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Todos los dólares al alza y la brecha, cada vez más amplia

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21 agosto de 2020

Mientras el BCRA sigue administrando la lenta devaluación del dólar oficial, las cotizaciones de los dólares alternativos continúan al alza. Luego de la baja que se generó tras el anuncio del acuerdo con los principales acreedores privados de la deuda bajo ley extranjera, que tuvo lugar a principios de este mes, el dólar ha seguido su sendero creciente, por lo que la brecha cambiaria sigue ampliándose.

Durante la jornada de ayer, el dólar “blue” volvió a marcar otra suba: volvió a incrementarse otros $2, al igual que en la jornada anterior, y se ubicó en $136 para la venta, acercándose así al récord que alcanzó a finales del mes pasado, cuando llegó a venderse en $140. De esta manera, la brecha con el oficial minorista alcanzó a 76%. En tanto, el dólar MEP ascendió ayer a casi $130 y el “contado con liqui” cerró por encima de $133, alcanzando así un nuevo récord.

El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, durante una videoconferencia de ayer organizada por la Universidad Torcuato Di Tella, al ser consultado por la brecha cambiaria, se mostró optimista de resolverla con “más oferta y más reactivación, volcando liquidez a la producción”. “No hay atajos. Tenemos que restablecer la confianza”, afirmó. Desde el Gobierno esperan que una vez firmado el acuerdo con los bonistas y se confirme que el canje fue exitoso la presión sobre la demanda del dólar baje.

“La suba de los dólares alternativos es el reflejo de la presión cambiaria que enfrenta el BCRA. El otro reflejo es la pérdida de reservas o la dificultad para sostenerlas. Aun cuando el anuncio del acuerdo con los principales bonistas de la deuda externa reduce la incertidumbre, su impacto es secundario si se tiene en cuenta el panorama más general”, explicó ante El Economista Matías Carugati, director ejecutivo de Seido.

De acuerdo con el especialista, 2020 se encamina a cerrar con un déficit fiscal histórico, en torno al 7% o 8% del PIB en términos primarios y de casi 10% en el total, el cual será financiado en gran parte con emisión monetaria. “El contexto de cepo cambiario más la cuarentena 'infla' la demanda de dinero, pero con el paso del tiempo la gente encuentra formas de sortear los controles y, eventualmente, la vida volverá a la normalidad”, indicó.

Siguiendo su análisis, dicho escenario futuro es preocupante, ya que no hay señales concretas de qué es lo que pretende hacer el Gobierno en materia fiscal y monetaria, no sólo este año (que ya está casi descontado), sino hacia los años próximos. “En pocas palabras, hay muchos pesos dando vueltas, se descuenta que inyectarán aún más pesos al sistema y no hay demasiada idea respecto a qué hará el Gobierno después con toda esa liquidez. En este contexto, dar señales sobre el futuro ayudaría (siempre y cuando sean coherentes)”, afirmó.

Federico Furiase, director del Estudio EcoGo, resaltó que hoy no hay flujo hacia los bonos en dólares y hay un excedente importante de pesos, producto del déficit fiscal, apalancado en tasas bajas que se dolarizan vía bonos, presionando sobre la brecha en un contexto de caída en las reservas netas. Además, señaló que el tipo de cambio real implícito en el “contado con liqui” aún está por arriba del tipo de cambio real de overshooting que tuvo lugar en los primeros meses de 2002, luego de la crisis de la convertibilidad.

“Si el Gobierno da una señal de consolidación fiscal para la pospandemia, en el marco de un nuevo acuerdo con el FMI, y el BCRA mejora las tasas, creo que podemos tener un flujo de dólares ingresando a los nuevos bonos del canje, lo cual deja un margen interesante de compresión de spreads, teniendo en cuenta el perfil holgado de vencimientos hasta 2025 con el que queda Argentina tras la reestructuración, en un mundo de hiperliquidez y tasas reales negativas, lo que podría ayudar a bajar la brecha”, detalló Furiase en diálogo con El Economista.

Además, agregó, tras el canje de deuda en legislación local de bonos del BCRA y de la Anses ambas entidades ganarían liquidez en sus carteras con los nuevos bonos en dólares y “poder de fuego” para intervenir en el mercado “si hay una señal de consolidación fiscal creíble que permita al mismo tiempo bajar el riesgo país y apreciar las paridades en dólares”. Sin dicha señal fiscal creíble, claramente, “las intervenciones sólo tendrán un efecto de corto plazo y la compresión de spreads no vendrá o no se sostendrá en el tiempo”.

Por otro lado, de acuerdo con el director de EcoGo, la Secretaría de Finanzas podría mejorar la tasa de las Letras del Tesoro a Descuento (Ledes) para absorber más pesos de la plaza y ayudar a seguir moderando el financiamiento monetario del BCRA al Tesoro y el crecimiento de los pasivos remunerados del BCRA.

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