El freno al turismo internacional que provocó la pandemia ayudó a fortalecer el superávit de la cuenta corriente argentina en los últimos dos años, con un ahorro de entre US$ 2.000 millones y US$ 3.000 millones. Sin embargo, desde octubre pasado que la cuenta viajes comenzó a demandar más dólares y encendió las alarmas de cara a los próximos meses, en un contexto de creciente restricción externa.
Así lo consignó en su último informe la consultora Ecolatina en el que afirmó que el balance cambiario que publica el Banco Central (BCRA) sugiere que la salida de dólares por esta vía se aceleró en octubre y noviembre. Al respecto, dijeron que un eventual deterioro del saldo de servicios por la vía de la cuenta viajes será "sólo un factor que adicionará más tensión a un año ya de por sí desafiante".
Según indicaron, "esa tendencia se habría mantenido al cierre del año y seguirá, al menos, en los próximos meses teniendo en cuenta el relajamiento de restricciones que se dio incluso con la nueva ola de casos a nivel mundial".
Por tanto, la progresiva recuperación del turismo internacional, que según la Organización Mundial del Turismo se ubicó en 2021 más de 70% por debajo del nivel prepandemia, podría volver a tensionar las cuentas externas por la vía de la cuenta corriente.
- A nivel local, la posibilidad de que se incrementen la cantidad de residentes que quieran ir al exterior podría verse impulsada por dos factores: en primer lugar, por una demanda reprimida de viajes tras dos años de virtual suspensión de los mismos.
- Y, en segundo lugar, porque es un servicio -que impuestos mediante- se puede acceder a un dólar a $180, por debajo del dólar informal libre (ya en la zona de $210), el más relevante a la hora de analizar el gasto en divisas del turismo.
En este sentido, la velocidad de la recuperación del turismo internacional será fundamental a la hora de monitorear la dinámica del saldo de la cuenta corriente de Argentina.
De hecho, apuntó el informe de la consultora, "la suspensión de las cuotas para pasajes a partir de noviembre y el intento de promover como política de estado el programa PreViaje -para así tratar de contener el flujo de turistas al exterior- son medidas que 'ayudan' a moderar la velocidad del deterioro de la cuenta corriente de servicios".
Sin viento de cola
Para Ecolatina, esto es relevante de cara a este año porque no prevén que Argentina encuentre un efecto compensador en el resto de los componentes de la cuenta corriente de servicios.
Tal como detallaron, los servicios informáticos y empresariales, históricamente superavitarios, tendrían algo más de margen para recuperar con la vuelta a la normalidad "pero no llegarán a aportar lo suficiente para contrarrestar la salida de dólares por turismo".
Por otro lado, un eventual abaratamiento de los fletes internacionales -que desde fines de 2020 vienen encareciéndose fuertemente y ha sido la principal salida de divisas por servicios en 2021- podría también reducir la pérdida de divisas, "pero por su magnitud dentro de las cuentas externas, esto no sería suficiente".
No obstante, la consultora consideró que un eventual deterioro del saldo de servicios por la vía de la cuenta viajes será sólo un factor que adicionará más tensión a un año "de por sí desafiante", ya que el saldo de bienes (principal pilar de las cuentas externas) tiene riesgos a la baja por el lado de los precios (endurecimiento de la política monetaria a nivel global) y las cantidades (por las condiciones climáticas), mientras que por el lado de la cuenta financiera aún no se renegoció el crédito con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que implica pagos por casi US$ 19.000 millones en 2022.
"Todo esto reafirma que este año será crucial el monitoreo de diversos elementos (política monetaria global, clima, fletes, turismo, negociaciones con el FMI, etcétera) para entender cómo transitarán nuestras cuentas externas un año desafiante", advirtió el trabajo.
Ahorro
El estudio de Ecolatina repasó que en 2020-2021 la cuenta corriente mostró un superávit de más de 1% del PIB en promedio (frente al déficit de 3,2% del PIB en 2013-2018).
"La mejora respecto al período precedente correspondió a una reversión en el saldo de bienes", indicaron. En detalle, luego de un cuatrienio (2015-2018) donde promedió un déficit superior a los US$ 3.000 millones anuales, en 2019 se revirtió el saldo comercial de bienes, alcanzando un superávit de US$ 16.000 millones (3,5% del PIB) en dicho año. La mencionada reversión fue principalmente producto de un desplome de las importaciones (-25%), en el marco de la recesión iniciada en 2018.
Sin embargo, la consultora resaltó que durante los últimos dos años el saldo de la cuenta corriente se vio favorecido por dos factores adicionales. En primer lugar, la reducción del pago de intereses externos, producto del canje de títulos públicos realizado en 2020: "el saldo neto de rentas por inversión de cartera promedió, entre el segundo trimestre 2020 y el tercero de 2021, poco más de US$ 300 millones, cuando entre 2018 y el primer trimestre de 2020 el rojo superó los US$ 2.000 millones trimestrales.
En segundo lugar, destacaron el achicamiento del saldo negativo de la cuenta de servicios. Este balance, que entre 2015-19 registró un déficit trimestral de casi US$ 1.900 millones (más de US$ 5.000 millones anuales), se redujo a una tercera parte (US$ 625 millones) en 2020-2021.
"Sin este comportamiento la cuenta corriente habría morigerado sensiblemente su saldo superavitario en 2020 y 2021, por lo que es una dinámica que merece atención", dijo la consultora. En este sentido, analizando los componentes de la cuenta corriente de servicios, encontraron que en los últimos cinco años antes de la pandemia, el 80% del rojo se explicaba por los servicios asociados al turismo y el transporte de pasajeros.
Indudablemente, el freno del turismo internacional en los últimos casi dos años fue un aliciente para las cuentas externas en un país que exhibía una salida neta anual de turistas cercana al millón de personas. "Al 'cerrarse' esta canilla, estimamos que se habrían ahorrado entre US$ 2.000 millones y US$ 3.000 millones por año por esta vía y el peso del turismo y viajes en el déficit comercial de los servicios se redujo a la mitad entre 2020 y el tercer trimestre de 2021", concluyó Ecolatina.
