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Otra semana difícil

Lanzan medidas insuficientes y generaron un dólar de miedo

Alberto estuvo con la cabeza en otra parte (Mercosur) y Cristina siguió muda. La situación generó más temor, los dólares libres pegaron un brinco, los bonos y las acciones siguen retrocediendo.

El dólar blue saltó $20 hasta $337
El dólar blue saltó $20 hasta $337
Luis Varela 22 julio de 2022

En otro día para el infarto, ahorristas e inversores vieron ayer de qué modo los dólares libres trepaban a precios impensados, con los bonos deshaciéndose aún más, un riesgo país que ya se acerca a los 2.900 puntos, con las acciones en una ilusión, volando en dólares pero quedando a la cola en pesos, la ya decidida crisis financiera se siguió extendiendo como una mancha de aceite, comenzando a trabar las transacciones en la economía real, generando carteles de "no hay stock" en un gran números de la cadena de proveedores de los comercios chicos.

La jornada ya se inició caldeada porque la vocera presidencial había indicado el miércoles, de manera muy extraña, que el jueves o viernes se iban a anunciar medidas, en medio de rumores de que podía llegar a determinarse un feriado cambiario e incluso bancario. 

Con eso como base, las cámaras de los movileros de todos los canales fueron siguiendo el paso de todos los funcionarios involucrados, suponiendo que de un momento a otro se iba a llamar a conferencia de prensa para anunciar una batería de medidas importantes, pero eso no ocurrió, hubo apenas algunas decisiones, que para los especialistas fueron algo así como aspirinas, medidas insuficientes, que terminaron provocando un dólar de miedo.

Algunas medidas

Finalmente, a lo largo de una tarde ciertamente agitada, se anunciaron esencialmente cuatro cosas concretas: Le permitirán a los turistas que lleguen al país comprar hasta US$ 5.000 a valor de dólar MEP (algo que fue tomado como una broma, porque en los mismos hoteles pueden venderlos directamente con precio blue, que es bastante más alto). 

También se habilitó el pago de insumos importados para mercaderías que estaban en tránsito, que salieron de puerto de origen antes del 27 de junio. Y se limitó la tenencia de Cedears para empresas que accedan al mercado de cambios oficial, ya que por esa vía se está fugando una montaña de dólares, alcanzándose ayer el volumen diario más alto de todos los tiempos. 

Se autorizó el aumento del 40% en el boleto de colectivo de las líneas de transporte del AMBA (decisión que no frena la protesta, ya que eso no libera los subsidios atrasados, por lo que la escasez de unidades continuará). Y como una promesa de algo que puede conocerse en las próximas horas se difundió que se anunciará una especie de desdoblamiento cambiario para el campo, para que los sojeros finalmente vuelvan a liquidar granos retenidos.

En ningún momento se habló de hacer recortes en el gasto público, tampoco se anunció que se viene una baja en la presión impositiva, ni tampoco se dijo ni media palabra sobre suba en las tasas de interés o algún límite concreto a la emisión o a los adelantos transitorios que salen desde el Banco Central hacia el Tesoro. 

Es más, el verdadero destacado del día fue que Miguel Angel Pesce, que había tenido varios enfrentamientos con Martín Guzmán, también se resiste ahora a la idea de Silvina Batakis de subir las tasas: ayer las mantuvo sin cambios, en 53% para los plazos fijos, a pesar de que la inflación anual estimada ya está arriba del 90% y con muchos observadores anticipando que la cifra final tiene garantizada tres cifras.

Todas esas decisiones parciales fueron acompañadas por declaraciones del vicepresidente segundo del Banco Central, Jorge Carrera, quien disminuyó los problemas actuales, afirmando de alguna manera que son coyunturales, porque el país está gastando muchos dólares para importar gas y los productores optaron por retener liquidación de divisas porque no quieren pesos en su poder, pero en septiembre este cuello de botella será superado, dejaremos de gastar en gas importado, los productores volverán a exportar y nos dirigimos a un 2023 en el que habrá gran crecimiento de abastecimiento de gas por el gasoducto, más exportación de gas y petróleo, y nos encaminamos a fuertes exportaciones de minerales, lo cual dará vuelta por completo toda la ecuación cambiaria de Argentina.

Dólares para arriba

La huida del peso se agigantó y los dólares libres literalmente estallaron: mientras el BCRA perdió otros US$ 57 millones de las reservas, chupando de los bancos además $392.601 millones en Leliq a 28 días, el dólar blue brincó $20 hasta un récord nominal histórico de $337, con el Senebi estallando con una suba de $28,40 hasta $342,61, el MEP brincó $22,65 hasta $326,09 y el contado con liquidación brincó $21,07 hasta $329,82, por lo que la brecha cambiaria saltó al nivel más alto en cuarenta años: la distancia entre el dólar oficial y el blue saltó hasta 147% y la del CCL con el mayorista voló hasta el 154%. 

Eso se dio con un dólar global que también subió en América Latina, pero no en el resto del mundo: en el exterior el dólar subió 0,5% en Brasil y México, y 0,3% en Chile, pero bajó 0,1% contra la libra, 0,4% contra el euro y 0,6% contra el yen.

Por supuesto, al cierre del día todo el mundo se preguntaba si la suba de los dólares libres encontraría algún freno, ya que estos precios se parecen mucho a valores de miedo, de overshooting, como pasó en octubre de 2020. 

Pero el tema es que los $195 de octubre 2020 ajustados por inflación a hoy equivaldrían a $406 y el dólar de la hiperinflación de 1989 estaría hoy a nada menos que $540. Los analistas afirman que si el equipo económico no se apura y tranquiliza un poco las aguas, la crisis financiera puede arremeter por completo con la economía real, y la palabra hiperinflación que hasta ahora no estaba en el libreto de casi nadie, parece empezar a aparecer en alguna cabeza.

El economista Miguel Kiguel, de Econviews, dijo que “el problema que tiene Argentina de hoy es muy complejo y requiere un equipo grande, con un respaldo explícito de Massa y de Cristina, además de Alberto, sin ambigüedades, y luego creo que la oposición no va a obstaculizar, como no lo hizo cuando se firmó el acuerdo con el FMI”. 

“Las medidas que deben aplicarse son complejas: primero en el frente fiscal, el déficit es muy grande, hay que bajar el gasto público, tocar callos, algo que a nadie le gusta; luego hay que subir la tasa de interés; ver qué se hace con el tipo de cambio, con un dólar también modificado para los argentinos que viajan al exterior. De igual modo habrá que tocar algo el tipo de cambio oficial, ya que este mismo Gobierno atrasó 30 puntos el tipo de cambio en pocos meses, con una inflación alta; hay que corregir eso, y se corre contra el tiempo; hay que hacer un salto, no muy grande por la inflación. En suma, hay que hacer un desdoblamiento porque de lo contrario vamos a seguir perdiendo los pocos dólares que nos quedan”, señaló.

Bonos y acciones en alza

Con el dólar volando, los títulos argentinos también sufrieron. En el exterior el mercado estuvo bastante quieto, a pesar de que Italia perdió a Mario Draghi como primer ministro y el presidente Mattarella disolvió el Parlamento y llamó a elecciones. Eso provocó una generalizada de compra de bonos del Tesoro de EE.UU. como refugio, que les hizo bajar las tasas largas: se pagó 3% anual a 5 años, 2,9% a 10 años y 3,1% a 30 años. Una bicoca contra el 53,5% anual en dólares que promete el bono más corto que emitió Guzmán hace casi dos años.

Con ese marco, hubo otro buen día en la Bolsa de Nueva York, con una suba promedio del 0,9%. La Bolsa de San Pablo también ganó 0,8% y la de México avanzó 0,6%. 

Pero en Argentina los números no fueron para nada alentadores. Con doble volumen operado los bonos bajaron casi 2% y el riesgo país saltó otras 44 unidades, hasta 2.838 puntos básicos. Y a las acciones les tocó vivir una ilusión: con volumen récord ($2.243 millones operados en acciones y históricos  $13.335 millones en Cedear, hubo una suba del 4,7% en la Bolsa de Buenos Aires. Pero la realidad fue mostrada por los ADR argentinos en Nueva York: hubo una mejora mínima para Mercado Libre, pero luego se vio una baja en bloque del 1 al 8% para Edenor, IRSA, Bioceres, Francés, Central Puerto, Despegar, TGS, YPF, Cresud, Pampa E, Macro y Galicia.

¿Cómo puede seguir esta película? Habrá que ver qué anuncian para seducir la liquidación de los agroexportadores, para frenar la sangría de reservas. Pero la próxima valla está el miércoles próximo, día en el que la ministra Batakis debe conseguir en el mercado unos $310.000 millones para poder pagar los vencimientos inminentes de bonos en pesos. Si no los consigue de los inversores (que huyen masivamente de la moneda nacional) se los tendrá que pedir al BCRA, que volverá a abusar de la emisión, generando otro paso cerca de la cornisa, con una economía que está cada vez más complicada, y con la política mirando hacia otra parte.

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