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“No creo que se animen a cerrar la exportaciones", dicen desde el sector vacuno

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12 abril de 2021

En los últimos tres años la inflación en alimentos se ubicó por encima del promedio general y la dinámica de 2021 siguió en ese sentido. Uno de los rubros que más preocupa al Gobierno es la suba en los precios de la carne, a tal punto que amenazó con cerrar su exportación, abriendo la puerta a un conflicto con el sector. Mientras tanto, los aumentos no ceden.

El fin de semana, la secretaria de Comercio Interior, Paula Español, dijo: "Si seguimos viendo estos movimientos especulativos no nos va a temblar el pulso a la hora cerrar las exportaciones de carne. Estamos en conversaciones, pero realmente tiene que tener un parate (en las subas)".

En ese contexto, se está trabajando con frigoríficos exportadores, encabezado por el Consorcio de Exportadores de Carnes Argentina (ABC), para extender el acuerdo para ofrecer 10 cortes de carne a “precios populares'' con hasta 30% de rebaja en 1.600 bocas de expendio. El programa vence el jueves y aún restan definiciones sobre cómo continuará y, principalmente, de cuánto serán los aumentos autorizados. La última extensión se decidió a fines de marzo por solo 15 días.

Precios y consumo

Para el Gobierno es central contener la inflación en un producto clave en la mesa de los argentinos. Sin embargo, las consecuencias de la pérdida del poder adquisitivo de los salarios, el aumento de la pobreza y la suba de precios dan como resultado una baja de consumo bastante sensible.

En los canales de comercialización a los que acceden los sectores de ingresos más bajos, es decir, comercios de cercanía o carnicería de barrio, no hay controles y el impacto de las regulaciones es menor.

Según un informe del Instituto de Investigación Social Económica y Política Ciudadana (Isepci), en el primer trimestre del año los cortes de carne tuvieron fuertes incrementos en los comercios de cercanía del GBA: 27% en el caso de la nalga; el asado, avanzó 20%; la paleta, 19,6%; la carne picada, 18,9% y la carnaza, 18,8%.

Todos cortes de consumo popular que evolucionaron por encima de la inflación general en el período, que estuvo arriba del 10-11% en base a consultoras privadas.

Mientras tanto, el consumo local de carne vacuna en los primeros tres meses de 2021 fue el más bajo de los últimos 18 años. Así lo informaron desde la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra). “La continua retracción del poder adquisitivo de las familias y el mayor nivel de desocupación, explican la contracción de la demanda de carne vacuna registrada en los últimos tres años, sumadas a los cambios de hábito de consumo”, explicó la entidad.

Ciccra destacó que para los consumidores hubo una gran diferencia de precios entre las carnicerías y supermercados del Area Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), en la primera quincena de marzo. En promedio los cortes vacunos comercializados a través de carnicerías mostraron un alza de 8% con relación a la segunda mitad de febrero, suba que llegó a 9,2% cuando se compara con el promedio del segundo mes del año.

Por su parte, en los supermercados, donde la fiscalización es mayor, se registraron una caída de 0,3% con relación a la segunda quincena de febrero y una suba de “sólo” 2,2% respecto al promedio de ese mes. Se observa, así, un cumplimiento diferenciado por canal del programa de precios del Gobierno.

Al comparar los datos disponibles para marzo de 2021 con los del mismo mes del año pasado, surge que los cortes vacunos aumentaron en promedio 69%.

Conflicto

Con los dichos de Español, durante el fin de semana se desató cierta tensión por la amenaza de poner nuevas regulaciones al sector vacuno. “En un contexto así, la verdad que hay que avanzar con ciertas herramientas, que pueden ser subas de retenciones, encajes, cupos. Es decir, hay medidas que se pueden tomar y que realmente se están evaluando”, comentó la secretaria de Comercio.

En contraposición, para el presidente de Ciccra, Miguel Schiariti, las palabras de la funcionaria sobre cerrar la exportación son “una bravuconada”. “No creo que se animen a hacerlo, primero porque Argentina necesita los US$ 2.500 o US$ 3.000 millones que genera la carne y no puede darse el lujo de perder el 10% de las exportaciones agrícolas”, consideró.

Por otro lado, Schiariti comentó que el cierre de las exportaciones implicaría la pérdida de puestos de trabajo y “es en los conurbanos de las ciudades donde están las fábricas exportadoras, y eso influiría de manera negativa en las elecciones de medio término”. “No creo que Paula Español quiera ser la nueva (Guillermo) Moreno de este Gobierno”, estimó.

Llama la atención que el foco esté puesto en las exportaciones, ya que estas están teniendo un desempeño bastante positivo. En febrero pasado se registraron exportaciones de carne vacuna por 45.000 toneladas peso producto. En comparación, fue el mejor febrero en décadas y el primero en que se registró un volumen exportado superior a 40.000 toneladas peso producto. En relación al récord previo alcanzado en febrero de 2020, se observó una suba de 31,1%.

¿Qué va a pasar?

Para el Gobierno es central encontrar soluciones a la problemática. A raíz de las declaraciones cruzadas, la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) recordó que pasaron ya 15 años desde que fracasó la medida que adoptó el kirchnerismo de suspender las exportaciones de carnes y que tuvo como consecuencia la pérdida de 11 millones de cabezas de ganado que aún no se terminaron de recuperar.

"Se vuelve a insistir en una medida que fracasó, y más aún, bajo un contexto totalmente diferente ya que hoy el poder adquisitivo no tracciona la demanda como en el 2006, estamos en un piso histórico de consumo de carne vacuna por habitante por año”, señaló Carbap. “Vamos por el camino equivocado con este tipo de medidas en un país ávido de divisas, ya que el precio en mostrador de la carne no solo tiene que ver con el productor”, comentó el presidente de Carbap, Horacio Salaverri.

La Federación Agraria y la Sociedad Rural se expresaron en la misma sintonía. “Vemos con mucha preocupación las declaraciones” de Español porque “pensamos que son cosas que habían quedado atrás”, dijo Achetoni de FAA mientras que su par de la SRA, Daniel Pelegrina, dijo: “El pulso debería temblarles cuando le dan a la maquinita de imprimir billetes, que es la verdadera causa de la inflación. Ahogar a la producción agropecuaria ya se probó en el pasado y trajo consecuencias negativas para todos los argentinos”.

Esto tiene un impacto significativo en un producto que es habitual en los hogares argentinos, aunque cada vez más retraído por las razones mencionadas. Por ejemplo, en lo que va 2021, el consumo de carne aviar en Argentina se encuentra en un promedio de 47 kilogramos por persona y los responsables de los frigoríficos que integran el Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA) estiman que finalizarán el 2021 con un nivel de 51 kilos por persona. Así lo señaló una nota del portal Bichos de Campo. “Si no ocurre ningún imprevisto, en 2021 los argentinos comerán más pollo que carne vacuna, algo que, si bien en muchos otros países del mundo es algo habitual, en Argentina representa un hecho inédito”, agregó.

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