Las autoridades de Chile están analizando llevar a cabo una reforma constitucional para regular el uso futuro de la neurotecnología para preservar “la integridad física y psíquica” de las personas y que nadie pueda "aumentar, disminuir o perturbar dicha integridad individual sin el debido consentimiento".
El proyecto, que ya fue aprobado por el Senado de forma unánime, ahora se encuentra en manos de la Cámara de Diputados.
El senador opositor Guido Girardi, uno de los impulsores de esta idea, explicó en diálogo con AFP que el fin de todo esto es proteger la "última frontera" del ser humano: su mente.
“Si esta tecnología logra leer, antes incluso de que tú tengas consciencia de lo que estás pensando, pueden escribir en tu cerebro emociones, pensamientos, historias de vida que no son tuyas y que tu cerebro no va a saber distinguir si fueron producto de diseños o tuyos", afirmó el senador.
Pese a que la actual tecnología está muy lejos de esto, la innovadora propuesta podría sentar un precedente internacional para los Derechos Humanos. En esta línea, en la última Cumbre Iberoamericana, el presidente Sebastián Piñera instó a los países de la región para legislar conjuntamente los derechos del cerebro.
El proyecto de ley acapararía el resguardo de los datos de la mente humana o "neurodatos", establecer los límites a la neurotecnología de lectura y sobre todo de escritura en el cerebro, determinar una distribución equitativa de acceso a estas tecnologías y fijar los límites de los "neuroalgoritmos".
Aunque no pareciese viable que, a corto plazo, estas tecnologías estén disponibles, ya se han implantado en el cerebro de ratas imágenes de cosas que nunca vieron y que asumen como ideas propias e incorporan en su comportamiento natural.
