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El gradualismo de Massa no convence y en el mercado hablan de la herencia económica para el 2023

En los ítems de la gestión Massa hay varios casilleros vacíos y se viene un 2023 con varios frentes: el principal, el del financiamiento

Sergio Massa evitó que la crisis escale: en eso, hay coincidencia plena en el mercado
Sergio Massa evitó que la crisis escale: en eso, hay coincidencia plena en el mercado
Leandro Gabin 28 octubre de 2022

Sigue pasando el tiempo y la gestión de Sergio Massa ya empieza a tener sabor a poco para gran parte de la comunidad financiera y empresaria. El ministro, con política y algo de sentido común en lo económico, evitó que el país cayera al precipicio. 

Pero lejos está de ser un ministro que se haga cargo de los profundos desequilibrios y tome medidas de fondo. 

Más bien, lo que preocupa (y mucho) es la herencia económica que el mismo Massa dejará al próximo Gobierno, independientemente de que gane alguna vertiente del oficialismo (hasta incluso él mismo, si se anima a jugar) o, lo más probable, alguien en la oposición. 

En los ítems de la gestión Massa hay varios casilleros vacíos: la situación de las reservas continúa siendo preocupante, la espiralización de la inflación sigue (más allá de los últimos datos del IPC que muestran una desaceleración imperceptible para la sociedad), la brecha se mantiene en torno al 100% y los salarios en dólares y en pesos están en su peor nivel en 20 años. 

"La llegada de Massa esquivó una catástrofe. Pero no llegó a hacer el ajuste que la economía requiere. La realidad es que el ajuste es lo que viene después del despilfarro del gasto público y emisión monetaria. Y el ajuste de Massa es tibio. Es lo mínimo necesario para cumplir con el Fondo y llegar al 2023 sin chocar", explicó Alejo Costo, Estratega Jefe de BTG Pactual

¿Llega sin chocar? Costa dice que eso es precisamente lo que se discute entre los inversores y lo que explica que los bonos (más allá del reciente repunte desde el décimo cuarto subsuelo) valgan 23 centavos de dólar. "Massa no quiere hacer un ajuste del tipo de cambio, ni ir más allá con las tarifas, sigue con los controles de precios que acumulan más inflación reprimida en el futuro. Uno mira eso y queda claro que no vino a hacer el trabajo sucio, solo una parte. Y que la próxima administración no va a tener una tarea fácil", dice el ejecutivo del banco brasileño. 

El ex vicepresidente del Banco Central y actual director de CMF, Gustavo Cañonero, plasmó en su última presentación a clientes el complejo panorama que dejará (de seguir así) el plan Massa en la economía que viene. Cañonero dice que "el nombramiento de Massa trajo cierto orden y criterio económico al Gobierno, pero no ha podido reducir ninguno de los desequilibrios relevantes de la economía argentina".

El economista, que fue jefe del Deutsche Bank en Nueva York, alertó que el exceso de pesos sigue su curso, la base del impuesto inflacionario se achica, el peso se sigue atrasando y los vencimientos del Tesoro se abultan "para confluir en un muy riesgoso primer trimestre del 2023". 

"El ajuste elegido es la inflación pero subestimando los riesgos de pérdida de control nominal", alertó Cañonero. "En el contexto actual, medidas cambiarias o monetarias en soledad pueden constituirse en los mismos dinamizadores de una mayor aceleración inflacionaria con final incierto", resaltó. "Una reducción mínima del déficit fiscal no evita la monetización del déficit cuasifiscal. El déficit consolidado de Nación y BCRA sigue subiendo y el exceso de pesos sigue su curso", concluyó, muy pesimista, Cañonero sobre lo que viene para la economía argentina.

Pero estos economistas no son la excepción, sino más bien la regla de lo que se escucha por estas horas en el mundo financiero con la "tibieza" de Massa y sus políticas. 

Fitch Ratings, esta semana le redujo la calificación al país alegando que hay profundos desequilibrios macroeconómicos, apuntó que si bien el endurecimiento monetario y los recortes de los subsidios a la energía son signos de progreso (un guiño parcial a Massa), "un plan de política integral necesario para impulsar la confianza sigue siendo difícil de lograr" y que parece poco probable que surja hasta después de las elecciones de 2023. 

Incluso Adcap Grupo Financiero, cuya cara visible es Javier Timerman (de fuertes lazos con el Gobierno y el mismo Massa), fue muy crítico con los últimos pasos del otrora súper ministro. 

"El plan de estabilización del que tanto se habló, se empieza a desdibujar, y también la imagen de Sergio Massa y su carrera electoral hacia 2023", sentenció. Y fue más allá: "Pareciera ser que el ministro de Economía está más bien para mantener el status quo, con la inflación y la devaluación corriendo a 6% mensual". 

El mismo Timerman, en declaraciones al Canal de la Ciudad, ahondó lo que publicó su compañía en los últimos días. "El Gobierno tiene dos caminos, asumiendo que se prepara para una derrota digna. Puede llevar adelante una política razonable de ajuste y recesión y ser un poco más competitivo a nivel electoral, o ir por la solución de 2021: más plata y más inflación".

El riesgo de que Massa no "haga nada" nuevo es que se le complique (y mucho) el financiamiento para el próximo año. El mercado de pesos está atado con alambre en medio de un cepo muy fuerte y la tendencia a dolarizarse como sea puede ser un factor que dinamite las próximas licitaciones del Tesoro. 

"Creo que en una economía con cepo, el principal riesgo es no conseguir financiamiento, que el Gobierno no logre refinanciar la deuda emitida en pesos, que es mucha", dijo el jefe de Adcap y acotó que hay 7,5% del PIB que hay que renovar en 2023. 

Este Gobierno, que a pesar de su "exitosa" reestructuración tiene cerrado completamente el financiamiento en dólares, le dejará como herencia a quien venga un verdadero problema para conseguir fondos. Sin posibilidad de colocar bonos internacionales, lo que dejará Massa como fuente de financiamiento local también será acuciante. 

"El próximo Gobierno no se podrá dar el lujo como hizo Macri de tomar deuda al principio. Incluso el mercado de deuda en pesos está saturado. No hay más espacio para financiar el gradualismo. Hay una restricción para el que venga que será el financiamiento", advirtió Costa. 

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