Alemania y España mostraron realidades diferentes en materia de inflación durante abril según los datos preliminares.
En la mayor economía de la zona euro la inflación se aceleró del 7,6% al 7,8% anual y subió 0,7% con relación al mes anterior. Los costos de la industria alemana están particularmente afectados por la suba de costos de la energía y los problemas en los suministros a partir de la invasión de Rusia a Ucrania.
A su vez en España, el índice de precios al consumidor registró una suba de 8,4%, 1,4 puntos por debajo del 9,8% de marzo. En términos intermensuales mostró una caída de 0,1%. La desaceleración de la tasa de inflación es consecuencia de la moderación de los precios de la energía y los analistas entienden que continuará la tendencia declinante en los próximos meses.
Mañana se conocerán el dato preliminar de la zona euro y el mercado espera que muestre una suba de 7,5%. En ese contexto, se espera que el Banco Central Europeo suba la tasa de interés en el segundo semestre del año.
Según el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, la inflación en la zona euro está cerca de llegar a su pico, pero reconoce que de todas maneras seguirá en niveles elevados.
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En los últimos años, los principales bancos centrales del mundo tuvieron que lidiar con el riesgo de la deflación y el desafío de no alcanzar la meta de inflación. Ahora tienen el escenario opuesto en el que deben bajar la inflación subiendo las tasas, pero sin frenar la actividad económica.
