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¿Hubo voto sectorial el 22-N?

En la región pampeana, arrasó Macri y en las provincias petroleras, ganó Scioli.

30 noviembre de 2015

(Columna de Facundo Matos Peychaux)

Atraso cambiario, retenciones, restricciones a las exportaciones, precios internacionales más bajos, costos de logística elevados: las economías rurales (tanto los cultivos tradicionales como los regionales) llegaron a la segunda vuelta electoral con problemas cada vez más acuciantes. Los reclamos del sector contra la política agropecuaria del Gobierno hicieron eco en la campaña y ambos candidatos, tanto el oficialista como el opositor, tuvieron que prometer medidas similares para abordar estos problemas. En líneas generales, el levantamiento de las barreras a la exportación, la eliminación de retenciones a las economías regionales, el trigo y el maíz, y la reducción de las de la soja, aunque con distintos plazos y modos.

Mientras tanto, el escenario con el que el sector petrolero llegó al 22 de noviembre es bien distinto. A pesar de los desequilibrios que puede atravesar el sector en términos macro, y si bien el precio del barril de petróleo cae mes a mes ininterrumpidamente desde junio del año pasado, no hubo en el último tiempo en Argentina recortes de personal ni una masiva salida de capitales del sector, como si sucedió en otros países, comenzando por el propio Estados Unidos. Por el contrario, el precio interno del barril de petróleo, subsidiado a US$ 30 más que su valor internacional, contribuyó a matizar el impacto de la caída de precios y como los proyectos en el sector son a un plazo mucho más largo que en el sector agropecuario, el boom de los no convencionales en Vaca Muerta todavía genera grandes expectativas a futuro.

A la hora de votar, estas diferencias se notaron. En la región pampeana, arrasó Mauricio Macri arrasó; en las provincias petroleras, ganó Daniel Scioli. Sin embargo, la ecuación no fue tan lineal en algunas zonas sino que la dinámica política propia de cada distrito también jugó su rol.

El voto campo

El interior bonaerense, Córdoba, Santa Fe, Mendoza, Entre Ríos, San Luis y en menor medida, La Pampa, fueron claves en el triunfo macrista. En esas siete provincias obtuvo más del 75% de su caudal de votos a nivel nacional y en algunas, la diferencia respecto de Scioli fue de 30 puntos porcentuales.

Esta gran diferencia se vio particularmente en las ciudades sojeras de Buenos Aires y Santa Fe. En Pergamino, Macri se impuso 64% a 36%; en Salliqueló, 61% a 39%; en Rojas, 64% a 36%; en Tornquist, 66% a 34%; y en Puán, 73% a 27%. En toda la Sexta Sección Electoral, que agrupa a buena parte de estos municipios, la diferencia fue de 62% a 38% a favor de Cambiemos sobre el Frente para la Victoria (FpV).

En Santa Fe, Macri venció a Scioli por 62% a 38% en el departamento de General López; en Caseros por 67% a 33%; en San Martín por 66% a 34%; y en Belgrano, 66% a 34%. En la gran mayoría de los municipios se repitió la misma dinámica, con brechas nunca menores a 10-15%.

El voto petrolero

En cambio, en la mayoría de las provincias petroleras, ganó el FpV. En Río Negro, Scioli sacó 63% de los votos contra 37% de Macri; en Chubut, 59% contra 41%; en Santa Cruz, 58% a 42% y 59% a 41% en Tierra del Fuego. En las demás provincias petroleras, del oeste y noroeste argentino, con la sola excepción de Mendoza, también ganó el FpV.

A nivel departamental, en Escalante (Chubut), donde se encuentra Comodoro Rivadavia, el FpV se alzó con el 60% de los votos; en el departamento neuquino Añelo ?donde está la mayor explotación de la provincia, Rincón de los Sauces- se impuso 64% a 36%; y en General Roca (Río Negro) ?a pesar del severo conflicto que tuvieron a principios de año por la situación de la producción frutícola-, ganó por 62% a 38%. En El Cuy, también Río Negro, se impuso 76% a 24%.

Las economías regionales

En cambio, en el resto del país, los resultados fueron muy disímiles. En muchas de las zonas más alejadas del puerto, las más afectadas por la inflación de costos y los déficits en materia de infraestructura y fletes, no hubo un voto castigo marcado al oficialismo.

En el departamento chaqueño Comandante Fernández ?partido donde está la ciudad Presidente Roque Sáenz Peña, de fuerte asentamiento de la producción algodonera-, Scioli ganó por un ajustado margen (52% a 48%); en la correntina Monte Caseros, donde se destaca la producción de cítricos, se impuso por 55% a 45%; y en la tucumana Lules (frutícola), Scioli venció por 60% a 40%. En cambio, en Mendoza capital, golpeada por la crisis de la producción vitivinícola, ganó Macri por 70% a 30%.

Sin embargo, el componente político también pesó. Tanto en General Roca como en Comodoro Rivadavia y Añelo, hay intendentes peronistas de mucho capital político, lo que contribuyó seguramente al triunfo rotundo del oficialismo. En Río Negro, Chubut y Santa Cruz, además, gobiernan ?y gobernarán desde diciembre- figuras del peronismo (oficialista o disidente), mientras que en Neuquén lo hace el MPN, aliado tradicional del PJ. En cambio, la franja central del país, donde Macri se vio más beneficiado, es históricamente donde peor le ha ido al peronismo y donde el radicalismo ?y las terceras fuerzas- mejor han podido hacer mella.

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