Las luchas en curso de EE.UU. contra el coronavirus causaron un tremendo dolor humano y económico. Pero lo que debería preocupar por futuros desastres que podrían ser mucho peores es la forma en que la pandemia dejó al descubierto profundas divisiones políticas y un ecosistema de desinformación que enturbia incluso los hechos más duros.
A pesar de más de 180.000 muertes por Covid-19, EE. UU. sigue dividido sobre cómo lidiar con una pandemia que seguramente durará meses más, si no más.
La desinformación desenfrenada, y deliberada , erosionó el apoyo público incluso a los pasos bastante obvios para controlar el brote.
Eso incluye la voluntad de aceptar una vacuna Covid-19 cuando esté lista: una encuesta reciente de Axios-Ipsos encontró que menos de la mitad de los estadounidenses se pondrían una vacuna de primera generación.
El 60% de los encuestados en la última entrega de ese sondeo cree que la respuesta del gobierno de Donald Trump está empeorando la pandemia.
Pero hay una marcada división partidista: el 74% de los republicanos dice que el gobierno federal está mejorando las cosas, mientras que el 80% de los demócratas dice que está empeorando las cosas.
Si bien gran parte de las críticas a la respuesta de Estados Unidos al Covid-19 se dirigen a la Casa Blanca , junto con la falta de un plan nacional claro para lidiar con el brote, muchos estados administrados por demócratas también lucharon para manejar la pandemia.
La ciudad de Nueva York sufrió más de 238.000 casos y más de 23.000 muertes, lo que significa que al menos 1 de cada 365 personas en la ciudad más grande de Estados Unidos murió a causa de la enfermedad.
La experiencia de la pandemia debería hacer sonar las alarmas sobre cuán preparado, o no, Estados Unidos está para hacer frente a futuras amenazas.
No obstante, el mayor peligro se reduce a la desinformación y la facilidad con la que ahora se propaga por todo el país.
Si se puede negar la existencia misma de una pandemia que mató a tantos estadounidenses , o se puede dar explicaciones locas y conspirativas , entonces se puede creer o no creer en cualquier cosa.
A pesar de lo malos que han sido estos últimos meses, sería una tontería suponer que Covid-19 es lo peor que el futuro podría arrojarnos.
