal con el campeón actual Francia, y que le iba a hacer un buen partido, con muchos goles que quedaron ahogados en la garganta de los marroquíes, que terminaron envueltos en llanto?

Y eso mismo se vio ayer en la reacción que tuvieron los commodities, con la Fed subiendo el dinero corto al 4,5% anual, y con el BCE y el BoE a punto de anunciar hoy medidas que parecen dirigidas en una dirección similar (los ingleses anunciaron ayer que su IPC de noviembre fue del 10,7% anual, menor al 11,1% de octubre -el mayor en 41 años- pero el horno sigue sin estar para bollos, y probablemente hoy también empujarán lo que se paga para conseguir libras.

Impacto en las commodities

Toda esta movida financiera alteró el valor de las commodities. El petróleo subió ayer otro 2,4%, los metales preciosos y básicos actuaron mixtos, entre las criptomonedas solo el Bitcoin levantó cabeza pero el resto de los valores del panel mostró todo en rojo por un corralito en la plataforma cripto más usada en Argentina, ya que Binance sufrió un retiro masivo, como correlato de la quiebra de FTX, y hay mucha gente que no sabe qué está pasando con el dinero que tiene invertido. 

Y, por si fuera poco, otro de los renglones que mostró direcciones divergentes fue el valor de los granos, ya que en Chicago casi no se movieron, mientras que en Rosario, debido a la dura sequía que enfrenta el país, hubo un duro aumento para el girasol y la soja se está acercando otra vez a su mayor cotización en 10 años.

Por supuesto, el anuncio que hizo Powell (en lo que fue el día con la última gran información financiera del año) determinó que las tasas largas de EE.UU. volvieran a orientarse a la suba: se pagó 4,7% anual a 1 año, 3,7% a 5 años, 3,5% a 10 años y 3,6% a 30 años. Y con eso la baja de casi dos meses que venía experimentado el dólar global se frenó. Tanto que ayer en el exterior el dólar subió 1,7% en Chile, 0,4% en México y 0,1% en China, pero bajó 0,1% contra el yen, 0,3% en Brasil y perdió 0,5% contra el euro y la libra, cuyos bancos centrales mueven hoy.

La licitación de Massa

A nivel local, desde el punto de vista cambiario todo estuvo en torno a la licitación de deuda en pesos que debía enfrentar Sergio Massa. Tenía que conseguir $ 405.000 millones para pagar vencimientos inminentes con inversores privados y el ministerio de Economía informó que se sobrecumplió el objetivo, ya que lograron tomar deuda por $ 770.000 millones.

Sobre el total captado el 39% fue en una letra del Tesoro Nacional en pesos a descuento con vencimiento 31 de marzo de 2023 (s31m3 - reapertura) con una tasa del 87,1% anual, el 20% en una letra del Tesoro Nacional en pesos ajustada por CER a descuento con vencimiento 21 de abril de 2023 (x21a3 - reapertura), el 16% en una letra del Tesoro Nacional en pesos a descuento con vencimiento 28 de abril de 2023 (s28a3 - reapertura) con una tasa del 88,9% anual, el 13% en un bono del Tesoro Nacional vinculado al dólar estadounidense vencimiento 31 de julio de 2023 (t2v3d - reapertura), el 7% letra de liquidez del Tesoro Nacional en pesos a descuento con vencimiento 30 de diciembre de 2022 (nueva) con una tasa del 69%, el 3% en un bono del Tesoro Nacional vinculado al dólar estadounidense 0,30% vencimiento 28 de abril de 2023 (tv23d - reapertura), el 2% en un bono del Tesoro Nacional vinculado al dólar estadounidense vencimiento 28 de abril de 2023 (t3v3d - nuevo)  y el 1% restante en un bono del Tesoro Nacional en pesos a tasa badlar privada por 0,70 con vencimiento 23 de noviembre de 2027 (tb27p - reapertura)

En suma, el dinero obtenido se consiguió (llenando de papeles públicos a organismos del Estado) y eso se concretó en un día en el que el dólar soja se quedó con menos nafta, ya que la liquidación de divisas viene declinando jornada tras jornada (ayer la compra fue de solo u$s 40 M, muchísimo menos que en los primeros dias del mes, y ni que hablar si se compara con lo que se liquidaba con el dólar soja 1.0 en septiembre.

Con tanto movimiento contable ando vueltas, con especialistas ratificando que Massa y Gabriel Rubinstein se están haciendo trampa en el solitario, el dólar blue fue la estrella cambiaria principal del día, pero los dólares financieros estuvieron más tranquilos, lo que no es poco. Ayer (mientras en definitiva el BCRA terminó sumando para las reservas sólo US$ 13 millones, y chupando depósitos de los bancos por $3.613 millones en Leliq a seis meses y $38.220 millones en Notaliq a seos meses) el dólar blue saltó $5 hasta $320, el mayor valor desde julio. 

La cuestión es que con el blue en $320, el dólar Qatar subió 42 centavos hasta $358,44, el Senebi cayó $5,97 hasta $331,19, el MEP bajó 66 centavos hasta $322,70 y el contado con liquidación bajó $2,89 hasta $330,57. 

Por lo que la brecha entre el blue y el oficial volvió al 79% y la del CCL con el mayorista está en el 92%. Y lo más destacable del caso (en algo que afecta el comercio exterior argentino) es que medidas en pesos, otras monedas también subieron fuerte en sus cotizaciones oficiales: la libra subió 1,44 hasta 213,85, el euro subió 1,18 hasta 183,78 y el real subió 18 centavos hasta 32,59. Todo con los plazos fijos congelados en tasas del 75% anual y en stock que vienen planos desde hace casi cinco semanas.

Redondeando, la suba de la tasa corta de la Fed determinó que los bonos regionales se tranquilizaran. Los bonos argentinos terminaron con valores sostenidos en pesos, pero el riesgo país volvió a mostrar tendencia alcista, ya que anotó una suba de 12 unidades, hasta 2.242 puntos básicos, y en una movida regional que preocupa porque Lula nombró a su equipo económico, al mercado no le cayeron bien los nombres, por lo que los bonos brasileños perdieron precio contado y su tasa a 10 años subió ayer de 13% a 13,5% anual. Por ahora los brasileños no están "stand alone" como nosotros, pero si esto continúa es probable que vayan camino a una baja de calificación. 

Al respecto debe decirse que la agencia de calificación Moody's se ocupó de hablar ayer de  Argentina: recomendó que se realice una unificación cambiaria y advirtió que se vienen problemas para la economía local para mediados de 2023, justo cuando vence la montaña de bonos duales, en junio, julio y septiembre.

Las bolsas para abajo

La clavija que apretó ayer Powell apagó la suba de Wall Street. Los inversores especulativos siguen en plena rotación, vendiendo lo caro y comprando lo barato, pero cada suba se va encontrando con una posterior baja, por lo que aún sigue mandando la idea de que cada suba es oportunidad de venta. Ayer, tras una apertura en verde, el índice industrial Dow Jones cerró con una pérdida del 0,4%, el S&P achichó 0,6% y el Nasdaq descendió 0,8%, con un derrumbe de casi 10% para Petrobras, donde Lula aparentemente quiere meter mano. Esto, sin embargo, no afectó a la Bolsa de San Pablo, que subió 0,2%, aunque la de México bajó 0,6%.

En el mercado bursátil local se dio un fenómeno muy particular. Los precios locales en pesos estuvieron a la baja, pero los ADR argentinos que cotizan en New York reflejaron sonrisas. Con $3.115 millones operados en acciones y $8.181 millones en Cedears, la Bolsa de Buenos Aires bajó 0,8%. Mientras que los ADR mostraron subas del 1% al 8,7% para Despegar, Edenor, Loma Negra, Cresud, Central Puerto, Supervielle y Telecom; con bajas del 1% al 1,6% para YPF y TGS.

En el mercado local está sucediendo algo parecido a lo que pasa en los mercados europeos o en Wall Street. Cada suba se evapora rápido. Todos se preguntan su habrá rally navideño, pero parece que en esta ocasión Santa Claus vendrá con la bolsa vacía de regalos. Todos esperan una cosa, los gobiernos dicen otra, nadie cree nada demasiado, y se termina, como BlackRock y Goldman Sachs haciendo operaciones completamente a contramano.

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