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¿Por qué bajó la inflación en noviembre?

Un informe asegura que hay "razones macro objetivas" que explican la caída del IPC desde el 6,3% de octubre al 4,9% de noviembre

¿Por qué bajó la inflación en noviembre?
20 diciembre de 2022

Detrás de la desaceleración inflacionaria registrada en noviembre "hay razones macro objetivas", como "el renovado foco sobre la política monetaria y fiscal", que influyeron en la baja a 4,9% del Indice de Precios al Consumidor, según un informe de la consultora Sarandí.

El IPC de noviembre "fue sorpresivo", ya que si bien "los indicadores de alta frecuencia anticipaban un nuevo mes de recorte" se esperaba que fuera "mucho más austero", al punto que la mayoría de las consultoras preveían una inflación en el rango del 5% al 5,5% e incluso algunas la ubicaban levemente por encima del 6%.

  • Cabe mencionar que la categoría que más pesa en el IPC, alimentos y bebidas no alcohólicas, fue la que menor incremento reportó, con 3,5%.

Al respecto, el informe indicó que al margen de la "minucia técnica", existen razones macro objetivas que empiezan a justificar la descompresión inflacionaria.

"El renovado foco sobre la política monetaria y fiscal fue el primer mojón que puso el ministro (Sergio Massa) para encauzar las expectativas", señaló el informe en referencia al ordenamiento de las cuentas públicas, reflejado en un recorte del gasto en términos reales a partir de julio, así como en la suba de las tasas de interés hasta terrenos positivos.

Sarandí agregó a su análisis que "la acumulación de reservas dotó al Banco Central de poder de fuego para frenar el pasaje a precios de cobertura por el bajo acceso a dólares oficiales", y que "también hicieron su parte los acuerdos de precios, por su medición directa en el IPC y su contribución para recomponer algunas referencias de precios relativos".

"El inicio de 2023 será tanto o más desafiante que el último cuatrimestre" de este año, advirtió, además de plantear que el ministro Massa "va por la épica de romper la inercia con un programa de corte gradualista".

En ese sentido, recordó que "ya en dos oportunidades el responsable máximo de la política económica manifestó su intención de mostrar un dato inflacionario por debajo del 4% de abril", un desempeño que "implica un descenso de un punto sobre los niveles actuales, que posiblemente trepe a un punto y medio cuando se conozca el dato de diciembre".

La consultora subrayó que "en el medio pasarán los meses más álgidos del verano, cuando cae la demanda de pesos tras las fiestas y el pago de las vacaciones", además de darse "las subas estacionales en rubros de servicios como son los de educación y cultura".

  • En diciembre se prevén incrementos en algunos regulados como electricidad (14,7%), gas (13%), colectivos y trenes (40%), prepagas (6,9%), colegios (14,5%), telefonía (9,8%) y combustibles (4%)", señaló.

Respecto de las "razones macro objetivas", el informe remarcó que "los cambios a partir de agosto fueron sensibles".

En primer lugar, afirmó que a partir de ese mes "se puso rápidamente en cuadro la política fiscal", y comparó al respecto que "en la primera parte del año el gasto había crecido 12 puntos sobre la inflación y rápidamente esta cuenta se revirtió" en el segundo semestre.

"La política monetaria se alineó en base al nuevo contexto, y el Gobierno se autoexigió a sobrecumplir el tope de emisión con el FMI", expresó, además de señalar que "la suba de tasas contribuyó a cerrar el programa financiero".

Por otra parte, Sarandí remarcó que "las dos instancias del dólar soja permitieron evitar una devaluación discreta de (grandes) proporciones" y en ese marco "las liquidaciones de dólares garantizan el cumplimiento de la meta de acumulación de reservas netas".

Otras visiones

Respecto del último mes del año, la consultora Econviews consideró: "No descartamos que en diciembre la inflación vuelva a ser moderada, quizás empezando con 5, pero el 6 también es probable dada la alta estacionalidad del mes. Es decir, por el momento cualquier escenario de espiralización inflacionario luce muy exagerado. Pero recordemos que el muro de vencimientos de deuda no ha sido saltado ni mucho menos y el peor error que puede hacer una empresa, o cualquier agente en la economía, es relajarse".

"De cara a los próximos meses, esperamos que la inflación vuelva a subir en diciembre y se ubique en torno al 5,8%. Con esto, cerrará el 2022 en 96%. En el verano los riesgos en términos de precios no desaparecerán. La falta de dólares hará que se limiten aún más las importaciones y la menor oferta generará mayor presión sobre los precios. Además, el próximo año creemos que el Banco Central tendrá un papel importante a la hora de financiar el déficit y esa emisión puede terminar en más brecha con su correlato sobre los precios. Por este motivo seguimos pensando que en el 2023 la inflación no va a bajar y terminará en 110%", detalló.

Por su parte, la consultora LCG señaló: "Tomando en cuenta los aumentos previstos y la influencia de comportamientos estacionales, proyectamos una nueva aceleración en diciembre. No obstante, descartamos que el año cierre con una inflación anual de tres dígitos, aunque será solo una cuestión de tiempo. El valor de diciembre deberá entenderse como un piso para el año que viene".

"En esta línea, si bien el dato es positivo hay que tomarlo con cautela. El programa de Precios Justos podrá haber tenido éxito, pero no vemos algo acotado en el tiempo. A su vez, coincidió con la caída en el precio de la carne (30% de la canasta de alimentos) por cuestiones propias del sector. Y hay que tener en cuenta que hay todavía precios relativos que deben corregirse y esto tornará más difícil encarar la desaceleración de precios", indicó el informe.

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