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Milei y el Bitcoin, un mito sin futuro

Los viejos ideales de descentralización total que soñó Satoshi Nakamoto y que Javier Milei busca rescatar, van perdiendo fuerza día a día

Todo ese relato describe un mito que nunca ocurrió.
Todo ese relato describe un mito que nunca ocurrió.

El mundo Bitcoin ama a Javier Milei, entre otras cosas, por su reciente aparición en una entrevista televisiva. En ella el candidato a presidente de nuestro país explicó que esa moneda digital descentralizada surgió como una respuesta del sector privado a los gobiernos quienes, en algún momento, monopolizaron la emisión de dinero, un invento que habría emanado naturalmente de las libres interacciones del mercado. 

Michael Saylor, tal vez el empresario ícono del mundo Bitcoin, se hizo eco con un tweet al respecto. En el video se lo puede ver a Javier describiendo el proceso por el cual los humanos pasamos del trueque a usar ciertos objetos como dinero para luego quedarnos con metales como la plata, el oro y finalmente el papel. Ahí fue cuando aparecieron los estados para "apropiarse" la potestad de emitir dinero y robar con la inflación. Bitcoin sería, entonces, el paso natural para recuperar el dinero a manos de "la gente".

Sin embargo, los lectores de esta columna saben que todo ese relato describe un mito que nunca ocurrió. Fue Vitalik Buterin, cofundador de la red Ethereum, quien lo aclaró, a través de la red del pajarito, hace más de cuatro años. "Toda...la narrativa es sólo una forma de entender la historia del dinero, y en muchas formas significativas una forma incorrecta". Pensar que la escuela de pensamiento económico sobre la que se basa un potencial presidente de nuestro país es un mito me genera escalofríos.

El antecedente no despierta entusiasmos tampoco. Nayib Bukele, actual presidente de El Salvador y que también fue amado por los bitcoiners cuando le dio curso legal a la creación de Satoshi, publicó sus predicciones para el 2022 el 1° de enero del año pasado. Según él, Bitcoin llegaría a los US$ 100.000, otros dos países le darían el curso legal y sería un tema muy relevante en las elecciones de Estados Unidos, entre otras. No le pegó en ninguna. Un papelón.

Otro papelón lo generó Luke Dashjr, uno de los desarrolladores de Bitcoin más importantes a nivel mundial. Su billetera virtual, donde guardaba sus tenencias por un valor aproximado de US$ 3,6 millones, fue comprometida y alguien le robó todo. Como respuesta el bitcoiner recurrió al FBI para que lo ayuden a tratar de recuperar el dinero. Ya la semana pasada habíamos comentado un caso similar respecto a crypto.com, que demandó a una clienta a la cual le había enviado por error US$ 10 millones. El mundo de la descentralización acude al centralizado para que lo rescate. Satoshi se revuelca en su tumba (si es que está muerto, como dicen algunos).

Si, el mundo centralizado es el que manda parece. Es por eso que ahora la moda son las "proof of reserves", donde se intenta demostrar que uno tiene los activos suficientes para respaldar a sus depositantes. Fue Armanino, una de las compañías contables líderes y que fue el auditor para FTX, quien le dijo al Financial Times que las condiciones de mercado habían cambiado y que ya no proveerá servicios a empresas criptos. Además aclaró algo que ya sabíamos: una "proof of reserves" no es lo mismo que una auditoría.

Es por eso que, si bien estamos contentos de que las principales stablecoins hayan avanzado con sus atestaciones, hay que andar con cuidado cuando uno decide tener sus ahorros en criptodólares. Tal vez podríamos pensar que USDC habría dado un paso más hacia la seguridad. Como explicó JP Koning, el 65% de sus activos están invertidos en fondos money markets del Gobierno que son manejados por Blackrock, el mismo de la deuda externa argentina. Esta entidad está regulada por la SEC y hace atestaciones diarias. Si bien no es lo mismo que las hiciera directamente Circle, el emisor de USDC, la realidad es que los usuarios de este token pueden estar más tranquilos.

Son esos proyectos que tienen una pata en el mundo descentralizado y otra en el centralizado los que parecieran tener un futuro promisorio. Los viejos ideales de descentralización total que soñó Satoshi y que Milei busca rescatar, van perdiendo fuerza día a día.

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