Ajustar las cuentas es tan necesario como difícil. Necesario porque el financiamiento del rojo fiscal está bajo seria duda y difícil porque nadie quiere ser ajustado. Esas tensiones serán el eje rector de la puja política de los próximos meses.
Uno de los capítulos internos de esa puja será el de la Nación versus las provincias porque ambos querrán diluir el ajuste propio (y cargarlo en el otro) para evitar afrontar el costo implícito de los recortes.
Según Economía & Regiones, el grueso del recorte debe ser sobre el gasto nacional. “El Gobierno comete un error si pretende trasladar el ajuste fiscal completamente hacia las provincias”, dice en su último reporte y explica que el deterioro fiscal de los últimos años ha sido mayor en la esfera nacional que la subnacional.
Hace diez años que el sector público provincial consolidado tiene siempre un déficit fiscal inferior a 1% del PIB, dice E&R mientras que, en cambio, “durante los últimos ocho años el Gobierno siempre y todos los años aumentó el déficit fiscal en forma sostenida”.
“En definitiva, todo el análisis fiscal comparativo entre Nación y provincias ya sea encarado por medio del déficit, los recursos, el gasto y/o la planta de personal, muestra que la responsabilidad de hacer el ajuste fiscal debe recaer mucho más sobre Nación que sobre las provincias, lo cual no quiere decir que los gobernadores y las provincias no deban ajustar, sino que las provincias tiene que ajustar, pero Nación está obligada a ajustar mucho más”, concluye E&R.
