A contrarreloj
El equipo del ministro de Economía, Sergio Masa, negocia dos ejes claves: la revisión a la baja de la meta de reservas pactada con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y un canje de la deuda en pesos para postergar los vencimientos del segundo trimestre.
A la vez que el secretario de Política Económica, Gabriel Rubinstein y el jefe de asesores, Leonardo Macur, se encuentran cerrando con el FMI la revisión de las reservas del cuarto trimestre del 2022 para gatillar un desembolso de alrededor de US$ 5.400 millones, se busca que el organismo flexibilice las metas cuantitativas de 2023.
Si bien el principal objetivo es que la meta de reservas netas internacionales, fijadas originalmente en US$ 7.800 millones, se reajuste a la baja debido a una sequía que sigue generando recortes en las estimaciones de producción, no se descarta una revisión en el plano fiscal y monetario.
Al respecto, en un informe, Ecolatina afirmó: "El BCRA vendió US$ 890 millones en el Mulc en febrero, anotando el peor registro para un mes de febrero desde, al menos, 2003 (inicio de la serie histórica). Aun así, cabe señalar que la entidad logró contener las ventas en el margen, acumulando compras por US$ 18 millones en las últimas 5 ruedas".
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"Este resultado se explica esencialmente por el desplome de la liquidación de exportaciones del agro, que totalizó US$ 645 millones, 75% menos que en febrero de 2022. La fuerte caída de la oferta de divisas del sector obedece principalmente al impacto de la sequía sobre la producción de trigo (-42% anual, según SAGyP), el adelanto de liquidación que produjo el 'dólar soja 2.0' y el incentivo del sector a retener a la espera de una nueva edición de este programa", explicó.
"El desempeño del BCRA en los primeros dos meses del año es un anticipo de lo complejo que será para la autoridad monetaria acumular divisas en este 2023. En el primer bimestre, el saldo neto en el Mulc fue negativo por US$ 1.100 millones, el peor arranque de año desde que se tiene registro (2003), con una liquidación del agro hundiéndose 70% anual", agregó.
De este modo, y utilizando también el argumento del costo de la guerra entre Rusia y Ucrania (estimado en US$ 5.000 millones), el Gobierno busca que el fondo fije una nueva meta por debajo de US$ 4.800 millones que exige en la actualidad.
- Según Ecolatina, al cierre de de la semana pasada, el BCRA contaba con algo menos de US$ 2.000 millones, según el criterio del FMI, cayendo US$ 5.700 millones en lo que va del año y ensanchando la brecha con la meta del primer trimestre a US$ 4.000 millones (contemplando la porción del desembolso que llegará en marzo que podrá contabilizarse en las reservas netas).
Se trata de una victoria para Massa y su equipo porque evitaron tener que recurrir a un "waiver": las partes se anticiparon a lo inevitable. "Eso forzaría al FMI a pedir medidas correctivas, algo que podría dificultar la continuidad del programa", dijeron desde Facimex.
Viene un megacanje
Respecto a la deuda en pesos, Massa busca postergar los vencimientos, que superan los $6 billones hasta julio, y prepara un canje para el segundo trimestre para evitar tener que acudir a la emisión monetaria antes de las elecciones.
Por ello, y según fuentes del Palacio de Hacienda, este lunes el secretario de Finanzas, Eduardo Setti, se reunirá con los principales banqueros y ejecutivos de compañías de seguros.
Las entidades recibirán nuevos bonos emitidos por el Tesoro con dos opciones: el 80% de los títulos ajustarán por CER y el 20% serán bonos duales, ajustables por devaluación o inflación.
Según Facimex, el propio sector público tiene apenas 23% de los vencimientos "por lo que el potencial para una descompresión de la mano de la participación del BCRA, el FGS y los bancos estatales es más acotado que en trimestres anteriores".
Por su parte, los bancos tendrían 17% de los vencimientos por lo que, si entraran al canje con la mitad de sus tenencias, "darían un impulso relevante, pero no decisivo".
"La clave pasará por lo que hagan los FCI y el resto de los inversores, entre quienes hay principalmente corporativos que prefieren baja duration", detallaron.
En ese contexto, desde el bloque legislativo de Juntos por el Cambio advierten que "esta acción supondrá un enorme riesgo para los argentinos ya que podría desembocar en un salto inflacionario aún mayor al ya producido por este Gobierno, además de generar serios problemas a la gestión económica presente y futura".
Así, la deuda en pesos que vencía cada 3 meses ahora tendrá "en la práctica, vencimientos diarios hasta 2024" por la posibilidad de "vender todos los títulos al BCRA en cualquier momento" (el llamdo 'put' del BCRA).
Precisamente, los bancos exigen un "put" para ciertos instrumentos que les permitan tener una garantía de venta en caso de una baja generalizada de precios.
Según Cohen, los bancos estarían pidiendo un "put" ejecutable a una tasa 50 puntos básicos por encima de la de la rueda previa. Esto es una mejora importante en relación a los 200 puntos actuales, que solo cubren contra grandes fluctuaciones diarias.
"Adicionalmente, esta intromisión constituye una violación a los principios de la Ley de Administración Financiera y la propia Carta Orgánica del BCRA", indicó la oposición en un comunicado en el que evitó hablar de "bomba".
Hubo varias diferencias puertas adentro.
Horas más tarde a la difusión del comunicado, Fernando Iglesias tuiteó: "El plan BOMBA de Sergio Massa no es solo contra el próximo gobierno sino contra todos los argentinos".
En la semana, Martín Tetaz dijo todo lo contrario: "Todo lo que sea voluntario y despeje un poco el calendario de vencimiento hacia adelante, es una buena noticia y está bien. Tiene que cumplir también la Ley de Administración Financiera". En diálogo con Pablo Wende, dijo: "Si le explota a este Gobierno nos explota a todos. Ojalá no explote nunca".
