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Día caótico

La orden fue huir del peso al dólar, la Bolsa o lo que fuera

Hubo huida del peso: eso hizo saltar el precio de los dólares libres, hubo compras de bonos dolarizados y apuesta por las acciones

os dólares oficiales siguen a la inflación y el dólar blue tuvo un salto de $8, hasta $302 (su valor más alto desde la corrida de julio)
os dólares oficiales siguen a la inflación y el dólar blue tuvo un salto de $8, hasta $302 (su valor más alto desde la corrida de julio) .
Luis Varela 16 noviembre de 2022

En un día caótico, con señales cruzadas de todo tipo, el mercado argentino terminó encerrado en una enorme contradicción: a pesar de que el Indec midió una inflación de octubre inferior a la que se venía estimando (6,3% contra 6,7% de las consultoras), los dólares libres pegaron un salto, con el BCRA perdiendo otra fuerte cantidad de reservas y tomando más deuda en Leliq. 

  • Pero, al mismo tiempo, la Bolsa local tuvo un día con suba y buen volumen y los bonos, con gran cantidad de negocios, volvieron a subir, por lo que el riesgo país cedió otros 46 puntos hasta 2.381 puntos básicos, el menor nivel en ocho semanas.

La explicación que entregaron los analistas a este cruzamiento de reacciones tuvo que ver con "una masiva huida del peso, que se quema en los bolsillos y también en los plazos fijos que hay en los bancos, por lo que ahorristas e inversores buscan diferentes salidas: algunos van a refugio clásico que es el dólar, otros se esperanzan con que en 2023 llegará otro gobierno y apuestan por las acciones y los más osados se dolarizan comprando bonos globales que tienen precio basura y subirán pese a una segura reestructuración, mientras el BCRA sostiene el precio de los bonos en pesos con más emisión, es decir más pasto para el incendio de todos los precios de la economía".

Lo paradójico de toda esta situación, mientras el Presidente (con un problema de salud en Bali) le sigue echando la culpa de la inflación a la guerra, en buena parte de los países empieza a haber precios a la baja, pero aquí -según el Indec - octubre dio 6,3%, en lo que va del año se acumula un 76,7% y en los últimos doce meses el incremento salta al 88%. Tratando de buscar la parte medio llena del vaso, el economista Andrés Borenstein de Econviews destacó que "la inflación núcleo estuvo abajo del 6% y dadas las circunstancias no fue tan malo, aunque definitivamente no hay nada para festejar".

Indicadores en el exterior

Completamente a contramano de lo que ocurre en Argentina, mientras la rueda financiera mundial de ayer abrió con datos económicos muy débiles en China, hubo indicadores en EE.UU. que mostraron que la inflación mayorista norteamericana sigue cediendo y, detrás de eso, los inversores se van convenciendo de que la Fed no será tan agresiva en su reunión del 14 de diciembre, ven una suba de tasa de "sólo" medio punto, hasta poner la tasa corta en 4,5%, y detrás de eso bajaron mucho las tasas largas estadounidenses (se pagó 4,6% anual a 1 año, 3,9% a 5 años, 3,8% a 10 años y 4% a 30 años) y como consecuencia de eso el súper dólar global volvió a ceder: en el exterior el dólar subió 0,1% en México, pero bajó 0,2% contra el euro y el real, 0,4% en China, 0,5% contra el yen y cayó 0,9% contra la libra y el chileno.

En Argentina, en cambio, todas las monedas subieron, porque lo que realmente ocurre es que el peso es el que cae, el que pierde valor minuto a minuto. 

Y ayer, a pesar de que el BCRA perdió reservas por US$ 48 millones en el Mulc y US$ 139 millones al final del día (computando también las operaciones de comercio exterior), los dólares oficiales siguen a la inflación, arrastrando y el dólar blue tuvo un salto de $8, hasta $302 (su valor más alto desde la corrida de julio), con el dólar Qatar subiendo $1,12 hasta $338,36. Al tiempo que el Senebi saltó $5,59 hasta $318,58, el MEP saltó $5,32 hasta $305,16 y el contado con liquidación brincó $7,86 hasta $317,54. Por lo que la brecha entre el dólar oficial y el blue salto otra vez al 79% y la del CCL con el mayorista fue del 96%. 

Y, por si queda alguna duda de la debilidad del peso, la libra oficial subió ayer $2,06 hasta $192,52, el euro subió 69 centavos hasta $168,03 y sólo hubo una debilidad en el real, que bajó 9 centavos hasta $30,40, por la tensión que sigue enfrentando Lula en Brasil.

Fortaleza de los bonos en dólares

 Esta situación de inversores huyendo de los pesos, fortaleció a los bonos en dólares, el BCRA sostuvo a los bonos en pesos con más emisión de dinero, que irá a precios, a pesar de que ayer mismo la autoridad monetaria chupó de los bancos depósitos por $765.039 millones en Leliq cortas. Con todo ese combo, los bonos subieron casi 2%, haciendo que buena parte de los inversores terminaran ayer perplejos, con una mueca en la cara.

¿Qué elemento aceleró ayer toda esta situación? El campo de cultivo se fue creando en los últimos doce días con el BCRA perdiendo reservas sin parar, y sin que el Gobierno diera señales de alguna medida creíble, salvo la repetida receta de congelar precios, que antes se llamaban cuidados, ahora justos, y dentro de unos meses vaya alguien a saber qué otro nombre le pondrán al esquema. Pero ayer hubo un condimento que terminó por encender aún más la mecha de salida de la moneda local: probablemente intentando resistir las movidas kirchneristas permanentes, el viceministro de Economía Gabriel Rubinstein salió a hacer declaraciones y encendió todas las alarmas.

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¿Qué dijo el número dos de Sergio Massa? Primero planteó problemas con la devaluación, defendiendo el crawling peg acelerado, advirtiendo que si hubiera un ajuste abrupto habría riesgo de otro Rodrigazo. Pero las palabras del viceministro no quedaron ahí. Dijo que "va a costar uno y la mitad del otro bajar el déficit en 2023", advirtió que "va a ser difícil cumplir con los acuerdos firmados con el FMI", adelantó que "estamos previendo que se va a devaluar, la pregunta es ver de qué manera". Y probablemente lo peor de todo fue un mensaje directo al kirchnerismo: dijo que "no hay consenso en la coalición de Gobierno para llevar adelante un plan de estabilización con un alcance mayor".

¿Es esta una declaración que anticipa una hipotética renuncia que provocaría una crisis como la que generó Guzmán en la apertura de julio cuando dio un portazo? Nadie puede saberlo por ahora. Pero lo cierto es que ayer con doble volumen operado, los bonos argentinos subieron 2%, sumándose a una mejora regional de todos los papeles estatales, ya que si los bonos de EE.UU. pagan menos, el flujo de capitales se invierte.

Pero al mismo tiempo, la baja de tasas norteamericanas y el freno al súper dólar, alentó a los inversores especulativos de Wall Street a que Powell no será tan picante en diciembre, por lo que luego de algunos titubeos la bolsa de Nueva York terminó hacia arriba: con suba del 1,5% para el Nasdaq, del 0,9% para el S&P y del 0,2% para el Dow. Al tiempo que la Bolsa de San Pablo subió 0,8% y la de México cedió 0,1%.

Y lo particular del caso es que la huida del peso confluye también en los papeles privados como refugio, tanto que en el mercado bursátil local con $3.189 millones operados en acciones y $7.422 millones en Cedears, la Bolsa de Buenos Aires subió 1,5%. Mientras que los ADR argentinos en Nueva York no se mostraron tan optimistas ya que tuvieron resultado mixto, con suba del 1 al 6,6% para Mercado Libre, Edenor e YPF; pero con bajas del 1 al 2,8% para Cresud, Macro, Francés, IRSA, Central Puerto, Loma Negra, Galicia y Supervielle.

Los granos para arriba

Todo esto se condimentó con inquietud por la caída de un misil en Polonia que generó un alerta en la Otan. Y detrás de eso, hubo una suba del 1,4% para el petróleo, con los metales tanto preciosos como básicos con tendencia mixta. Y lo que probablemente favoreció a los papeles argentinos (además de la reciente lluvia y los pronósticos de más precipitaciones para el fin de semana fue una tendencia hacia arriba para los granos tanto en Chicago como en Rosario, pero atención: en la Bolsa santafesina el trigo pegó un saltó del 12,7%, la escasez empieza a sentirse y su impacto en derivados hará mucho estruendo en los precios justos, y en el costo de la mesa de todos los argentinos. 

Detrás de todo ese movimiento, los cripto adictos -que siguen midiendo las secuelas de la quiebra de la exchange FTX- siguieron cambiando su posición, saliendo de algunos lugares globales, mudando sus tenencias a billeteras virtuales propias, por lo que hubo un repunte del 3% para el Bitcoin con clima mixto en el resto de los valores del panel, en una jugada que puede complicar a algunas empresas grandes del sector.

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