En la audiencia de confirmación en el Senado para un segundo mandato, Jerome Powell dejó en claro que utilizará todas las herramientas a disposición de la Reserva Federal para bajar la tasa de inflación. Sostuvo, que si bien sus objetivos son dos, en este momento está más cerca de cumplir con el de pleno empleo que con el de la estabilidad de precios y por lo tanto es allí adonde deben concentrarse los esfuerzos. Reconoció que la tasa de inflación se mantuvo en niveles altos por más tiempo del esperado como consecuencia de un desbalance entre oferta y demanda en muchos sectores, como por ejemplo el de los autos. Precisamente mañana se conocerán el índice de precios al consumidor que en diciembre habría alcanzado al 7%, el mayor registro en décadas.
Para Powell, la economía ya no necesita una política de fuertes estímulos y por eso pronto dejará de comprar y el mercado descuenta que comenzará a subir las tasas en marzo. En principio se estimaba que habría tres incrementos en 2022, pero Powell aclaró que se harán todos los necesarios para ir normalizando la economía que es una tarea “que llevará tiempo”. Los mercados respondieron positivamente al mensaje de Powell y las caídas con las que había empezado la jornada se transformaron en moderadas ganancias.
