Las lluvias de la última semana en la provincia de Buenos Aires agravaron de manera dramática la situación hídrica en distritos ya golpeados por las inundaciones. Zonas como Bolívar, 25 de Mayo, Carlos Casares, Hipólito Yrigoyen, 9 de Julio, Pehuajó, Lincoln y Viamonte recibieron entre 80 y 100 milímetros adicionales, lo que incrementó hasta un 40% la superficie afectada respecto de diez días atrás.
- El panorama, calificado como "crítico" por CARBAP, alcanza a más de un millón de hectáreas anegadas, con consecuencias directas en la producción agrícola y en la vida comunitaria.
La entidad reclamó asistencia urgente por parte de las autoridades para mitigar el impacto productivo y social. Entre las medidas solicitadas figuran financiamiento con tasas diferenciadas, disponibilidad de maquinarias como camiones y retroexcavadoras para recomponer caminos y limpiar canales, y un alivio fiscal inmediato en impuestos y tasas rurales.
- Además, cuestionaron que los trámites de emergencia agropecuaria resultan inviables cuando muchos productores ni siquiera pueden mover su producción por el aislamiento provocado por el agua.

El impacto sobre la producción es grave: en esta región se concentra alrededor del 15% del maíz y la soja del país. La siembra de maíz temprano ya quedó descartada y existe incertidumbre sobre la implantación de soja, girasol o maíz tardío. A ello se suma el golpe social: la falta de caminos transitables impide la asistencia a escuelas rurales, limita la llegada de ambulancias y transporte, y profundiza el aislamiento de miles de familias.
CARBAP también criticó la falta de finalización del Plan Maestro del Río Salado y el deficiente mantenimiento de caminos rurales. Recordó que los productores pagan millonarias tasas viales que muchas veces se desvían, y sostuvo que un adecuado sistema de drenaje habría morigerado los efectos de las lluvias. "Las obras no hubieran evitado todo el daño, pero sí permitido un escurrimiento más rápido", advirtió la entidad.
La Sociedad Rural de 9 de Julio reforzó los reclamos con una carta abierta al presidente Javier Milei, en la que pidió intervención directa. Allí remarcaron que los esfuerzos de los productores "ya no alcanzan" y reclamaron con desesperación: "No pedimos créditos blandos ni compensaciones; solo máquinas con personal en condiciones de trabajar. Nos estamos ahogando, necesitamos ayuda ya".


