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Los objetivos del Gobierno: el Senado y la PBA

El Gobierno llevará adelante una campaña muy focalizada para revertir el resultado de las PASO.

29 septiembre de 2021

Por Augusto Milano

El Gobierno pretende revertir, o al menos moderar, la derrota sufrida en las PASO. Y hay dos objetivos en los que concentrará los esfuerzos hasta el 14 de noviembre: ganar la provincia de Buenos Aires y mantener el quórum propio en el Senado que se obtiene con 37 bancas.

Para lograrlo, llevará adelante una campaña muy focalizada. El Frente de Todos tiene ahora 41 senadores y hay coincidencia entre los analistas en que perderá uno en Corrientes a manos de Juntos y el de la minoría en Córdoba aunque en ese caso la banca será para la candidata de Hacemos por Córdoba. También hay consenso en que Juntos mantendrá los dos senadores por la mayoría en Mendoza y que el FdT hará lo propio en Catamarca y Tucumán. Por lo tanto, la pelea se concentrará en los otros tres distritos que eligen senadores: Santa Fe, Chubut y La Pampa.

Revertir el resultado en territorio santafesino no parece sencillo para el oficialismo porque perdió por una diferencia de algo más de 10 puntos que equivalen a 168.000 votos, y teniendo en cuenta los antecedentes, podrían votar 250.000 personas más en las generales. Además, hay poco para disputar entre los que votaron por candidatos que no superaron el 1,5% exigido para competir en las generales, porque no sumaron siquiera 30.000 votos.  La situación del oficialismo se complica también por la tirantez que persiste entre los sectores que compitieron en las primarias. En este contexto, el escenario  más probable es que el FdT pierda un senador por Santa Fe (en este momento tiene los tres porque la reemplazante de Reutemann vota con el oficialismo) a manos de Juntos, que pasaría a tener los dos por la mayoría.

Chubut constituye un caso especial, porque actualmente sus tres senadores forman parte del oficialismo. En las primarias, Juntos obtuvo el 39,5% de los votos, el FdT el 26,5% y la lista impulsada por el gobierno provincial el 13,5%. La diferencia entre los dos primeros fue de 35.000 votos y para ser revertida, el FdT necesitaría que el candidato del gobernador reduzca al mínimo su presencia electoral y de esa manera intentar conservar sus dos senadores y que Juntos se quede con el de la minoría. Pero, de repetirse los resultados de las PASO, el FdT perdería dos bancas en Chubut.

En el caso de La Pampa, Juntos le ganó al FdT por 20.000 votos. La apuesta del oficialismo provincial es lograr el apoyo de los nuevos votantes aunque su porcentaje sería menor al de otras provincias y esperar que la lista ganadora de la primaria de Juntos, que obtuvo 44.000 votos, no logre retener a todos los que acompañaron a las cuatro listas de la coalición que fueron derrotadas y que sumaron 48.000 votos.         

De mantenerse el resultado de las primarias, el FdT se quedaría con 35 senadores y perdería el quórum propio, de allí el objetivo de revertir algunos resultados, siendo el de La Pampa el más probable y el de Santa Fe el menos. De todas maneras, puede aspirar al acompañamiento de un par de senadores de fuerzas provinciales para poder impulsar algunas de sus iniciativas. Muchos proyectos del oficialismo que fueron aprobados en el Senado no pudieron serlo hasta ahora en Diputados cuya composición también puede alterarse si se mantienen los resultados de las PASO dejando a la Cámara en una situación de virtual paridad. 

El otro objetivo del Gobierno es ganar la provincia de Buenos Aires en la que perdió por 360.000 votos, pero tiene la expectativa de obtener el respaldo de la mayoría de los potenciales 1.600.000 votantes nuevos que provendrían de lugares del conurbano tradicionalmente favorables al kirchnerismo y que no participaron en las primarias. 

Menos chances tendrá el oficialismo de conquistar voluntades entre las 830.000 personas que votaron por candidatos que no llegaron al 1,5% porque predomina en ellos una visión opositora al Gobierno. En Buenos Aires, además, se produjo el desembarco en el gabinete provincial de dos intendentes del conurbano, uno de la primera y otro de la tercera sección electoral, dejando en claro que “territorio” es la palabra clave en la campaña. 

Por otra parte, la estrategia del Gobierno Nacional para mejorar el resultado de las PASO tiene como principal destino a la mayor provincia del país. Los recursos fiscales son escasos y por eso las iniciativas van a estar dirigidas con la mayor precisión posible a sectores muy específicos. Mientras tanto, el jefe de Gabinete Juan Manzur seguirá con sus anuncios constantes mostrando un gobierno activo y con figuras de peso político propio cuya continuidad no estaría sujeta al resultado electoral.  Además, ocupa en este momento el centro del escenario, relegando transitoriamente de los primeros planos al Presidente y a la vice que sufrieron un gran desgaste en la semana posterior a las PASO. La estrategia tiene sólo cincuenta días para rendir sus frutos.  Si no lo hace, el oficialismo tendrá que manejarse con un Congreso cuya composición le será menos favorable, nada grave para la democracia y algo habitual en los países con sistemas presidencialistas.        

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