Moody's Analytics alertó ayer que si el coronavirus se convierte en una pandemia, es probable que se produzca una recesión mundial porque ya está afectando a la economía global de diversas formas, desde los flujos turísticos y comerciales hasta las cotizaciones financieras.
El área de research de la calificadora (que es independiente) estima que la economía de China se contraerá en el primer trimestre de 2020 y el crecimiento anual se reducirá en un punto porcentual completo hasta 5,4%.
En tanto, la economía global sufrirá un impacto en el PIB de casi un punto porcentual (anualizado) en el primer trimestre, y se desacelerará en 0,4 punto porcentual a 2,4% en 2020.
La economía de Estados Unidos experimentará un crecimiento de sólo 1,3% en el primer trimestre (anualizado), que implica una disminución de 0,6 punto porcentual debido al virus y en 2020 se espera que el crecimiento sea de 1,7%. Poco.
“La suposición de que el virus será contenido en China parece cada vez más tenue, y las probabilidades de una pandemia están aumentando”, dijo Mark Zandi, Economista Jefe de Moody's Analytics.
Sin embargo, lo más probable, dice Zandi, es que el brote permanecerá contenido en China y se diluya en la primavera. El problema es que es menos probable que antes.
“Anteriormente poníamos las probabilidades de una pandemia en 20%, pero ahora las ponemos en 40%. Una pandemia resultará en recesiones globales y estadounidenses durante el primer semestre de 2020. La economía ya era frágil antes del brote y vulnerable a cualquier cosa que no se apegara al guión, y el COVID-19 está muy lejos del script. El virus salió de la nada”, dijo Zandi y agregó: “Puede ser lo que los economistas llaman un cisne negro, un evento raro e inherentemente imprevisible con graves consecuencias. Todos esperamos que el esfuerzo global para contener el virus garantice que este cisne negro no vuele. Pero es prudente estar preparado si lo hace”.