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Trump busca ganar por la economía, ¿alcanza?

El Presidente destaca la mejora de los indicadores, pero en un país polarizado también hay otros factores que definen el voto

13 noviembre de 2019

Donald Trump pronunció un discurso en el Club Económico de Nueva York y no dejó dudas de que el desempeño de la economía será su principal argumento para buscar su reelección dentro de un año. En tono triunfal dijo que “hemos superado las expectativas” y que su defensa de la producción estadounidense, afectada por las malas políticas comerciales de sus antecesores, le puso fin a una política que perjudicaba “a los trabajadores y a la industria”.

Volvió apuntarle a su blanco favorito que es la Reserva Federal al sostener que el año pasado había subido la tasa demasiado rápido y ahora la está bajando demasiado despacio y que de haber sido otra la política monetaria, las acciones valdrían 25% más. También afirmó que la firma de la llamada Fase Uno del acuerdo con China está cerca de firmarse.

Si bien Trump destacó que la tasa de desempleo es de sólo 3,6% y que de la economía está creciendo, es evidente que hay cierta desaceleración en el nivel de actividad que llevó a que el PIB sólo subiese a una tasa anualizada del 1,9% en el tercer trimestre.

En la parte más política de su mensaje, el Presidente destacó que la mejora de la economía es consecuencia de la reforma impositiva que él impulso y que frente al proceso electoral no hay otra alternativa que votarlo porque sus rivales “están locos”.

Otros motivos

No obstante la confianza de Trump en que la economía le asegurará otros cuatro años en la Casa Blanca, en un país tan políticamente polarizado como es Estados Unidos en este momento y en el cual lo identitario cobró mucha a fuerza, no existe una correlación tan fuerte como en el pasado entre la evolución del PIB y otros indicadores y el voto.

Según estudios recientes, la correlación casi perfecta entre los índices de confianza de los consumidores y la aprobación de la gestión del Presidente comenzó a resquebrajarse en tiempos de Barack Obama y se profundizó con Trump, cuya imagen debería estar más alta si sólo se considerasen factores económicos. Pero hoy pesan también otros temas de la agenda social. No es que la economía desapareció por completo de los motivos que explican los comportamientos de los votantes, pero todo indica, que en las elecciones de 2020 tendrá menos peso que en el pasado.

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