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Los cuatro gobernadores que buscan un crecimiento más allá de sus provincias

Tras la caída de la Ley Ómnibus, Milei confeccionó la lista de los "traidores". Se trata de los gobernadores que priorizaron los intereses provinciales y dificultaron el avance del proyecto oficialista

Crece la tension entre la Casa Rosada y los gobernadores
Crece la tension entre la Casa Rosada y los gobernadores
08 febrero de 2024

El Gobierno del presidente Javier Milei sufrió un revés este martes cuando la Cámara de Diputados no consiguió los votos suficientes para aprobar en particular la Ley de Bases y Condiciones para la Libertad de los Argentinos. 

El proyecto impulsado desde el Ejecutivo Nacional, que se había aprobado en lo general el pasado viernes, vuelve a empezar el proceso de cero, ya que debe analizarse y tratarse nuevamente en la instancia de comisión. Por eso, también las negociaciones vuelven al punto de partida.

En ese marco, la Ley Ómnibus fue el puntapié para que los gobernadores adquiriesen una nueva relevancia en el esquema político, protagonizando las frenéticas negociaciones con el oficialismo, en las que lograron imponer sus intereses locales tensionando con el Presidente. 

Tal fue la presión que lograron, que el vínculo entre la Nación y algunas provincias parezca roto. 

A través de sus redes, Milei descargó su furia desde Israel reposteando un listado que señalaba a los gobernadores de Córdoba y Santa Fe, Martín Llaryora y Maximiliano Pullaro, como principales responsables del fracaso en Diputados. 

El círculo más cercano al Presidente se animó a dar por terminado todo tipo de diálogo con ellos y con otros mandatarios provinciales a los que, durante las primeras semanas de gestión, un sector de la Rosada aspiraba a contar como aliados potenciales.

La postura del Gobierno es simple: las provincias deberán pagar el costo político de la caída de la Ley Ómnibus. Y esa decisión es terreno fértil para la construcción de una oposición con una óptica federal.

El rol de Llaryora

La tensión con el mandatario cordobés comenzó cuando Llaryora estructuró una propuesta de coparticipación del Impuesto PAIS. Esta oferta surgió luego de que el Gobierno quitara del proyecto el capítulo fiscal y advirtiera sobre un ajuste mayor en fondos destinados a las provincias para compensar las subas de impuestos descartadas. 

En ese marco, Llaryora ocupó un rol clave en la discusión, tejiendo consensos y articulando presiones entre los gobernadores para que Nación abra esa caja. Sin embargo, el presidente desoyó el reclamo y el peronismo cordobés, a instancias de Llaryora, encolumnó los votos en contra de la Ley Ómnibus para así lograr su naufragio.

Con esto, inicia otra etapa en la relación entre Llaryora y Milei. El cordobesismo construyó en su momento una narrativa negativa sobre el kirchnerismo que fue eficiente electoralmente. Y ahora se encuentra en un panorama de tensión política y económica con el Gobierno libertario, al que prometió apoyar y dar gobernabilidad. 

La diferencia es que los K nunca tuvieron base en Córdoba, y el líder de LLA ganó el balotaje con el 75% de los votos en la provincia y mantiene una alta imagen en el distrito.

Llaryora comenzó la construcción del "partido cordobés": una extensión del peronismo provincial pero con integrantes de otras fuerzas. Se trata de un primer paso para trasladar el cordobesismo hacia el resto del país, y el gobernador podría usar el enfrentamiento con Milei como trampolín para lograr ese crecimiento más allá de la provincia. 

Moderación en Buenos Aires

El peronismo moderno tiene una segunda cara en este proceso de reconstrucción. Se trata del gobernador bonaerense, Axel Kicillof, cuya reelección con el 46% de los votos lo colocó en el centro del escenario. 

Kicillof está al mando de la provincia más populosa del país, y está condicionado por la baja presencia que el peronismo tiene hoy en el mapa político. 

La segunda provincia con mayor peso electoral en manos de Unión por la Patria es Tucumán. Pero su gobernador, Osvaldo Jaldo, se inclinó hacia el oficialismo, y sus tres legisladores tucumanos votaron a favor de la Ley Ómnibus.  

El nombre de Kicillof continúa creciendo como eje de la renovación en el peronismo. Su segundo mandato comenzó con un discurso más moderado al que está acostumbrado, incluso manteniendo cierto silencio durante el debate sobre la Ley Bases, y mostrando así la flexibilidad necesaria para afrontar el desafío que tiene por delante: la convivencia política con Milei. 

Pullaro persigue el diálogo

La coalición de JxC demostró su fractura en el Congreso, cuando el PRO y la UCR pusieron en la mesa sus diferencias y votaron en diferentes direcciones. 

Desde el radicalismo, Pullaro se puso al frente de las tensiones con el Presidente. El gobernador fue uno de los primeros en alinear a los legisladores nacionales por Santa Fe, advirtiendo que se votaría en contra del proyecto en el caso de que persistieran los aumentos a las retenciones a las economías regionales. 

El gobernador mantuvo la moderación frente a las acusaciones del Presidente, a quien le recomendó que "profundice el diálogo". Pero la tensión llegó hasta los despachos oficiales, y generó la suspensión de reuniones entre los funcionarios del Gobierno y el mandatario santafesino.

Si Pullaro logra una buena gestión en Santa Fe, podría impulsar su carrera contando con un sólido apoyo de base, ya que su provincia es la tercera más poblada del país. 

El camino que eligió Pullaro para crecer a nivel nacional es el de la moderación y el consenso, basado en el compromiso con la óptica federal y los intereses provinciales. 

La predisposición del santafecino al diálogo se puso en evidencia cuando, en medio de la puja por la coparticipación, protagonizó una foto de cercanía con la vicepresidente, Victoria Villarruel, en un acto aniversario de la batalla de San Lorenzo. 

El reclamo desde la Patagonia

Del otro lado de JxC, Ignacio Torres se posiciona como el referente del PRO en las provincias patagónicas. 

Con los reclamos en torno a los artículos referidos a los hidrocarburos y la pesca, el chubutense logró que se descartaran varios de los artículos de la Ley Ómnibus. 

Acompañando la postura del PRO, el discurso del gobernador tomó una postura un poco más firme contra el Gobierno, dado que le exigió "autocrítica" y resaltó que el oficialismo "busca enemigos ficticios en los aliados". 

Como figura destacada del sector, Torres cuenta con la ventaja de ser un mandatario joven con un corto historial político. Esto le da cierta preeminencia sobre otros gobernadores que ya pasaron por el Gobierno Nacional, tal como Rogelio Frigerio, el jefe de Entre Ríos, quien se desempeñó como ministro del Interior, Obras Públicas y Vivienda durante el mandato de Mauricio Macri

Con el objetivo de que JxC salga de la mirada centrada en Buenos Aires, Torres creó el espacio Cambio Federal en el sur del país, y desde allí busca impulsar ese eje que hoy encuentra un entorno propicio para crecer. 

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