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24 hallazgos para entender qué y cómo se come en Argentina

Una encuesta para reflexionar y debatir sobre diversos aspectos del consumo de alimentos: accesibilidad, asimetrías, conciencia sobre los impactos, entre otros

La investigación consistió en 131 preguntas realizadas a través de cuestionarios digitales a 1.422 personas
La investigación consistió en 131 preguntas realizadas a través de cuestionarios digitales a 1.422 personas
21 octubre de 2022

Con el propósito de reflexionar y debatir sobre diversos aspectos del consumo de alimentos (accesibilidad, asimetrías, conciencia sobre los impactos, entre otros) y producir conocimiento público y abierto, la Fundación Colsecor implementó una encuesta nacional digital que recogió información de 1.422 casos entre el 15 de julio y el 4 de agosto de 2022.

Se presentan los principales 24 hallazgos que dan cuenta de tendencias, hábitos y expectativas en el consumo de alimentos.

  1. ¿Dieta? Bien, gracias. Los y las argentinas no realizan ninguna dieta (90,8%) y es muy variado el modo en que se come, sea a diario, semanalmente o los fines de semana.
  2. Agradables y de calidad, muy por encima de lo barato. Algunos factores motivan la selección de los alimentos de manera muy significativa, tal el caso de que los alimentos sean agradables en sabor, olor y textura (56%) y de buena calidad (46%). Un avance en las motivaciones de alimentos es que no aumenten el colesterol, la glucemia, el sobrepeso y la cantidad de las calorías, azúcares, sodio y grasas. La tercera razón más elegida es que sean alimentos aconsejados por profesionales de la salud. En cuarto lugar aparecen la necesidad de ingerir proteínas y que los alimentos no estén genéticamente modificados.
  3. 71%: enorme mayoría que come carne. Es decir, se asume omnívoro y consume carne con frecuencia (carne bovina, carne de cerdo, carne de pollo o de pavo). El 25% tiene un estilo flexitariano lo que implica que consume carne de vez en cuando, pero está intentando reducir su consumo en el futuro. Esto significa que 1 de cada 4 es flexitariano.  Sólo 1% es vegano.
  4. En el trabajo no se come. El lugar más habitual para comer es la casa: 93%. Solo el 3% lo hace en su trabajo.
  5. Sin carne no hay paraíso, especialmente para los varones. El 61,3% acuerda mucho o algo en que la carne es insustituible en su dieta y es mayor la proporción de varones suscribe esta afirmación que la de mujeres:  69,1% y 52,2% respectivamente. Y si bien el 65% de los consultados en promedio está de acuerdo con que comer carne es una práctica natural e indiscutible, otra vez se evidencia la diferencia marcada en el apoyo a esta afirmación conforme el género: 80% de varones frente al 58% de mujeres. Solo el 14% acuerda que se sentiría bien con una dieta sin carne,
  6. 1 de cada 3 siente que come más de la cuenta. El 32% de las personas encuestadas dicen comer alimentos más de la cuenta 1 o 2 veces a la semana, en tanto el 15% dice hacerlo todos los días.
  7. Aunque se maten animales para comer, ello no afecta hoy su consumo de carne para la mayoría. El 71% de quienes respondieron, está de acuerdo (38% muy de acuerdo, 33% algo de acuerdo) con que, aunque se maten animales para comer, ello no afecta hoy su consumo de carne.  El mayor porcentaje de rechazo provine de los jóvenes entre 15 y 24 años.
  8. En cantidad, más vaca que pollo. El tipo de carne más consumida este año es la carne vacuna (48%); le sigue la carne aviar con 36%. Esto habla de la cantidad, no de la frecuencia en donde el pollo se consume con más frecuencia diaria.
  9. Ejercicio y comidas, la fórmula del cuidado. Las dos opciones que más eligen las personas para cuidar su cuerpo son hacer ejercicio (43%) y cuidar la propia alimentación (40%). La diferencia más notable es la de género ya que los varones eligen la primera opción en un 51% frente a las mujeres que solo la prefieren en un 40%. En cambio, las mujeres eligen cuidar su alimentación en un 44% frente al 35% de los varones que optan por esta práctica.
  10. Comprar y comer sano y variado no es fácil. Solo el 28% está muy de acuerdo en es fácil organizarse para comprar y comer sano y variado. Están más de acuerdo con esta afirmación quienes habitan ciudades de menos de 10.000 habitantes.
  11. Más de la mitad lee las etiquetas, aunque en la mayoría de los paquetes no se pueden leer. Quienes no leen las etiquetas aducen que, en primer lugar, en la mayoría de los paquetes no se pueden leer (33%). En segundo lugar, porque no les interesa (26%). En tercer lugar, se aduce que es por pereza (18%). Y en cuarto lugar se señala que no se leen las etiquetas porque no se entienden (13%). Las dos razones principales que señalan quienes leen las etiquetas de los alimentos procesados son que es importante leer las etiquetas de los productos que se compran y para ver la calidad de los alimentos (39% y 33% respectivamente), luego quienes lo hace para mirar si los alimentos tienen muchos conservantes, para mirar las calorías y para mirar si los alimentos tienen grasas.
  12. Es alta la aceptación de los beneficios de la ley de etiquetado frontal para la salud, pero no tanto la creencia de que logrará que las industrias alimentarias modifiquen sus productos por otros más saludables. Solo el 29% cree que el etiquetado frontal logrará que las industrias alimentarias modifiquen sus productos por otros más saludables. Sin embargo, hay una aceptación generalizada de que la ley de etiquetado frontal tendrá algunos beneficios para la salud. Las personas encuestadas se manifestaron muy de acuerdo con dos ideas: que la advertencia de excesos de grasas, sodio y azúcares ayudará a combatir la obesidad, la hipertensión y los riesgos cardíacos (43%) y que la prohibición de venta de alimentos con exceso de grasas, sodio y azúcares en las escuelas disminuirá la malnutrición en niños y niñas (40%).
  13. Para enfrentar la inflación, la mitad de las personas compran las ofertas que se encuentran en los supermercados y compran solo los alimentos que van a consumir en el corto plazo.
  14. Las verduras y lácteos al tope. Mucha carne y harinas también. El consumo semanal de verduras y lácteos es altísimo y casi unánime en la población. Es notablemente más bajo el consumo de legumbres, semillas y pescado.
  15. Para el 95% de las personas encuestadas la preparación más habitual de los alimentos que consume es la cocción en casa, la que se prioriza frente a alimentos precocinados (pizzas, congelados listos para usar), preparados o cocinados fuera de casa (delivery) o que no necesitan ser cocinados.
  16. El agua: la bebida nacional. El 57,2% de los y las argentinas manifestó la ingesta de agua como principal bebida. La segunda preferencia de consumo son las infusiones, tes y cafés por ejemplo, con el 42,3%.  Mucho más atrás las gaseosas con 21,8% y las aguas saborizadas con un17% y la leche con un 14,2%. La pregunta hace alusión a la bebida que más se consume, no a si consume cada una en particular, por lo que llama la atención que el 11,4 que respondió vino y 7,4% cerveza.
  17. Reemplazarían a la carne por vegetales, motivados por sabor, equivalencia calórica o precios. La práctica más común para consumir menos carne es la de comer porciones más chicas de carne (35% de los entrevistados indican haberlo hecho). El 28% manifiesta que sustituyó la carne por vegetales y alimentos basados en plantas (como hamburguesas o salchichas) o que selecciona un día en el que no consume carne. Estas prácticas son más comunes en las ciudades de más de 100.000 habitantes.
  18. Menos de dos personas cada diez consume alguna vez suplementos alimenticios, aunque más en grandes ciudades.  Los complementos nutricionales para baja de peso o para más masa corporal, por ejemplo, no son consumidos por mayorías. De hecho, el 83% declara consumirlos casi nunca.
  19. Casi 1 de cada 4 consume alcohol semanalmente. El 27% de las personas consultadas indica consumir alcohol semanalmente.
  20. Variado y sano. En promedio, el 66,15% está muy de acuerdo con que comer variado es más sano, el 58% con que comer ensaladas en las comidas es sano y el 45% con que lo más importante es que una comida sea sana. El 63% está muy de acuerdo con que se come más sano en casa que en los restaurantes. El 39% afirmó que en los pueblos se come mejor que en las ciudades.
  21. Bajar lentamente: la creencia para adelgazar. El 35% de los encuestados entiende que es mejor adelgazar lentamente. A este respecto hay una diferencia importante conforme el género: es la opción más elegida por el 43% de las mujeres en tanto solo la eligen el 26% de los varones.
  22. El dinero no lo es todo, pero... Casi la mitad de las personas consideran que el dinero es el aspecto más relevante para mejorar la propia alimentación. La segunda razón que aparece con más frecuencia es el compromiso o motivación personal.
  23. Orgánico si, light no tanto. Que los alimentos sean agroecológicos y que cuiden el ambiente (el 35% consideró poco importante este criterio y el 24% nada relevante) o que sean bajos en grasas y calorías (35 % y 15% poco y nada importante respectivamente) no parecen ser factores relevantes para la selección de los alimentos. El 69% manifiesta su acuerdo con que los alimentos orgánicos son mejores para la salud. Solo el 6% de las personas consultadas está muy de acuerdo con la idea de que los alimentos light son sanos.
  24. El 40% de las personas encuestadas va al supermercado a comprar alimentos preferentemente por comodidad. Sin embargo, en las ciudades grandes (de más de 100.000 habitantes) casi seis de cada diez personas compran frutas y verduras en las ferias o comercios del barrio. El 98% afirma no hacer la compra de alimentos en el supermercado por Internet.

Responsables de diseño y metodología 

  • Mario Riorda, Director Maestría en Comunicación Política, Universidad Austral.
  • Mónica Cingolani, Decana Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales, Universidad Católica de Córdoba
  • Griselda Ibaña, Directora Instituto Federal de Gobierno, Universidad Católica de Córdoba

La encuesta nacional digital, implementada por la Consultora Dicen y Proyección Consultores,  recogió información de 1.422 casos entre el 15 de julio y el 4 de agosto de 2022. 

La muestra de localidades se diseñó en 4 estratos no proporcionales que representan categorías de municipios según tamaños: hasta 10000 habitantes, entre 10.001 y 35.000, entre 35.001 y 100.000 y más de 100.001 habitantes.

La Fundación Colsecor nació en el 2018, con el fin de promover la Economía Social y el desarrollo de las localidades donde las cooperativas se encuentran insertas. Su presidente honorario es José “Pepe” Mujica.

 

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