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La Bolsa de Cereales pidió que Vicentin no sea expropiada

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12 junio de 2020

Hoy la Bolsa de Cereales resaltó de positiva “la apertura de una instancia de diálogo” entre el Gobierno y la empresa Vicentin para llegar a una solución. Sin embargo, calificó que la expropiación “no debería ser el objetivo final”, sino garantizar una mejor negociación entre las partes involucradas. 

“Observamos como positiva la apertura de una instancia de diálogo empresa-gobierno para arribar a una solución, que permita mantener la operatividad y el pleno empleo, sin necesidad de recurrir medidas extremas que, como se explica en el texto siguiente, perjudicarán al erario público y sobre todo nuestra imagen de país en momentos críticos de renegociación de deuda”, resaltó la entidad en un comunicado. 

Respecto a la decisión de intervenir Vicentin mediante el Decreto de Necesidad y Urgencia 522/2020, la Bolsa de Cereales resaltó señaló que es necesario “resaltar la prevalencia del orden jurídico institucional que, como bien supremo, debe guiar las acciones referidas a la convivencia social”.  

“En tal sentido y para el caso planteado, cualquier interés de participar en el sector agroindustrial, con el propósito de hacer productivo al trabajo e inversiones de la firma Vicentin, debería manifestarse y resolverse dentro de la convocatoria de acreedores que ya brinda el marco legal aplicable”, subrayó el texto.

Ante el proyecto de expropiación que el Presidente, Alberto Fernández, envió al Congreso de la Nación, la entidad manifestó que “no se observa posibilidad de que el mismo pruebe, en forma contundente, indubitable y cuantificable, la utilidad pública que se debería invocar para aplicar tal procedimiento”. 

“Sería aconsejable que la intervención esté direccionada a asegurar un proceso de negociación ordenado con los acreedores, que respalde sus derechos, preservando el patrimonio de la empresa”, indicó.  

Y agregó: “Sin embargo, es importante tener en cuenta que el objetivo final no debe ser la expropiación, sino garantizar una mejor negociación entre las partes involucradas acreedores, trabajadores y grupos económicos interesados en adquirir la firma”.

Asimismo remarcó que, en medio de la renegociación con los acreedores internacionales, no es beneficioso para el Estado asumir una nueva deuda valuada en US$ 1.500 millones, “más si esta situación podría desembocar en litigios que potencien el impacto negativo, afectando todos los contribuyentes”. 

“No desestimamos el rol de estado como regulador, siempre y cuando esto asegure que no haya posiciones dominantes. En ese sentido, el sector agroindustrial presenta hoy un mercado con capacidad ociosa de producción, la capacidad instalada de molienda es de, aproximadamente, 67 MTn, cifra que supera ampliamente el volumen de producción (aprox. 50 MTn), con lo cual el ingreso de divisas se encuentra garantizado, así como también el cobro de impuestos por parte del Estado”, informó la Bolsa de Cereales.

Además, la entidad destacó que “es comprensible y adecuada la preocupación de brindar seguridad a las familias que depende de este grupo de empresario”, pero advirtió que por la situación de la pandemia “podría provocar que otras empresas se encuentren en la misma situación, lo que pondría al Estado nacional ante una condición de difícil cumplimiento”. 

“La única forma genuina de preservar las fuentes de trabajo, sin generar subsidios inequitativos, respecto del resto de la sociedad , es asegurar las condiciones para que la actividad productiva asuma el desafío de coordinar los factores productivos, generando ingresos, a través de la venta de los bienes producidos y asumir los riesgos y reglas en igualdad de condiciones con el resto de los participantes  de un mercado competitivo”, añadió.

Por último, la entidad resaltó que el concepto de “soberanía alimentaria” que utilizó el Gobierno para referirse al tema “no parece claro en su alcance y definición”. En ese punto, el comunicado hizo hincapié en que el sector agroalimentario en el país “ha demostrado de sobra su capacidad de abastecimiento, siendo su desempeño en la actual pandemia por Covid-19 una prueba irrefutable de ello”.                                                                                    

“En ese sentido y dada la estructura productiva del mismo, con su vigoroso y eficiente complejo generador de bienes y servicios, es absolutamente imposible que pueda existir  amenaza alguna a una supuesta soberanía alimentaria. Por el contrario, se cumple eficientemente con las necesidades de la demanda interna e internacional de alimentos”, finalizó el documento.

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