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Aun antes del Covid-19, EMAE ya caía hasta niveles de 2010

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29 abril de 2020

En febrero, la actividad económica tuvo un retroceso del 2,2% en comparación al mismo mes del año anterior. Así lo afirmó el tradicional Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) del Indec. Según LCG, el nivel del EMAE se ubicó en niveles apenas superiores a los de 2010, en pleno rebote de la crisis subprime. Una década perdida nomás y ni había llegado la pandemia.

Con esta merma, el primer bimestre del año cerró con una baja del 2% de la actividad económica, incluso antes de que el Gobierno decretase el aislamiento social, preventivo y obligatorio el 20 de marzo. Veníamos mal y encima después llegó el Covid-19.

Además, el indicador desestacionalizado del EMAE observó una caída del 1,1% respecto al mes anterior, mientras que el indicador tendencia-ciclo se mantuvo sin variación.

Según el EMAE, los sectores que mostraron mayores bajas fueron la construcción (-20,4%), la intermediación financiera (-7,8%), los impuestos netos de subsidios (-4,6%), el comercio (-1,6%), la industria manufacturera (-1,3%) y el transporte y comunicaciones (-0,9%). En el lado positivo, sobresalieron minas y canteras (+3,5%); pesca, con 2,2% y hoteles y restaurantes, con 1,6%.

La tendencia

“Para marzo, esperamos una abrupta caída de la actividad, como consecuencia de los efectos de la pandemia. El 95% de las variables relevadas por el Indice de Difusión de LCG (19 sobre un total de 20) registró una caída mensual desestacionalizada respecto a febrero”, dijeron desde LCG.

“Para los meses siguientes, la crisis global desatada por la pandemia del coronavirus implicará retrasar cualquier expectativa de reactivación económica. El aislamiento social, preventivo y obligatorio que se llevó a cabo durante fines de marzo, todo abril y parte de mayo (por ahora hasta el 10 de mayo) detiene la actividad casi por completo e impactará agudamente en el segundo trimestre. Algunos sectores como comercio, turismo, recreación, entre otros, se encuentran con producción casi nula y se espera que continúen frenados la mayor parte del año”, agregaron en un reporte a clientes.

“En un contexto de incertidumbre y desconocimiento de la evolución de la situación, esperamos una caída de la inversión de alrededor del 22%, alcanzando un ratio PBI de 14%, valores mínimos desde 2002. El cierre de fronteras, una menor demanda global, la caída del precio de los commodities y la fuerte recesión de los socios comerciales afectará a las exportaciones, agudizando el impacto de la crisis en la actividad. En este contexto, proyectamos caída de las exportaciones para 2020. La apuesta del Gobierno es que el consumo, en muchos casos financiado con ingresos públicos, sea el sostén de la demanda. Aun así, proyectamos que el consumo privado se verá afectado, cayendo alrededor de 7% en 2020, con una baja del 12% en el segundo trimestre”, añadieron. Por último, dijeron: “Para 2020 proyectamos una caída no menor a 6,4% anual. El elevado grado de acatamiento que está teniendo la cuarentena en suma con potenciales complicaciones desde el frente de la deuda externa podría llevar a revisar nuestra proyección de actividad nuevamente a la baja”.

En ACM dijeron: “Es importante resaltar que estos datos resultan previos al efecto disruptivo que está causando el coronavirus en la economía argentina, del cual existen nulos antecedentes en la historia económica. Las medidas de contención del virus afectaran sustancialmente a la producción de sectores no esenciales y pondrán bajo presión a las cadenas de pago. La magnitud de impacto resulta difícil de cuantificar a priori ya que la duración del freno en distintas actividades dependerá de la evolución de la pandemia y la discrecionalidad en la administración de la cuarentena. Aunque las medidas por el Gobierno para mitigar el efecto en la economía pueden reducir el impacto en los sectores más vulnerables, es importante el alcance y la eficiencia con la cual se lleven adelante los programas de crédito subsidiado o de pago de salarios del sector privado (Repro) dado que de ellos depende si el shock es permanente (alargamiento de la recesión y recuperación posterior progresiva) o transitorio (recesión acotada y recuperación de los niveles de producción pre crisis)”.

Además, otra película para ver de cerca es la de la deuda. “Otro factor clave sería una renegociación exitosa de la deuda, no por su impacto en las finanzas públicas sino por su impacto tanto en el acceso a los mercados de deuda del sector privado, como puede ser la prefinanciación de las exportaciones, como la mayor certidumbre que podría generar en las firmas un acuerdo exitoso con los acreedores externos acompañado por un mayor acceso al crédito doméstico producto de la caída de la tasa real, que no ha logrado tener el efecto deseado en la actividad recientemente”, concluyeron en ACM.

Si bien, como dice ACM, no tiene mucho sentido hacer proyecciones hoy, dada la caída esperada para el segundo trimestre, la tendencia recesiva previa y la dificultad de una recuperación en V, la caída del PIB sería la mayor desde 2002 (-10,9%) y, quizás, incluso la supere.

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