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Se espera una gran migración fiscal de argentinos hacia Uruguay

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17 junio de 2020

Por Enrique Pizarro

Luis Lacalle Pou, que asumió la presidencia de Uruguay el 1° de marzo, desde la semana pasada mediante un decreto y el envío de un proyecto de ley al Congreso empezó a cumplir la promesa que hizo en enero en cuanto a  la implementación de beneficios impositivos y la flexibilización de requisitos para obtener la residencia fiscal en ese país, con lo cual buscará atraer a extranjeros, especialmente a argentinos.

Según los especialistas, desde agosto del año pasado, tras el triunfo de Alberto Fernández en las PASO, aumentaron exponencialmente las consultas de los argentinos para mudarse a Uruguay (entre otros países), lo cual se intensificó a partir de la victoria de Fernández en las elecciones de octubre. El posterior anuncio del gobierno uruguayo sobre los beneficios para los extranjeros generó otro impulso adicional, por lo que las expectativas de migración fiscal desde Argentina son altas.

“En principio, la adhesión a la propuesta uruguaya va a ser muy grande”, estimó ante El Economista Martín Litwak, abogado especializado en planificación patrimonial internacional, aunque aclaró que para ello habrá que resolver algunas cuestiones operacionales, como darle de baja  correctamente la residencia fiscal en Argentina. En ese sentido, indicó que los próximos pasos serán que Uruguay resuelva toda la parte burocrática respecto a los pedidos de los permisos y demás gestiones para otorgar rápidamente los certificados de residencia permanente que se necesitan presentar en  Argentina.

Litwak señala que Argentina tiene dos formas de frenar la posible migración fiscal. Una de ellas es con más normativas y más trabas, pero considera que eso generaría un efecto contrario, impulsando a que más personas se quieran ir. La otra forma es proveer seguridad jurídica y un sistema impositivo razonable, es decir, bajando impuestos, tanto en la cantidad de tributos como en alícuotas. “Pero no veo al Gobierno argentino haciéndolo,  así que creo que esto es bastante irreversible”, afirmó.

“Hay que tener en cuenta que Uruguay no es el único destino. Hay gente  yéndose también a Estados Unidos, España, Portugal, entre otros países. Prácticamente, cualquier país comparado con Argentina es beneficioso en  términos tributarios, de seguridad jurídica y de poder desarrollar negocios con mayor tranquilidad”, agregó.

El abogado tributarista Diego N. Fraga, socio de Rctzz Abogados, explica que los anuncios de Lacalle Pou despiertan interés en determinado público, que sumado a la realidad local y a la política han generado un aumento en las consultas. El especialista señala que el benigno sistema tributario del vecino país, más las facilidades anunciadas y, especialmente, el proyecto de extender el “tax holiday” a diez años son factores que pesarán en los próximos años para que muchos argentinos repiensen su futuro personal y el de sus empresas.

“La adhesión va a ser mayor en el caso de los contribuyentes con grandes patrimonios que se vean amenazados ante futuras reformas legales. La  última reforma del impuesto sobre los Bienes Personales motivó a varios y  el impuesto a las grandes fortunas que se viene promocionando desde un sector del oficialismo puede actuar como el disparador final en algunos de ellos”, sostuvo Fraga ante este diario, y resaltó que si Argentina sigue la tendencia de “cazar en el zoológico” y “castigar a los capitales e inversiones” habrá más mudanzas internacionales.

Fraga considera que para detener una posible tendencia de migración fiscal es necesario, y urgente, que el Gobierno argentino “abandone las recetas del  ala más radicalizada de su coalición y envíe señales contundentes a los ciudadanos de que se respetarán la propiedad privada y la seguridad jurídica”.

Impuestos uruguayos

Desde el otro lado del Río de la Plata, el contador Gerardo Tasende, socio de GTS Uruguay, resume que los tributos que pagan en ese país las personas físicas son básicamente el impuesto a la Renta (equivalente en Argentina al impuesto a las Ganancias) y el impuesto al Patrimonio (conocido acá como  impuesto a los Bienes Personales). No tienen impuestos por Ingresos Brutos, al cheque, a la riqueza, etcétera. Mucho menos, por supuesto, por la compra de moneda extranjera ni por turismo internacional. Además, los impuestos en Uruguay son únicamente nacionales; no hay provinciales ni municipales.

“Las principales diferencias son el criterio de la fuente, las alícuotas (tasas aplicables) y los montos no imponibles, siempre con importantes ventajas a favor de Uruguay en la comparación entre ambos países”, explicó Tasende en diálogo con El Economista. Respecto a la fuente, detalló que mientras en Argentina se tributa por lo que se gane en cualquier lugar del mundo, en  Uruguay se hace sólo por lo ganado dentro del territorio nacional, a excepción de los rendimientos mobiliarios en el exterior, como por ejemplo los intereses de colocaciones.

La diferencia en las alícuotas del impuesto al Patrimonio (Bienes Personales) es muy notoria. En Argentina, el Mínimo No Imponible (MNI) es de US$ 28.000, la tasa es de hasta 2,5% y alcanza a todos los bienes. En Uruguay, el MNI es siete veces mayor (US$ 200.000), la tasa para bienes ubicados en el país es de entre 0,3% y 0,6% y no se tributa por los bienes ubicados en el exterior (inmuebles, colocaciones, cuentas bancarias).

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