Por segunda vez en lo que va del año, el jefe de Gabinete Marcos Peña concurrió a la Cámara de Diputados para brindar el informe de gestión, en un clima más moderado que el vivido una semana atrás, cuando el turno de sentarse frente a los legisladores fue de Juan José Aranguren. Aquella vez, lo esperaban al ministro de Energía tres comisiones decididas a atacar al funcionario. Ayer, Peña respondió más de quinientas preguntas formuladas por los diputados, entre anuncios, solicitudes y leves chicanas, para cumplió así -parcialmente-, con el artículo 101 de la Constitución Nacional.
Pasado el mediodía, el presidente de la Cámara Baja, Emilio Monzó, presentó a Peña y dio inicio a una extensa jornada que duró más de siete horas. Con el fallo de la Corte por las tarifas de gas aún en agenda, y los números del Indec sobre el desempleo en el país, entre otros asuntos de reciente actualidad, los temas tratados en la sesión fueron en general por la misma corriente; el funcionario expresó “optimismo” y aprovechó, en cada cuestionamiento a la gestión macrista, echar culpa a la herencia recibida.
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Las tarifas fue el primer de los temas desarrollados por el jefe de ministros, en donde adelantó que se hará “una nueva propuesta del sistema tarifario”, para escapar de uno que “beneficia a los ricos y a los puntos más centralizados del país”. “Lo primero es saber si estamos todos de acuerdo con el diagnóstico y el punto al que debemos caminar, si estamos de acuerdo, discutamos pero con honestidad”, manifestó Peña. Más adelante anticipó, como se viene hablando en los últimos días, que el Ejecutivo enviará en septiembre un proyecto para establecer un nuevo esquema del impuesto a las ganancias. Es un reclamo de todo el arco de la oposición, que cuenta con un centenar de proyectos, lo que estima que será un tratamiento extenso, que coincidirá además con el ingreso del Presupuesto 2017. Entre otros anuncios, Peña expresó que en septiembre el Indec dará a conocer el índice de pobreza, luego de que el anterior gobierno se negara a hacer tal medición y que la actual gestión haya demorado su difusión por “reorganización del organismo”.
Pedidos
El funcionario aprovechó la ocasión para exigirle a los presentes celeridad en dos s proyectos. Por un lado la iniciativa impulsada por el Gobierno conocida como Primer Empleo. Fue promovida cuando la oposición presionaba al oficialismo con la ley antidespidos. El proyecto quedó postergado y nunca pudo ser incluido en el debate de comisión, entre otras razones, porque desde el inició despertó críticas de la oposición. Otra demanda del ministro recabó en la primera parte de la reforma política también impulsada por el Gobierno. Para poder implementar el nuevo sistema de votación propuesto por el proyecto, debe estar aprobado como máximo en octubre, según cuentan desde en el oficialismo. Por diferencias en puntos centrales de la reforma, el tratamiento está postergado hace una semana, retrasando las ambiciones del Gobierno. Uno de los puntos que se quiere agregar al proyecto, es la paridad de género. Esa razón convocó a la mujer de Sergio Massa, Malena Galmanarini, y su madre, Marcela Durrieu, que pasearon desde temprano por los pasillos del Congreso promoviendo la campaña que exige que en las listas electorales se establezca el 50% y 50% entre candidatos varones y mujeres. El pedido fue acuñado por diputados y diputadas de todos los bloques, que acompañaron con pancartas alusivas en cada una de sus bancas.
Chicanas
El bloque que mayor cantidad de críticas le hizo al representante del Ejecutivo fue el Frente para la Victoria, pero sin fuertes cruces. Una vez que hablaron el jefe del bloque y el titular del PJ, y Axel Kicillof entre otros, la que sorprendió por su tono, entre hostil e irónico, fue la kirchnerista María Soria, con una manzana en la mano. La rionegrina cuestionó a Peña por la situación de los productores, que provocó que el martes regalaran fruta en la Plaza de Mayo. Luego de escuchar las respuestas, la diputada, enojada, le declaró a El Economista: “No se hasta cuando insistirá con la pesada herencia”. Y agregó: “sí, existía una crisis, pero este Gobierno la agravó”.
Datos
Con respecto a las visitas de los jefes de Gabinete al Congreso, un informe de La Nación y Cippec expone que entre 1995 y 2015 existe el 66% de ausentismo y que, alrededor del 60% de los informes fueron presentados ante el Senado, frente a 40% en Diputados. El articulo 101 de la Constitución establece que el funcionario debe concurrir al Congreso una vez por mes, alternativamente a cada cámara. Al momento, Peña asistió en una oportunidad al Senado y en dos, a Diputados. El que mejor porcentaje de presentismo exhibe, es Jorge Capitanich, con 88,9%. De seguir a pie de letra la Carta Magna, la de ayer debería haber sido la sexta participación de Peña, que argumenta que las autoridades del Congreso evadieron su concurrencia “por temas de agenda”.
