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Los nuevos bonos ya pagan tasas del 15%: más que Congo y Angola

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22 septiembre de 2020

Por Enrique Pizarro

Los nuevos bonos que surgieron de la negociación de la deuda bajo legislación extranjera, cuya adhesión fue del 93,5% y que mediante las Cláusulas de Acción Colectiva (CAC) se logró reestructurar el 99% de lo negociado, siguen mostrando una evolución negativa. Desde su debut a principios de este mes, en general el desempeño de estos títulos ha sido negativo, lo cual se ha estado intensificando durante las últimas jornadas. En la rueda de ayer, cayeron 5%.

En consecuencia, el rendimiento de estos bonos está bastante por encima de lo esperado por el Gobierno. El ministro de Economía, Martín Guzmán, esperaba que la tasa de interés de estos títulos se ubicara en 10% y no más de ahí. Desde su arranque, lo hicieron en la zona del 11% y en este momento ya están rindiendo cerca del 15%. Muy por encima de muchos otros países. Por ejemplo, de Ecuador, que también hizo un canje recientemente y rinde en la zona del 10%. Incluso, por encima de países africanos como Congo y Angola. “Parece más de una deuda que necesita ser reestructurada que de una deuda que acaba de ser reestructurada”, apuntan en el mercado.

La tasa de los bonos argentinos viene subiendo desde la semana pasada, especialmente desde que el Gobierno anunció un endurecimiento mayor sobre el cepo cambiario, el cual afecta no sólo a los ahorristas e implica otra devaluación, sino que también afecta a las empresas que tienen deudas en el exterior, ya que podrán acceder hasta el 40% de los dólares correspondientes para el pago de vencimientos de capital, dejándolas así al borde del default. Como consecuencia, las acciones de las empresas argentinas que cotizan en Wall Street siguen cayendo y ayer registraron otra baja de hasta 7%.

“Está faltando confianza sobre todos los activos argentinos y claramente los bonos soberanos no son la excepción. Este nuevo esquema en las regulaciones cambiarias afectó mucho al mercado de deuda privada y trajo mucha incertidumbre acerca de la financiación de las deudas privadas en dólares. Este anuncio no trajo buen humor al mercado”, señaló Jorge Neyro, economista jefe de la consultora ACM, en diálogo con El Economista.

Adrián Yarde Buller, economista jefe del Grupo SBS, agregó que además la rueda de ayer padeció también el escenario externo, que fue muy negativo, aunque afirmó que la dinámica reciente refleja que el rumbo económico que planteó el Gobierno con el Presupuesto de 2021 y las últimas restricciones cambiarias no lograron revertir la crisis de confianza. “Por eso vemos que los bonos operan con paridades en torno al 40% y probabilidades de default que lucen bastante elevadas teniendo en cuenta que el calendario de vencimientos está prácticamente desierto”, resaltó ante este medio.

Hacia adelante, Neyro estima que cabe la posibilidad de que el desempeño de los bonos mejore un poco, pero por una cuestión de recuperación cíclica. “En el corto plazo no espero que se vean las tasas del debut de estos títulos, que eran relativamente buenas en comparación con lo que estamos viendo ahora. Todavía el mercado va a tener que estar priceando todo el nuevo escenario de las regulaciones cambiarias. No parece ser el caso que las tasas de interés vuelvan a bajar rápido, salvo que haya una noticia muy positiva para Argentina”, sostuvo.

En tanto, el riesgo país volvió a incrementarse durante la jornada de ayer: subió 6% respecto al viernes y cerró en más de 1.330 puntos básicos en la escala del JP Morgan. Esta cifra implica más de 250 puntos por encima del riesgo que registraron los nuevos bonos durante su arranque en el mercado, cuando la entidad que calcula esta cifra los ubicó en la zona de 1.080 puntos básicos.

“Este nivel de riesgo, fundamentalmente, está incorporando un aumento en la incertidumbre luego del anuncio de las medidas cambiarias de la semana pasada, que parecen más orientadas a administrar la escasez y a tratar de hacer más lenta la caída de las reservas que a intentar generar los incentivos para que ingresen dólares tanto a través de la cuenta corriente, vía liquidación de exportaciones, como a través de la cuenta financiera, vía reducción del incentivo a la dolarización de portafolios y a la presión cambiaria, además del eventual ingreso dólares por esta cuenta”, afirmó ante El Economista Martín Vauthier, director del Estudio EcoGo.

De acuerdo con el especialista, para lograr descomprimir este aumento en el riesgo país y poder llevar los rendimientos de los bonos a niveles cercanos a los posteriores a la renegociación de la deuda, o deseablemente un poco más abajo, son necesarias algunas señales en varios sentidos. Por un lado, una señal a nivel político que brinde previsibilidad, certidumbre y estabilidad sobre la economía argentina hacia adelante.

Según Vauthier, también es muy importante que aparezca una señal fiscal que genere certidumbre sobre un sendero consistente, que apunte a ir convergiendo hacia un superávit fiscal, luego del enorme déficit que dejará 2020. Asimismo, una señal monetaria financiera, que asegure el sostenimiento de la demanda de activos en pesos hacia adelante y así evitar que eventualmente se canalicen en dólar o inflación. “Ahí es importante dar certezas de que los instrumentos de ahorro en pesos tengan tasas positivas, que a lo largo del tiempo se ubiquen de forma sostenida por encima del dólar y de la inflación”, afirmó.

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