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La inflación preocupa menos (pero la pobreza y el desempleo, más)

Según una encuesta del Observatorio Electoral, por la baja del IPC las preocupaciones de los argentinos están mutando.

28 septiembre de 2016

En la política y la economía, los problemas nunca terminan, y menos en Argentina. Cuando la preocupación por un problema cede, siempre aparece otro que toma la posta. A veces, ese nuevo problema surge como consecuencia del “éxito” que implicó la resolución del problema anterior.

Algo así está pasando con la inflación que, efectivamente, “está siendo sometida” (Mauricio Macri dixit) y, por ende, está dejando de preocupar tanto a los argentinos. Eso detecta una encuesta de Observatorio Electoral, que conduce Julio Burdman. “Antes de que el Indec y las fuentes no oficiales lo confirmen, la gente ya se había dado cuenta de que los aumentos de precios se habían frenado. La encuesta nacional que realizó el Observatorio Electoral entre los días 30 y 31 demostraba que la preocupación social por la inflación había caído sustancialmente: sólo el 15,7% de los consultados afirmaba que se trataba del principal problema del país”, dice Burdman.

Ahora bien, ¿qué problema haMientomado la posta? “Cuestiones como la corrupción (19,9%), el desempleo (18,6%) o la inseguridad (16,7%) eran ahora mencionadas por más personas como la cuestión prioritaria a resolver”, dice. Ahora, complemente, “hay casi un empate técnico entre las cuatro, aunque con cierto perfil regional: a los porteños lo que más les preocupa es el desempleo, a los bonaerenses la inseguridad, y a los del interior la corrupción. En el quinto lugar asoma una nueva preocupación: la pobreza (10,8%)”. Esta última, una preocupación que seguramente se agrave cuando el Indec hoy diga, muy probablemente, que la pobreza aqueja a más del 20- 25% de los argentinos.

Las mediciones sobre prioridad de problemas son un indicador bastante robusto de las demandas sociales, dice el analista. “El liderazgo de la dirigencia política y la influencia de los medios de comunicación pueden intentar durante un tiempo imponer su propia agenda pero, a la larga, las demandas sociales terminan teniendo la última palabra. La pregunta, entonces, es qué reemplazará el vacío que deja la inflación ahora que las políticas del Gobierno y el BCRA está logrando dominarla”, amplía Burdman.

“En el comparativo entre julio y agosto vemos dos alzas significativas: desempleo (de 14,9% a 18,6%) y pobreza (de 4,9% a 10,8%). También, más en el margen, en educación pública (de 2,8% a 5,9%) y narcotráfico (de 2,1% a 5,6%)”, sostiene.

“Ahí, en esas alzas incipientes, hay dos agendas que compiten: de un lado está la agenda socioeconómica (menos desempleo y menos pobreza) y, del otro lado, la de la calidad del Estado (mejor educación y mejor combate a los narcos). La gestión es un lugar incómodo: en la primera, la oposición peronista tiene mejores credenciales históricas para representarla, y en la segunda los resultados son difíciles de mostrar en el corto y mediano plazo”, concluye Burdman.

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