Este lunes se cumplió la primera etapa del extenso calendario electoral de Estados, Unidos que culminará el martes 5 de noviembre.
En Iowa hubo caucus, que son un conjunto de asambleas ciudadanas que se realizaron en todo el Estado.
Donald Trump resultó el amplio triunfador en la carrera por la candidatura republicana con el 51% de los votos. Ese resultado había sido anticipado por todas las encuestas y la duda era quien obtendría el segundo lugar. Finalmente, fue para el gobernador de Florida, Ron De Santis, que desplazó a la exgobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley.
Trump ratificó que conserva el respaldo de un importante sector de la sociedad, que se mantiene inalterable más allá de los procesos judiciales abiertos en su contra. Esa base le asegura un piso electoral sólido que no se verá afectado por los avatares de la campaña electoral. Se suele decir que Trump, más que un candidato, es el líder de un movimiento social.
Tanto Haley como de De Santis procuraron presentar al expresidente como una figura del pasado y que tendría pocas posibilidades de derrotar a Joe Biden. Sin embargo, ese mensaje no logró penetrar en el grueso del electorado republicano.
La candidatura presidencial de Trump parece inevitable en este momento.
El 23 se realizarán las primarias en Nueva Hampshire, un Estado que, por su composición social, es menos favorable para Trump y que ganaría por un menor margen que en Iowa. En febrero se votará en varios estados y el 5 de marzo será un supermartes con 16 elecciones y ese día quedaría todo definido, si es que no se resolvió antes.
