El Economista - 70 años
Versión digital

jue 25 Abr

BUE 16°C
Informe de Ecolatina

El empleo asalariado privado sigue perdiendo participación en el total de trabajadores registrados

Los asalariados del sector privado aún no recuperaron uno de cada tres puestos destruidos durante los primeros ocho meses de 2020.

CAFIERO_TODESCA_GUZMAN_KULFAS_MORONI_GAB.-ECONOMIICO_JGM_9816_ENVIO-scaled
CAFIERO_TODESCA_GUZMAN_KULFAS_MORONI_GAB.-ECONOMIICO_JGM_9816_ENVIO-scaled
12 diciembre de 2021

Según los datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), durante septiembre el empleo formal exhibió un incremento de 3% interanual, es decir, el empleo registrado aumentó en más de 360.000 trabajadores respecto de septiembre de 2020.  

Así, el empleo registrado ya recuperó el deterioro ocasionado por la pandemia y la cuarentena: el indicador, en términos desestacionalizados, exhibe una mejora de 1% en relación a diciembre de 2019 y volvió a los niveles de empleo formal cercanos a los de 2018. 

Una inspección más detallada muestra que esa dinámica estuvo impulsada por los trabajadores por cuenta propia formales. Ese universo agrupa a monotributistas, autónomos y monotributistas sociales, que exhiben un crecimiento de 4,2% interanual y los asalariados del sector público, con un avance de 3,2%. Estas modalidades son las que explican la totalidad la mejora del empleo formal en 2020-2021: en relación a diciembre de 2019, aumentaron más de 5% y 3%, respectivamente, más que compensando la caída de 1,5% en el empleo asalariado privado y el de casas particulares. 

De hecho, los asalariados del sector privado todavía están rezagados: si bien en septiembre crecieron 2,4% (mejora que se corresponde con 140.000 puestos de trabajo más en relación a igual mes del año pasado) aún no  recuperaron uno de cada tres puestos destruidos durante los primeros ocho meses de 2020.  

“No obstante, cuando reagrupamos las categorías para mirar la película con mayor extensión temporal, notamos que la tendencia de los últimos años fue la de un crecimiento del empleo registrado impulsado fundamentalmente por el cuentapropismo formal y los asalariados públicos no se alteró, lo cual es indicativo de que persiste la dificultad para generar empleo asalariado privado registrado”, dicen desde Ecolatina. 

De hecho, el empleo asalariado privado (“que no sólo es el que cuenta con mayores protecciones laborales sino también el que en mayor medida es el que permite financiar el régimen previsional de reparto”, dijo el informe) continuó perdiendo participación en el total de trabajadores registrados: a fin de 2012 representaba 55% del total; a fin de 2015, 52%; a fin de 2019, 49% y a septiembre de 2021, 48%.  

El empleo asalariado público, por su parte, pasó de representar el 30% del empleo asalariado formal total en 2012 a 36% en la actualidad. 

El empleo asalariado privado sigue perdiendo participación en el total de trabajadores registrados

“La pregunta en este sentido es si la creación de puestos de trabajo directos por parte del Estado es 'genuina' -en el sentido que se incrementa la provisión de bienes y servicios por parte del sector público- o si constituye una de las formas más accesibles para buena parte de la sociedad de acceder al empleo registrado. La evidencia sugiere una constante absorción de trabajadores a lo largo de toda la última década: el 60% del aumento en el empleo registrado total en 2013-2021 es explicado por asalariados públicos (los asalariados privados registrados cayeron en el mismo lapso), dando alguna cuenta de que esta modalidad en parte mitigó los impactos que los ciclos económicos tuvieron en el mercado laboral”, señala Ecolatina. 

Por otro lado, también cabe señalar que la expansión del cuentapropismo esconde una importante heterogeneidad en tanto está compuesta por un avance del 10% del monotributo social, asociada a trabajadores de las categorías más bajas. 

 ¿Qué se espera para los próximos meses? 

“De cara a lo que resta del año y el entrante, prevemos que el dinamismo del cuentapropismo y los asalariados públicos siga su curso, traccionando el empleo formal. Por otro lado, si bien esperamos que la industria opere con más vaivenes, no creemos que esta dinámica afecte su rol de creador de empleo, al menos durante los próximos meses”, dijeron desde Ecolatina. El sector industrial, precisamente, ha sido el gran impulsor del empleo asalariado privado.  

No obstante, sobre el resto de las actividades económicas todavía descansan algunos interrogantes. En primer lugar, “esperamos que exista una expansión producto del fin de las limitaciones de capacidad y aforo en rubros vinculados a la gastronomía, entretenimiento y turismo durante el cierre del año y que esta dinámica continúe en los meses de verano”.  

“Por otra parte, la velocidad de la recuperación de los puestos de trabajos registrados a los niveles pre-pandemia no sólo dependerá de que tanto se mantiene la tasa de formalidad (en sectores típicamente más informales) en un contexto de lenta disipación de la incertidumbre, sino también de lo que ocurra con el poder adquisitivo”, dijeron. Si el salario no crece eso puede afectar el consumo de los servicios antes mencionados. 

En definitiva, el empleo registrado posiblemente cierre el próximo año en línea con el nivel alcanzando a lo largo de 2018, pero ese fenómeno guardará más relación con la “vuelta a la normalidad”, un mayor alcance del empleo público y una difusión más extendida del cuentapropismo formal. 

***

Un mercado laboral con el piso tambaleante

“El Covid-19 le espetó al mundo del trabajo una serie de cambios fundacionales. Un conjunto de tendencias le movieron el piso a las bases del mercado laboral y que -no menor- aún se encuentran en proceso de asentamiento y consolidación”, dice el especialista Matías Ghidini en un reciente informe del IAE Business School de la Universidad Austral. Ghidini menciona 4: la definición final del espacio físico de trabajo y la duda existencial del mejor equilibrio entre el home office y la oficina; el profundo cuestionamiento a la relación de dependencia, atizada por la revolución global de la 'Gran Renuncia', un fenómeno socio-laboral a seguir de cerca; el malabarismo y desafío que implica para los jefes liderar virtualmente a través de las múltiples pantallas a sus equipos de colaboradores y, por último, la creciente exportación de servicios profesionales desde Argentina hacia el resto del planeta, de múltiples rubros e innovadores formatos. “La decadencia laboral local es ya crónica, estructural e independiente de cualquier ideología política. Un mercado del trabajo debilitado y empantanado entre la informalidad, prohibiciones, regulaciones arcaicas y altos costos exige de cirugía mayor”, dice Ghidini.

Seguí leyendo

Enterate primero

Economía + las noticias de Argentina y del mundo en tu correo

Indica tus temas de interés