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Elecciones en Francia

Marine Le Pen y el futuro de la UE

La posición euroescéptica no es defendida en exclusividad por Le Pen dentro de la Unión Europea. El húngaro Viktor Orbán y el polaco Andrzej Duda tienen visiones similares.

La intención de Le Pen es lograr catapultar aún más el poder energético de su país.
La intención de Le Pen es lograr catapultar aún más el poder energético de su país.
Manuel Ignacio Carreras 22 abril de 2022

Es evidente que la Quinta República Francesa es una piedra angular en el diseño económico y político de la Unión Europea. Con la salida del Reino Unido, franceses y alemanes se establecieron como los ejes del bloque regional más integrado del mundo.

Frente a un contexto internacional tan complejo y de cambios constantes, los principales candidatos a gobernar durante cinco años en el Elíseo no sólo debaten propuestas políticas a nivel interno y de política exterior, sino además, la composición y el rol que tendrá la Unión Europea en la política francesa, ya que será muy distinta según quien logre alzarse con la victoria.

La candidata por el partido Agrupación Nacional, Marine Le Pen, considera que el derecho francés debería tener primacía sobre las normas europeas. Postura que la enfrenta directamente con la Unión Europea, planteando reformas en la legislación a pesar del elevado nivel de integración europeo. Imponer el derecho de una nación por sobre el derecho regional, implicaría una reforma estructural en el seno de la Unión Europea.

La propuesta de Le Pen con respecto al gobierno europeo es crear una alianza europea de naciones, en donde no todos los países se vean obligados a colaborar en determinados proyectos. Tal como ocurrió en el caso de la empresa aeroespacial Airbus, en donde no todos los miembros europeos participaron, sin obligatoriedad de contribución.

Además, la candidata francesa, memoriosa de sus desaciertos en la campaña de 2017, dejó de lado la posibilidad de retirar a Francia del euro para volver al histórico franco.

Sin embargo, continúa defendiendo la consolidación de barreras comerciales y de tránsito de personas dentro del mercado único europeo, con el fin de lograr controlar las mercancías y a los individuos que ingresan al territorio francés. Propuestas que van en contra del espacio Schengen, en vigencia desde 1995, el cual permite la libre circulación de bienes, capitales y personas de las naciones miembro.

En materia de defensa, su pensamiento está más orientado a romper con el sistema de la OTAN, para poder crear un sistema de defensa puramente europeo. Maximizar el armamento francés para que las decisiones se centren aún más en el país galo y no dependan de consentimientos norteamericanos a la hora de llevar a la acción planes estratégicos en su propio continente.

Respecto de la PAC (Política Agraria Común), Le Pen considera que debido a la incorporación de políticas del Pacto Verde y las nuevas medidas medioambientales, los incentivos a la importación de alimentos de terceros países fuera de la unión, irán en aumento. Su idea es fortalecer las ayudas europeas con las francesas para lograr fomentar a los sectores agropecuarios que enfrentan mayores dificultades en el interior de Francia.

En busca de defender la soberanía alimentaria de la Unión Europea, la candidata tiene la intención de excluir algunos productos agrícolas de los acuerdos comerciales que UE tiene con otros países y bloques regionales, como así también, suspender negociaciones por nuevos acuerdos que involucren a los productos agrícolas.

Así como Charles de Gaulle fue el principal artífice de la creación de la PAC en 1962 para defender al agricultor francés, Le Pen intenta tomar ese rol defensor del campesinado galo.

En materia de energía, Le Pen afirmó que mantiene la postura de poder remover a Francia del mercado europeo de la electricidad, con el fin de que la nación pueda obtener mayores beneficios de las centrales nucleares, ya que Francia genera electricidad a un costo menor que la de sus vecinos europeos.

La intención de la candidata es lograr catapultar aún más el poder energético de su país.

Francia es el segundo país a nivel mundial con más plantas nucleares (solo por detrás de Estados Unidos y por delante de países como Japón o Rusia) y el 70% de la electricidad generada por el país es a través de la energía nuclear.

En cuanto a los aportes realizados por Francia a la UE, Le Pen anunció en el mes de marzo, que en caso de acceder a la presidencia, reducirá en 25% el aporte anual que el país realiza a la Unión.

La economía francesa es la que más aporta luego de Alemania y, con la propuesta de Le Pen, le ahorraría al Estado aproximadamente unos 5.000 millones de euros al año.

Aportando solamente 15.000 millones al año, la decisión está orientada a que el Estado francés disponga de más recursos en detrimento de la UE, intentando lograr que el interés nacional se posicione por encima de los intereses regionales de Bruselas.

La posición euroescéptica no es defendida en exclusividad por Le Pen dentro de la Unión Europea. Tanto el primer ministro húngaro, Viktor Orbán y el presidente polaco, Andrzej Duda, tienen visiones similares respecto al futuro de la unión. Lo que le brinda a la candidata francesa un hipotético respaldo regional en caso de erigirse como la vigesimosexta presidenta de la república francesa.

Francia no es meramente un simple integrante de la unión, sino que es un miembro indispensable y decisor en el organismo, desde la fundación del organismo antecesor, la CECA (Comunidad Económica del Carbón y del Acero) en 1951, hasta hoy en día. El resultado de las elecciones de este domingo determinarán qué camino tomará la Unión Europea: si el sendero de Emmanuel Macron, con un mantenimiento del status quo en la política europea o el de Le Pen, con modificaciones más que visibles dentro del organismo regional más interconectado de la historia.

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