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Asoma un gigante en el cielo de la región

La fusión de LAN y TAM.

21 junio de 2012

Aunque el camino ha estado sembrado de obstáculos y baches, todo indica que en la última semana de este mes podría concretarse la esperada fusión de dos gigantes aeronáuticos regionales: la brasileña TAM y la chilena LAN. La nueva compañía que surgirá de este proceso llevará un nombre que es la suma de sus marcas (Latam) y a la vez símbolo de la fortaleza continental de su base.

La recién nacida traerá bajo el brazo una facturación anual estimada de en US$ 10.500 millones, lo que le garantizará no sólo el liderazgo absoluto en América Latina, sino también una posición envidiable en el ranking mundial, en el que ocuparía el décimo lugar por ventas, con 60 millones de pasajes expedidos cada año. Aunque inicialmente se buscó completar el mínimo del 95% requerido por ambas para considerar cumplido el trámite del canje de acciones (que se pactó a razón de una acción de TAM por 0,90 de LAN) ese requisito ya fue eliminado, con lo que parece allanarse el camino a la operación. Por otro lado, ya se consiguió la bendición del enlace por parte de la SEC, el ente que regula el mercado de capitales en Estados Unidos, donde ambas cotizan.

Las ventajas

Las ventajas que adornan el retrato de la criatura por nacer incluyen, desde luego, su valor de mercado inicial, que se calcula en US$ 12.140 millones. En su hoja de ruta permanecerá el plan de inversiones de LAN por US$ 1.700 millones para destinar a la compra de 18 aviones, entre los que sobresalen dos de la flamante serie Boeing 787 Dreamliner, un modelo que promete generar ahorros de 20% en combustible. Actualmente, la flota combinada de las dos aerolíneas suma 280 aparatos, a los que sumarán otros 200 ya pedidos a los fabricantes. La cobertura territorial de ambas compañías presenta escasas superposiciones y asoma ideal como plataforma de lanzamiento de la fusión, con 115 destinos. Por otro lado, la unión permitirá encarar nuevas rutas, que difícilmente pudieran cubrir individualmente, sobre todo a grandes destinos asiáticos en China y Japón.

Valores en juego

LAN llega con sus aviones a un total de 76 destinos. Ostenta un claro liderazgo en Chile y Perú, y pisa fuerte en la Argentina y Ecuador. Dispone de una flota de 127 aviones de pasajeros y 14 aeronaves para el transporte de carga. TAM, por su parte, ocupa el podio ganador en el mercado brasileño, donde opera en 45 ciudades, y exhibe una participación de mercado cercana al 45%. Además, viaja a 18 destinos de América Latina, Estados Unidos y Europa, con lo que despliega un cómodo liderazgo entre sus competidoras brasileñas: su tajada del negocio en este segmento llega al 85%. Su flota es la mayor del país: está integrada actualmente por 151 equipos.

La vocación global de TAM quedó confirmada a principios de junio, cuando inauguró dos rutas que unen a Río de Janeiro con Londres y Frankfurt, destinos que ya cubría sin escalas desde San Pablo. Ahora, con el aporte de LAN podría alimentar estratégicamente estas rutas de largo alcance desde los aeropuertos latinoamericanos. Entre las joyas de la dote que entregará TAM en el altar de la fusión está su programa de canje de millas Multiplus, que cuenta ya con 9 millones de viajeros frecuentes afiliados.

El único punto de fricción a resolver es si la nueva Latam permanecerá dentro de la alianza global Oneworld (a la que pertenece la chilena) o preservará la pertenencia a Star Alliance, que exhibe TAM. Los analistas del sector pronostican que la nueva compañía aérea probablemente optará por Star, que le ofrece la posibilidad de asociaciones estratégicas importantes en Europa, con la portuguesa TAP o la española Spanair, por ejemplo.

Otra de las curiosidades que presenta esta megafusión latinoamericana es que los actores que participan en esta danza de millones son, esencialmente, dos firmas familiares. Los hermanos Amaro, hijos del fundador de TAM, controlarán el 14% de la nueva aerolínea. Y los chilenos Cueto, de LAN, se asegurarán el 24%. Como suele ocurrir en los negocios regenteados por familias, se ha buscado preservar la paz futura antes que las consideraciones estrictamente económicas: ambos grupos han acordado participar por igual en la gestión del negocio.

(De la edición impresa)

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