Corea del Sur y Hong Kong no registraron ayer nuevos casos locales, y Nueva Zelanda y Australia también se acercaron a ese hito. Pero más allá del pelotón de países industrializados con respuestas efectivas al Covid-19 (Alemania y Taiwán también califican), hay una serie de otras historias de éxito con lecciones que ofrecer al mundo.
Vietnam pasó dos semanas sin una propagación conocida en la comunidad y aún no ha registrado una muerte.
Ese éxito se ha pasado por alto en gran medida, tal vez porque Vietnam es diferente a los otros de alto rendimiento y porque tiene un Gobierno comunista. Los investigadores identificaron tres tácticas clave utilizadas en este país: detección y pruebas de temperatura, cierres selectivos y comunicación constante.
Senegal ahora cuenta con la tercera tasa de recuperación más alta del mundo, según un informe semanal de Albright Stonebridge Group.
El Instituto Pasteur (IPD) con sede en Dakar desarrolló un test rápido de US$ 1, y el país ha reutilizado las instalaciones construidas para el Ébola en centros de prueba Covid-19, y viene liderando la producción de respiradores impresos en 3D.
Ghana ahora está levantando su bloqueo , con el presidente Nana Akufo-Addo diciendo que el programa de prueba y rastreo del país está demostrando ser altamente efectivo.
Sudáfrica , atormentada por su lenta respuesta a la epidemia del SIDA, impuso un estricto cierre y envió equipos de prueba a los municipios para detectar brotes antes de que crecieran. Rápidamente aplanó la curva.
Los países de Europa central como Eslovaquia, Polonia y la República Checa también registraron muchos menos casos y muertes que los países de Europa occidental. Al igual que Argentina, tuvieron tiempo adicional, con brotes que comenzaron semanas después de los de Italia.
