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Insisten con lo mismo y el peso se sigue hundiendo

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Luis Varela 01 junio de 2021

Por Luis Varela

Sin Wall Street como faro porque EE.UU. tuvo feriado por el Memorial Day, en homenaje a los combatientes caídos en batalla, los mercados del mundo y de Argentina cerraron el último día de mayo con cotizaciones entre quietas y débiles para las acciones y los bonos, con materias primas sostenidas y con un dólar en general débil en casi todas partes, menos en Argentina donde siguió subiendo.

El pulso de la jornada fue marcado por tres eventos sobresalientes. Por un lado, tal como se esperaba, Argentina no pagó el vencimiento con el Club de París. Por otra parte, la OCDE sacó un informe diciendo que nuestro país será el que más tardará en recuperarse de la crisis del Covid. Y en tercera instancia volvimos a tener aumento de muertes, con 638 fallecidos en las últimas 24 horas.

Con semejante trilogía no causó ninguna sorpresa entre los operadores que el peso argentino diera ayer otra demostración de ser la moneda que más está cayendo en el mundo. La decisión de debilitar la situación de los depósitos (autorizando convertir los encajes de Leliq a 30 días a bonos a un año y medio) hizo que la desconfianza de los inversores creciera y la presión sobre el dólar volvió a verse claramente.

Sin negocios en EE.UU., en el exterior el dólar subió 0,2% en Brasil y no cambió en México, pero bajó 0,1% contra la libra, 0,2% contra el yen y el chileno y descendió 0,3% contra el euro. Pero en Argentina el blue estuvo quieto, pero los otros cinco dólares de Alberto volvieron a estar para arriba.

Con el BCRA ratificando que las tasas se quedan quietas (38% en Leliq y 37% en plazos fijos, con dinero licuándose ante la inflación), el dólar turista subió 8 centavos hasta $165,15, el oficial subió 5 centavos hasta $100,09 y el dólar blue se mantuvo sin cambios en $157. El dólar mayorista subió 17 centavos hasta $94,73, con el Banco Central perdiendo US$ 13 millones en las reservas, hasta US$ 41.874 millones. El dólar MEP subió 23 centavos hasta $160,32 y el contado con liquidación subió 63 centavos hasta $165,87.

De esa manera, la brecha entre el dólar oficial y el blue fue del 56,9% y la brecha entre el CCL y el mayorista subió al 75%. Y con una particularidad: el aumento del dólar está subiendo, a pesar de tener los tipos de cambios anclados, pero el peso argentino medido contra otras monedas cae mucho más. Ayer, medidos en pesos, el euro subió 39 centavos hasta $115,67; la libra subió 22 centavos hasta $134,40 y el real subió 3 centavos hasta $18,13.

Esta debilidad de peso vino rodeada por varias señales preocupantes. Los contagios y las muertes por Covid siguen en niveles muy altos en Argentina en niveles muy altos. El 85% de las más de 7.500 personas que están internadas en camas de terapia intensiva no habían recibido ninguna vacuna, el 13,5% recibió una dosis y el 1,5% recibió las dos dosis. Y expertos epidemiólogos denuncian que si la Argentina hubiera recibido las vacunas que no llegaron, se hubieran salvado 10.000 vidas de los 78.093 muertos que ya tenemos.

Por supuesto, la situación global no es sencilla. La destrucción de empresas y empleos fue muy rápida en todas las latitudes y la recuperación será lenta y trabajosa. Y el planeta entero está sintiendo el impacto de la súper emisión de moneda que se tuvo que realizar para mantener las maquinarias en movimiento artificial.

La preocupación en todas partes tiene que ver con la inflación. Ayer, mientras hubo ausencia de operaciones en EE.UU., las commodities se mostraron levemente en alza, con subas del orden del 0,3% tanto para el petróleo, como los metales y los granos. Con un repunte consistente en las criptomonedas. Y con las principales Bolsas del mundo anotando bajas de entre 0,5% y 1%, salvo San Pablo y México, que estuvieron con subas, porque los buenos precios de las commodities le dan a la región algún aire.

Pero en Argentina esa mejora no existió. Con pocos negocios, $684 millones operados en acciones y $455 millones en Cedears, la Bolsa de Buenos Aires terminó casi sin cambios. Y los bonos argentinos cerraron el mes con alguna debilidad, por lo que el riesgo país volvió a subir 3 unidades, hasta 1.509 puntos.

El habitual informe de cierre de mes de la sociedad de Bolsa Tavelli destacó que en mayo hubo más ganadores que perdedores. La acción de Clarín sobresalió con un salto de más del 50%, Francés superó el 40% y Carboclor estuvo arriba del 30% mensual, en tanto que papeles como Comercial del Plata, Telecom, Macro Galicia, YPF, Molinos y Autopistas del Sol lograron subir entre 20% y 30%.

Mientras que del otro lado el gran perdedor fue el cupón PBI en pesos, con una caída superior al 10%, con datos negativos menores para la soja y la empresa Consultatio. Aunque a nivel internacional las que más perdieron fueron claramente las criptomonedas, con una estocada ciertamente profunda, una caída del 36% sólo para el Bitcoin.

Mirando hacia adelante, la preocupación de todos los analistas está centrada en la inflación global, con más temor por la suba de precios que sufre EE.UU., ante la posibilidad de que eso lleve a la Fed a reducir la compra de títulos primero y subir las tasas después, lo que generaría el tan anunciado desplome que todos los analistas están esperando para Wall Street.

El analista Miguel Angel Boggiano, de Carta Financiera, realizó un estudio sobre la actuación de Wall Street en los años que EE.UU. tuvo inflaciones más altas. Tomó los 15 años con variaciones más elevados (de entre 6% y 14% anual) y en esas 15 oportunidades la Bolsa de Nueva York sufrió caídas reales en la mitad de las ocasiones, con un derrumbe del S&P500 del 34% real en 1974, del 20% en 1973 y del 16% en 1946.

Todo esto viene acompañado por una preocupación adicional. El hundimiento de las criptomonedas se acentuó en la última parte del mes, cuando China le prohibió a sus instituciones financieras a operar con ese tipo de activos. Y ayer, en un comunicado que heló la sangre de muchos operadores, los reguladores de China advirtieron -en medio del feriado en Wall Street- que están apuntando a los gigantes de Internet, por sobrepasar posiciones dominantes.

Los tiempos por venir son por cierto desafiantes. Y lo peor del caso es que en el día en el que el Gobierno argentino evitó el cumplimiento con el Club de París, con alta chance de que esa entidad no decida ninguna ayuda puente, ya que Alemania y Japón, que tienen mayoría en ese grupo, no quieren conceder más tiempo, el país puede ir irremediablemente a un default con esa institución multilateral si no hace algún acuerdo con el FMI antes del 31 de julio, permitiendo una revisión de las cuentas públicas de parte del Fondo, justo un mes y medio antes de las PASO, algo que Cristina Kirchner resiste con las dos manos.

Pero si a algún ciego se quedó con ganas de poder ver, ayer se dieron dos señales ciertamente preocupantes. Con decisiones de política económica que no están funcionando, el Congreso decide insistir con lo mismo. En los últimos dos meses, por los fuertes aumentos que tuvieron los insumos de la construcción, ese sector se detuvo en casi todos los frentes, incluso en las refacciones hogareñas. Y los legisladores, en vez de comprender que lo que falla es otra cosa, como hubo poco interés por el blanqueo para construir desde el pozo, decidieron extender la medida por otros 90 días, sin cambiar nada.

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