En una entrevista concedida a varios medios (varios de ellos, extranjeros), especialemente llegados a El Calafate, se consideró “perseguida” por la Justicia, pero aseguró que no tiene “temor a la cárcel, en absoluto”. “Si hubiera tenido temor, no hubiera hecho no solamente las cosas que hice en el gobierno, sino además también posiblemente nunca hubiera militado en los espacios políticos en los que milité desde muy joven. Ser peronista en este país nunca fue fácil y nunca fue gratis”, señaló.
“Escuchar a una persona que lleve el apellido Macri hablar de saqueo del Estado, hablar de la obra pública o hablar de determinadas cosas, realmente me parece una falta de respeto a la memoria y a la historia reciente de los argentinos”, completó la expresidenta ante periodistas de la cadena Al Jazeera de Qatar, el diario La Jornada de México, la cadena Telesur, la agencia de noticias Reuters del Reino Unido, la agencia rusa Sputnik y el sitio web Nodal.
“Veo retroceso evidentemente en las libertades. No puedo dejar de mencionar el caso de Milagro Sala, presa política, y ahora también se han sumado otros militantes, otros dirigentes sociales, entre ellos también su esposo”, expresó en otro pasaje del diálogo. Además, analizó la situación de la región y señaló el “retroceso” de los gobiernos “nacionales y populares”.
