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La industria automotriz será un sector estratégico en 2021

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Agustín Maza 05 febrero de 2021

Por Agustín Maza

Desde el Gobierno consideran a la industria automotriz como un sector estratégico para el desarrollo y la reactivación económica de 2021. Por los efectos de la pandemia, 2020 fue, en todos los aspectos (producción, exportaciones, ventas mayoristas y ventas internas) el peor año desde la salida de la crisis de 2002. El complejo automotriz y autopartista genera 125.000 empleos, representa 6,6% del PIB industrial y exporta a 43 países por un total de US$ 4.275 millones anuales.

En ese marco, el sector automotriz mostró signos de reactivación hacia finales del año pasado y principios del actual. El miércoles, las terminales de Adefa informaron que, en el primer mes del año, se ensamblaron 24.308 vehículos, 19,4% menos respecto de diciembre, pero 17,5% más que en igual mes de 2020.

Esto se suma a que los patentamientos, informados por Acara, que en enero crecieron 9,9% interanual (49.438 unidades) y los 5 autos más vendidos fueron fabricados en el país: Fiat Cronos, Toyota Hilux, Peugeot 208, VW Amarok y Ford Ranger. De los vehículos vendidos ese mes, el 47% son de industria nacional, superando el pico de 45% de 2015. Esto se da en un marco de aumento de las importaciones de automóviles del 68% con respecto a enero de 2020.

“Los números de estos meses ratifican que el sector está consolidando su reactivación y desde el Gobierno estamos intentando generar aportes para ayudar a que esto continúe”, detallaron desde el Ministerio de Desarrollo Productivo, ante El Economista.

En esa línea, sostuvieron los cuatro objetivos planteados de la mesa sectorial: consolidar las exportaciones; elevar los niveles de escala, eficiencia e integración nacional; promover inversiones en todos los eslabones de la cadena y fortalecer el entramado autopartista nacional.

“Esto también podría ser una reserva de valor de sectores medios altos y altos, porque piensan que están comprando al tipo de cambio oficial”, opinó Pablo Besmedrisnik, economista de Invenómica, ante El Economista.

En el caso de las exportaciones, los envíos de vehículos al exterior aumentaron 37,2% en enero sobre el volumen del mismo período de 2020. “Argentina tiene un déficit estructural en el sector automotriz, sobre todo por la incidencia del mercado de Brasil”, explicó Besmedrisnik y señaló que el desafío de la industria está puesto en la innovación tecnológica para la producción, incorporar mayor valor agregado y el advenimiento de autos eléctricos. “Argentina está atrasada en lo que tiene que ver a los autos convencionales, y ni hablar de los eléctricos”, agregó.

“Se está trabajando en producir lo más que se pueda, pero minimizando el impacto en divisas. Por un lado, en la cantidad de patentamientos de autos nacionales y aumentando lo más que se pueda la integración local de autopartes”, afirmó Daniel Schteingart, director del Centro de Estudios para la Producción XXI (CEP XXI), ante El Economista. Además, consideró que incentivar la producción nacional reduce el impacto en la balanza comercial y genera más puestos de trabajo. “Hay muchos factores simultáneos para el aumento en los patentamientos. Uno es la reserva de valor, otra es la reactivación en otros sectores y también incide la restricción o el miedo al transporte público, como en el caso de bicicletas y motos, que son más de sectores medios y bajos”, concluyó.

Desde Desarrollo Productivo informaron a las principales automotrices que el cupo de divisas para operar en 2021 será el mismo que el año pasado. Esto tiene que ver con la búsqueda de una mayor integración de componentes nacionales en los automotores finales. Sin embargo, para Gabriel Salomón, Director General de Jidoka, si crece la demanda de automóviles, las divisas no alcanzarían a cubrir la necesidad de importar. “La realidad es que la oferta de autos y motos 0 KM no llegaría a responder a la demanda que habrá durante el año, más allá de la solución a través de la producción nacional”, argumentó.

Al mismo tiempo el Gobierno anunció que a partir de este año las empresas que superen las ventas al exterior de 2020 no pagarán derechos de exportación. “Se tomará como base los volúmenes exiguos exportados el año pasado como base, además los reintegros tendrán un piso de 7% para los bienes finales”, señalaron desde Desarrollo Productivo. El objetivo es superar el bajísimo desempeño de 2020, cuando se exportaron 137.891 vehículos, 38,9% menos que 2019 y el peor número desde 2003 (108.058 unidades).

Otra medida en la que se está trabajando es en un proyecto de ley que establecerá beneficios fiscales para las inversiones que se concreten a partir de 2021 en nuevas plataformas de producción de vehículos, exclusiva a nivel regional, y para las inversiones en nuevas autopartes. En ambos casos deberán tener un mínimo de integración nacional del 30%, además de las inversiones en otros procesos industriales (pintura, mecanizado y/o estampado, entre otros).

Las autopartes

En cuanto a las autopartes, la idea es promover la utilización de, como mínimo, un 40% de integración nacional para la producción automotriz. El Régimen de Desarrollo y Fortalecimiento del Autopartismo Argentino (Ley 27.263) otorga beneficios para la compra de autopartes y herramientas nacionales a aquellas terminales con plataformas de producción exclusivas en el Mercosur. “El año pasado se otorgaron bonos de crédito fiscal por compra de autopartes nacionales por $4.196 millones y préstamos a tasas bonificadas para empresas del sector que amplíen su capacidad productiva e incorporen nuevas tecnologías por más de $200 millones”, subrayaron desde Desarrollo Productivo.

“Se estima que por cada nuevo empleo en una terminal automotriz se generan 3 más en la cadena de valor y el autopartismo es obviamente el subsector más relevante de esa cadena de valor. Por eso sin integración local no hay multiplicador sobre el resto de la economía”, aseguró Carolina Catro, Secretaria Pyme de la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes (AFAC), ante El Economista. “Es importante potenciar al entramado autopartista para que sea competitivo y las terminales automotrices quieran localizar cada vez más”, amplió.

El año pasado el sector automotriz cerró con un déficit superior a los US$ 4.000 millones. El 40% correspondió a las importaciones de automóviles de marcas que no están radicadas en nuestro país y la importación de autopartes para reposición. El otro 60% tuvo que ver con importación de vehículos y autopartes para producirlas. “Hay una densidad muy fuerte en la industria autopartista en Brasil desde donde se importa mucho y cuando termine la pandemia esto puede crecer más todavía”, comentó Besmedrisnik.

“Hoy importamos más que hace 10 años para fabricar menos vehículos que antes y por tanto es esencial trabajar sobre ese ratio de importado sobre vehículo producido para tener una industria sustentable. La expectativa, por supuesto, es alta. La industria automotriz tiene que ser política de Estado y esperamos que se discuta una ley en este sentido este año”, expresó Castro.

“El comportamiento del sector registró una mejora interanual que acentúa la tendencia positiva que venían mostrando los índices del sector, y esto es el resultado de venir trabajando a partir del diálogo y consenso de toda la cadena de valor del sector y el Gobierno para trabajar en medidas que promuevan el crecimiento y la sustentabilidad del sector”, declaró esta semana el presidente de Adefa, Daniel Herrero, en un comunicado. Además, manifestó: “Es importante continuar trabajando en los proyectos de ley para el fomento de nuevas inversiones y el instituto de la movilidad, a fin de impulsar la producción, exportación y generación de puestos de trabajo, con vistas a los desafíos futuros. También, remarcó la importancia de trabajar en un plan para el desarrollo del sector autopartista, “como pilar fundamental de la sustentabilidad de la industria y particularmente teniendo en cuenta el desafío futuro de la industria, relacionado a las nuevas motorizaciones, que requerirán piezas de alto contenido tecnológico”, dijo.

Los números

En 2020, el sector produjo 257.187 unidades. “Debemos retrotraernos a 2004 para encontrar los volúmenes que se registraron en producción, exportación y ventas”, dijo Herrero en su momento. Si bien no hay proyecciones oficiales de Adefa, las estimaciones informales rondan las 440.000 unidades. Sería un avance de 70% contra 2020, pero todavía lejos de los picos de otros años.

Parece ser que desde el sector empresario y el Gobierno están articulados y tienen miradas comunes para el desarrollo del sector automotriz. Sería importante conseguir avances en este sentido, teniendo en cuenta el impacto positivo que tendría en la economía mantener un sendero de mejora, al menos respecto 2020.

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