Hasta hace poco, la Corriente Federal de los Trabajadores, encabezada por el bancario Sergio Palazzo, veía “de costado” la sucesión de la CGT, luego de la postura compartida de la mayoría de los sectores de que el triunvirato ya tenía sus días contados. Y los Moyano habían manifestado su voluntad de quedar al margen de la disputa, disgustados con la decisión de no marchar junto a los camioneros el 21 de febrero pasado y más aislados. Ahora, la situación parece distinta. Los Moyano revieron su decisión y Palazzo mira con ganas la posibilidad de dar pelea.
“Tenemos muy buena relación. El tiene su espacio pero coincidimos en la necesidad de que el 22 de agosto hay que tener una CGT fuerte, unida, ni arrastrada ni callada. La CGT tiene que estar en un solo lugar, en la calle, defendiendo a los trabajadores. Veremos si el día de mañana es la fórmula”, señaló ayer Pablo Moyano, el más activo de la familia, en declaraciones a radio Cooperativa. Mientras el dirigente bancario ofrece señales en el mismo sentido. En la CGT, los “gordos” y los independientes partían con grandes chances de colocar al secretario general, con posibilidades también de quedarse con los cargos más importantes. Mientras el triunviro Héctor Daer aparecía como el candidato de ese acuerdo. Ese escenario aparece hoy en entredicho.
“La CGT tiene que estar en la calle, con una conducción nueva y con dirigentes a la altura de las circunstancias”, dice Moyano
Justicia
El apellido Moyano, precisamente, fue protagonista la semana pasada, por varias decisiones de la Justicia. El jueves, por caso, fue allanada la sede central del Sindicato de Camioneros, en el marco de una causa en la que se investigan supuestas maniobras extorsivas contra empresarios del transporte. Más tarde, la Justicia Federal de Córdoba citó a Hugo Moyano, para el próximo 31 de mayo, para que preste declaración indagatoria, en una causa por supuesto lavado de dinero y defraudación vinculadas a operaciones de compra de terrenos en la localidad cordobesa de La Falda. La reacción de la CGT se hizo esperar llegó al día siguiente y fue de respaldo al camionero. “Vivimos en estado de derecho y somos respetuosos del normal funcionamiento de la Justicia, pero resultan muy llamativas las embestidas judiciales a las organizaciones gremiales casualmente en momentos en los que se han realizado fuertes críticas al Poder Ejecutivo y en vísperas de un nuevo intento de reforma laboral”, señaló la central en un documento.
“Creemos que la CGT tiene que estar en la calle. Por eso tiene que haber una conducción nueva con dirigentes que estén a la altura de las circunstancias y no como hoy, que la CGT está callada”, señaló ayer Pablo Moyano. “Por más ataques o por más allanamientos, nuestra organización gremial va a insistir con un aumento del 27% de aumento y el rechazo a la reforma laboral”, advirtió el dirigente.
Puja
La crisis cambiaria y la inflación por encima de lo previsto le suma condimento a la disputa. También la reforma laboral que propone el Gobierno. Desde Casa Rosada pretenden mantener la calma. Y que la conflictividad social no se les escape de las manos, en un contexto de negociaciones en varios frentes. Daer sigue siendo uno de los interlocutores principales. También Gerardo Martínez, de la UOCRA, uno de los sectores de actividad donde el Gobierno puede mostrar buenos resultados. Mientras los metrodelegados en los subtes porteños y los docentes (los bonaerenses, sobre todo) siguen siendo la “amenaza” a esa tranquilidad esperada. Además, de los sindicatos que ya piden que se reabra la paritaria. “Todos los gremios van a pedir la reapertura de paritarias, con las cláusulas de revisión. La revisión tiene otro significado hoy: me hiciste firmar por 15% y ahora la inflación está en 25%, la situación te lleva a reclamar y estará (en las empresas) si se quiere o no tener conflicto”, ya adelantó Juan Carlos Schmid, triunviro y dirigente de Dragado y Balizamiento.
