El test electoral salteño confirmó lo que previamente se barajaba: la elección general del próximo 10 de noviembre quedará polarizada entre el intendente de la capital, Gustavo Sáenz, quien compitió con frente propio (43%) y el ahora candidato del Frente de Todos (31%), el diputado Sergio Leavy, quien se impuso con comodidad (7 a 3) en su primaria frente a Miguel Angel Isa, actual vicegobernador.
Con poco más de un millón de electores, y con sistema de votación de boleta única electrónica, Salta es la provincia más importante del norte argentino. Sáenz y Leavy fueron los candidatos más votados en las primarias que con calendario escindido del nacional terminaron de definir el listado de candidaturas para las generales que tendrán lugar dos semanas después de las elecciones nacionales. Al igual que lo que sucedió en Mendoza semanas atrás, el escenario nacional no influyó en los comicios salteños que asestaron un nuevo golpe a la ola triunfalista del FdT.
El jefe comunal del distrito provincial más importante (Salta capital representa el 40% del padrón de la provincia) sacó una amplia ventaja (poco menos de 130.000 votos), que lo coloca como favorito para suceder a Juan Manuel Urtubey al frente de la provincia, tras doce años de mandato. “Es un día importante para la provincia. Hoy los salteños empezamos a transitar un nuevo camino”, sostuvo el candidato inmediatamente luego de votar.
Sáenz, quien mantuvo una relación oscilante con la Casa Rosada y que incluso llegó a permitir que su imagen se difunda en gráficas y folleterías con los rostros de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, casi duplicó el caudal de votos de Leavy, quien había recibido el apoyo explícito del candidato presidencial, que estuvo una semana antes en Salta. Ahora, el candidato de Cristina, no sólo deberá retener los votos de su adversario en el frente interno, Isa, sino que además tendrá que crecer para poder dar el batacazo en la provincia en la que el gobernador se declaró “prescindente”, pero que sin embargo muchas voces de la política local señalaron que “por debajo”, jugó para el intendente capitalino. Incapaz de nominar a alguno para sucederlo, el candidato a la vicepresidencia de Consenso Federal dio libertad de acción al peronismo salteño que tuvo candidatos en todos los frentes.
El tercer espacio que se coló en la disputa es el del polémico diputado, Alfredo Olmedo quien cosechó el 20%. Si bien es difícil determinar cual será el comportamiento de sus votantes en las generales, a priori, y por perfil ideológico, podrían migrar hacia Sáenz, aunque de repetirse los guarismos, el intendente no los necesitaría.
El jefe comunal de la capital sacó una amplia ventaja que lo coloca como favorito para suceder a Juan Manuel Urtubey.
Un dato llamativo es que salvo el FdT, ninguno de los otros frentes se referencian en el escenario nacional. En agosto, Juntos por el Cambio, sufrió una clara derrota a manos del frente peronista.
Por otra parte, en la primaria del Frente de Izquierda, en la que compitieron tres listas, tuvo como claro ganador al exdiputado provincial Pablo López, quien se impuso sobre las precandidaturas de Violeta Gil y Andrea Villegas.
En la capital, la candidata más votada fue la diputada provincia, Bettina Romero, quien compitió con el padrinazgo político de Sáenz. Romero se impuso en la interna a otros cuatro candidatos, entre ellos el diputado del PRO, Martín Grande.
La legisladora provincial que responde a la jefatura política de Sáenz cosechó cerca de 60.000 votos, aventajando holgadamente a David Leiva, que fue el más votado en el FdT. Leiva obtuvo 24.000 votos al imponerse en su interna contra otros seis candidatos. Gonzalo Quilodran, que recibió el apoyo de Fernández, quedó en segundo lugar.
