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Tras tres años en caída, la industria creció en 2021

Quedó un buen punto de partida para el 2022, según una encuesta de la UIA. Sin embargo, las empresas advierten por los riesgos que generan los problemas macroeconómicos a nivel local

Tras tres años en caída, la industria creció en 2021
Agustín Maza 19 enero de 2022

Después de tres años de caídas consecutivas, durante 2021 se registró un crecimiento de la producción industrial en línea con la recuperación de la economía. Así lo consignó el último informe de la Unión Industrial Argentina (UIA), basado en una encuesta a más de 300 empresas y titulado “Balance 2021 y Panorama 2022” realizada por el Centro de Estudios (CEU) de la entidad.

El trabajo de la casa fabril repasó la “fuerte contracción” que vivió la industria durante 2018-2019, por la crisis macroeconómica, y en 2020 por el impacto de la pandemia. En tanto, estimaron que el año pasado la actividad industrial cerró con una suba cercana al 15%, por lo que habría terminado por encima de los niveles previos a la crisis sanitaria.

El objetivo tanto del sector privado como del Gobierno nacional es poder consolidar ese proceso. “El desafío de cara al 2022 pasa por consolidar un sendero de crecimiento sostenido con recuperación de la inversión, las exportaciones y el empleo registrado”, consideró la UIA.

Sin embargo, tanto el contexto local como el internacional presentan frentes de incertidumbre para avanzar en ese sendero. En el frente interno, entre las mayores preocupaciones de las industrias para los próximos meses se encuentran “la inestabilidad de precios” y la “incertidumbre macroeconómica” general.

En el plano internacional se espera bajo crecimiento de los principales socios comerciales de Argentina, mayor inflación mundial, el valor de los fletes en niveles elevados y el retiro de estímulos monetarios en los países desarrollados, con posibles subas de tasas de interés internacionales, además de la incertidumbre sanitaria.

Drivers de crecimiento

Según se desprende de la encuesta que realizó la UIA, varios factores impulsaron la producción durante el año que pasó. El primero fue la recuperación económica internacional luego del impacto de la pandemia y los cambios en los patrones de consumo a favor de los bienes, que se dieron en todo el mundo.

En el ámbito local, resaltaron la mejora en la situación sanitaria a partir de los avances en las campañas de vacunación que acotaron el impacto de la segunda ola del Covid-19 en la producción industrial, el contexto macroeconómico propicio para la compra de bienes durables ante la elevada brecha cambiaria y algunas medidas de impulso a la industria.

Al respecto, el informe enumeró varias medidas que llevó adelante el Gobierno nacional y que sirvieron para sostener la recuperación sectorial. “Estabilidad de tasas de interés, programa Ahora 12, programas de crédito con líneas a tasas accesibles especialmente para las pymes -Línea de Inversión Productiva, líneas con tasa subsidiada del Fondep, ampliación del Fogar-, medidas de política industrial, reducción parcial de derechos de exportación, entre otros”, precisó la casa fabril.

Heterogeneidad

No obstante, y al igual que sucedió con la actividad económica agregada, la recuperación productiva fue calificada como “heterogénea” entre rubros y tamaños de empresas, se aclaró en el estudio. Además, identificaron obstáculos y desafíos “por superar”.

En principio, señalaron que la inversión estuvo principalmente motivada por oportunidades de corto plazo, las exportaciones se recuperaron por el impulso de los precios y la suba del empleo fue moderada.

Al mismo tiempo, las empresas enfrentaron un aumento generalizado de costos, con tensiones en algunas cadenas de suministro y de logística internacional que, tal como vienen advirtiendo las plantas, “registran valores notablemente superiores a los de prepandemia”.

Principales indicadores

A lo largo del 2021, desde el CEU se realizaron cuatro relevamientos a empresas industriales, que reflejaron una mejora gradual en los indicadores sectoriales. Al mismo tiempo, se consignaron “cuestiones estructurales” que dificultan el proceso de recuperación en el mediano plazo.

La evolución de la actividad quedó reflejada en que el porcentaje de empresas con recuperación de la producción fue aumentando desde 24,7% en el primer relevamiento concretado en enero de 2021, al 41,8% de la última encuesta de octubre. Asimismo, el porcentaje de empresas con aumento de las ventas al mercado interno pasó de 26,3% en enero a 39% en octubre.

En tanto, la recuperación estuvo impulsada principalmente en ramas de actividad como autopartes, automotores, maquinaria y equipo, junto con otros sectores vinculados a la producción de bienes durables. La contracara fue un porcentaje relativamente estable de empresas (alrededor del 40%) con niveles de producción que no aumentaron, en general en actividades como caucho y plástico y otros productos de metal, por ejemplo.

En cuanto al acceso al financiamiento, se identificó "un alto grado de conocimiento de las líneas impulsadas por el Gobierno". De todas formas, la UIA puntualizó que todavía persiste una baja profundidad de “crédito estructural” a lo que se suma la incertidumbre macroeconómica para la toma de decisiones, que es una limitación a la hora de expandir la producción.

En ese sentido, ocho de cada diez empresas recurrieron a fondos propios para producir, mientras que seis de cada diez tenían inversiones frenadas por falta de financiamiento.

Por el lado de la inversión, el porcentaje de empresas que consideró que es un buen momento para invertir en maquinaria y equipo mostró una suba a lo largo del año: pasó del 57% al 71% en el lapso analizado.

“La recuperación estuvo principalmente impulsada por quienes consideraron que es un buen momento por estar desarrollando nuevos proyectos, seguido por aquellos que aprovechan el contexto de brecha cambiaria y menores precios relativos de los bienes durables”, afirmó el estudio.

Empleo y pandemia

En línea con la mejora de los indicadores productivos, el porcentaje de empresas con incremento de la dotación de personal también aumentó en forma consecutiva a lo largo del año (de 17% en enero a 27% en octubre). La recuperación fue mayor en las empresas con aumento de la ventas pero sólo cuatro de cada diez industrias con suba de las ventas incrementaron la dotación de personal en octubre.

Los datos estuvieron en sintonía con las publicaciones del Ministerio de Trabajo: “el empleo industrial se recuperó un 2,4% en el año, pero aún se ubicaba unos 150.655 puestos debajo del máximo de octubre de 2013 (-11,9%)”, objetó la UIA.

De acuerdo al relevamiento los principales factores que frenaron la contratación fueron la incertidumbre macroeconómica, ya que el 73% de las empresas indicó que es el mayor obstáculo para la contratación a mediano plazo, seguido por la alta litigiosidad laboral y la desactualización de los convenios de trabajo (67% y 45%, respectivamente).

De la mano de los avances en campañas de vacunación se fue reduciendo la proporción del personal dispensado, de 12,5% en enero a 6,9% en octubre, y la preocupación por los casos de Covid-19 y otros factores de riesgo.

Sin embargo, un relevamiento preliminar realizado por la casa fabril en las primeras semanas de enero de 2022 indicó que, en el marco de la tercera ola, la situación sanitaria volvió a ser una nueva preocupación con impacto en mayor ausentismo y dificultades en la producción y la logística.

Expectativas y desafíos

Para el 2022, el objetivo que plantea la UIA es sostener el proceso de recuperación en un año “atravesado por diversos frentes de incertidumbre” local e internacional ya mencionados. La entidad espera que, en un año “marcado por los vencimientos de deuda con el Fondo Monetario Internacional, la brecha cambiaria, la elevada inflación y la lenta recuperación del consumo masivo, el desempeño macroeconómico sea determinante”.

En este sentido, para avanzar en mayores niveles de inversión las empresas indicaron que hace falta “brindar previsibilidad, mantener un crecimiento sostenido de la economía y llevar adelante medidas que generen un alivio impositivo en las empresas, con foco en la simplificación tributaria”. El trabajo afirmó que los niveles de producción de fines de 2021 dejaron un buen punto de partida para el año, aunque el 2022 estará condicionado por las variables mencionadas.

Desde las plantas industriales relevadas, las expectativas para el año son en general positivas, con mejores perspectivas en las variables referidas a las empresas que en las asociadas al contexto macroeconómico: “el 54% de las empresas espera una mejor situación económica de su empresa para el próximo año y para realizar inversiones, mientras que esta proporción se reduce a 28% en relación a la situación económica del país”.

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