Debate
En una época marcada por la constante conexión digital y la sobreabundancia de información, la autenticidad se ha convertido en un valor preciado.
Gilles Lipovetsky, en su obra "La consagración de la autenticidad", describe cómo esta fiebre se ha apoderado de nuestra sociedad, siendo una demanda de consumidores, ciudadanos y profesionales de la comunicación. En este contexto, los líderes empresariales tienen la oportunidad de llenar un vacío de representación ciudadana que la política perdió.
La digital advocacy, o promoción digital, es la práctica de usar herramientas digitales y redes sociales para apoyar causas, influir en la opinión pública y promover cambios en políticas públicas.
En Argentina, donde esta práctica está ganando terreno, los líderes empresariales pueden desempeñar un papel crucial en la promoción de causas de alto impacto social y en la formación de políticas que reflejen las necesidades y aspiraciones del público. La interacción directa y la comunicación auténtica pueden no solo fortalecer la relación entre las empresas y sus públicos de interés, sino también contribuir al desarrollo de un entorno político más transparente y participativo.
Para un ciudadano, no es lo mismo interactuar con una cuenta corporativa que con la de un líder empresarial percibido como auténtico, formado, inteligente y exitoso en su trabajo. Si bien pueden estar relacionadas, las imágenes de la empresa y del líder empresarial son diferentes, así como el impacto de sus mensajes.
Es importante realizar una distinción entre dueño y líder empresarial. Los dueños, obviamente, poseen mayor flexibilidad en su comunicación pública al no tener que "rendir tantas cuentas", a diferencia de los líderes empresariales, que no dejan de ser empleados. Sin embargo, esto no debería ser un limitante para ellos; aunque empleados, pueden ganar el respaldo de los accionistas, y los accionistas podrían estar agradecidos si manejan bien su exposición.
Las redes sociales permiten comunicarse de manera directa y sin intermediarios, humanizando la marca y creando una conexión más personal con el público. Por ejemplo, sin entrar en un análisis valorativo de su liderazgo ni posicionamiento, Marcos Galperin y Pierpaolo Barbieri, dueños de Mercado Libre y Ualá, respectivamente, son casos muy concretos de esto.
Ambos mantienen un perfil alto en redes sociales, posteando no solo sobre sus empresas o negocios, sino también sobre diversos temas políticos, sociales y culturales.
Cualquier tweet de ellos puede rápidamente levantar un tema en la agenda pública, apoyar fuertemente una postura política o promover un debate puntual a partir de su posicionamiento. También, podemos imaginar que un tweet de Marcos Bulgheroni, líder empresarial de Pan American Energy Group (PAE), diciendo "aguante el RIGI" podría lograr más visibilidad y alcance que varias entrevistas extensas en medios tradicionales hablando de las bondades del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones.
Sin embargo, este enfoque podría no ser adecuado para todas las industrias ni para todos los perfiles de líderes empresariales. Es esencial que los equipos corporativos evalúen los pros y contras cuidadosamente, quizás realizando un análisis FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas) para determinar la viabilidad de adoptar esta estrategia. Además de fortalecer estrategias de marketing, los líderes empresariales pueden utilizar esta forma de comunicar para contribuir al debate público, ya sea ante crisis, situaciones de conmoción social, o en la discusión general de nuestra sociedad e instituciones.
No obstante, es importante no desviar el foco y evitar convertirse en opinólogos, manteniendo la autenticidad y claridad en la comunicación.
Siempre es importante recordar esta frase como mantra: la reputación y el posicionamiento se ganan de a gramos y se pierden de a kilos. ¡Take care!
Para concluir, los líderes empresariales en redes sociales están redefiniendo el panorama del digital advocacy. Al utilizar estas plataformas para abogar por cambios positivos e influir en la política pública, están demostrando que el liderazgo empresarial va más allá de las puertas de los comités ejecutivos y de los directorios.
En la era digital, los líderes empresariales tienen la oportunidad y la responsabilidad de ser voces poderosas en la construcción de un futuro mejor. Aunque no todos los sectores o perfiles se beneficiarán de la misma manera, el análisis cuidadoso y la disposición a salir de la zona de confort pueden revelar nuevas dinámicas y oportunidades. La era digital no solo exige adaptación, sino también un compromiso con las nuevas formas de conexión humana. En esta nueva dinámica, la autenticidad es un valor central.
